DIRECCION
Enviado por marcelo271080 • 5 de Diciembre de 2012 • 17.196 Palabras (69 Páginas) • 359 Visitas
Dirección
1. MARCO CONCEPTUAL
1.1 LA ADMINISTRACIÓN DEL DESARROLLO
No podríamos entrar a tratar el tema de la dirección, sin antes intentar poner un marco de referencia que nos ubique dentro de las características muy especiales de un pueblo, de una raza y de un continente unido y ligado, en la mayoría de los casos, por un mismo proceso de desarrollo, por un sentido especial de concebir el estado, la sociedad, la familia y por una cultura y unos principios que tienen idéntico origen y similar evolución; este es nuestro continente latinoamericano. Las ideas y conceptos de la dirección que nos vienen de los países desarrollados y superindustrializados, están orientados a gerentes que manejan grandes recursos financieros, casi sin limitaciones; que poseen una altísima tecnología en sus métodos y sistemas de trabajo; que están en condiciones de adquirir el equipo adecuado que requieren y que, sobre todo, cuentan con un recurso humano calificado, especializado e idóneo, que convierte a la dirección en una dirección de expertos que tienen todas o casi todas las facilidades para dirigir. Cosa muy diferente es ejercer la dirección en donde los recursos son limitados y en la mayoría de las veces muy escasos, donde el impacto del cambio y de los conocimientos científicos producen graves y profundos conflictos en todos los aspectos de la vida, de la cultural, de la política, de la economía, de la sociedad
América Latina es el continente del cambio, de las grandes transformaciones, es el joven continente con una tecnología autóctona y acomodada a las circunstancias, con un grupo directivo y un elemento humano que todavía conservan muchas de sus sabias tradiciones, que reconocen sus limitaciones, pero también conocen sus grandes valores y tratan de usarlos, de acomodarlos, de ponerlos al servicio del desarrollo y de la productividad. La dirección en la empresa latinoamericana (la administración en un sentido más amplio) es la "administración del desarrollo".
La "administración del desarrollo" consiste simplemente en el manejo adecuado de los escasos recursos, en la conducción inteligente de los graves impactos que produce la innovación en la estructura empresarial y en el comportamiento general de los individuos. Es el lograr acomodar con la medida exacta las nuevas tendencias de la tecnología y de la ciencia empresarial a nuestras limitaciones y a nuestro desarrollo. Es el poder encauzar todo ese cúmulo de problemas y dificultades propios del proceso de desarrollo, hacia mejores oportunidades para los individuos y un mejor aprovechamiento para la empresa y para la sociedad en general.
1.2 LA MISIÓN DEL DIRECTIVO LATINOAMERICANO
La diferencia entre manejar y dirigir el crecimiento de la empresa privada o del estado, cuando los recursos son amplios, abundan, se derrochan y existe alto consumo, es muy grande, en relación con aquella en donde por razones de inflación, por escasez y endeudamiento, el directivo se ve forzado a realizar verdaderos malabares para conseguir los recursos necesarios y los créditos baratos que le permitan el adecuado desarrollo de su empresa, de su país o de su comunidad.
La distancia que se establece entre un medio donde el recurso humano tiene amplias oportunidades de investigación y capacitación, donde la especialización es algo obligado y común y corriente, al mismo tiempo el estado y la sociedad están en capacidad de proporcionar educación gratuita hasta niveles de gran aprovechamiento, salta a la vista con aquellos otros países, en donde se cuenta con un recurso humano sin la cultura suficiente y en la mayoría de los casos con deficiencias profundas en los conocimientos más elementales, incluso hasta Ilegar a la ignorancia.
Es muy grande el contraste al comparar las empresas dotadas de los más avanzados sistemas, que utilizan novedosos y sofisticados equipos, herramientas y procedimientos, con aquellas que hacen grandes esfuerzos e invierten sumas importantes para lograr mantener sistemas, procedimientos, equipos obsoletos y en desuso y en algunos casos en vía de desintegración.
La seguridad industrial, las instalaciones confortables y aptas para el desarrollo adecuado del trabajo y la motivación del individuo, en los países desarrollados, no son comparables con aquellos otros, en donde, a pesar de los grandes esfuerzos por mejorar, todavía resultan deficientes y dejan mucho que desear en la mayoría de los casos.
Se podrían seguir enunciando en un interminable paralelo aquellas cosas, aquellos factores que hacen que nuestra condición de países en desarrollo, nos diferencien grandemente de aquellos países en donde van nacido las teorías de la administración científica y que podemos calificar como altamente desarrollados y superindustrializados.
A pesar de todas estas diferencias que nos pueden distanciar de las teorías administrativas, le corresponde al directivo latinoamericano poner su agudeza, su ingenio y su creatividad al servicio de su país, de su sociedad y de su empresa; su misión consiste en acomodar con sabia "malicia indígena" todos los principios y técnicas de la administración científica, al manejo y dirección de sus empresas; tratando de fijar su atención y encaminar la solución de sus necesidades básicas y simples a través de sus escasos recursos disponibles. A nuestros empresarios, a nuestros gobernantes, a nuestros líderes les corresponde aportar su experiencia y sus conocimientos para intentar diseñar, o mejor volver a inventar, todas las técnicas y conceptos científicos, para que se acomoden a las condiciones locales, basados en una tradición histórica, unas costumbres, unas leyes y unos principios éticos y morales.
No será desconocido para el lector educado en las aulas universitarias o el empresario inquieto por adquirir nuevos conocimientos, que las teorías aparecidas en los libros y escritos de los científicos de la administración, en los países desarrollados, contienen un bagaje muy amplio y muy valioso de principios, métodos, casos y modelos sobre las finanzas, la producción, el mercadeo, las relaciones industriales, la motivación, el desarrollo humano y, en fin, todo aquel gran paquete de conocimientos que estructuran y hacen en la teoría al gerente ideal y al directivo completo.
No podemos desconocer, igualmente, que todos estos conceptos, la mayoría de las veces ya debidamente comprobados, experimentados y aceptados en la práctica, en las empresas americanas y europeas, constituyen la fuente innegable de la ciencia administrativa y de la dirección de empresas. Sin embargo, el papel del gerente y del directivo latinoamericano, que no cuenta con los recursos suficientes ya conformados, consiste en establecer en la dirección de su empresa un proceso continuo de innovación y de renovación, acomodando a la avalancha de los cambios del mundo sus escasos y pocos desarrollados recursos.
1.3 EL CONCEPTO DE LA DIRECCIÓN Y EL HOMBRE LATINOAMERICANO
Si entramos un poco en el gran concepto de la dirección, si revisamos las teorías sobre este tema, encontramos que la esencia de la dirección esta en el manejo del recurso humano: en la motivación, en la comunicación, en la toma de decisiones, en la capacitación, en la promoción, en la innovación, en los principios de la autoridad y en el enriquecimiento del puesto de trabajo, en el desarrollo del individuo y en todo aquello que hace radicar el éxito empresarial en el hombre, mas que en la tecnología.
Para un continente en donde la mayoría de las naciones no han podido llegar al máximo desarrollo de sus recursos físicos y humanos, es imperante que el estadista, el ejecutivo, el industrial, el banquero, el director hospitalario o de centro de salud, el rector universitario o de escuela publica, el pequeño empresario, el líder estudiantil o sindical, el presidente de junta comunal del barrio de la gran ciudad o de la vereda del pequeño municipio, el jefe espiritual, el prestante militar o jefe de policía, y todos los que ocupan liderazgo y dirección, enfoquen sus esfuerzos hacia una proyección creadora, en donde el conjunto de valores humanos se convierta en la base y el eje del desarrollo nacional, empresarial, social y comunitario.
Cuando los libros y las teorías nos hablan de satisfacer a través de la empresa, las necesidades primarias del hombre, para luego desarrollar y pensar en sus necesidades de reconocimiento y de satisfacción del ego debemos aceptar que se trata de la natural y profunda necesidad del hombre de saber quien es, para donde va, cual es su función en el mundo y en la sociedad, cuales serán sus aspiraciones y sus logros, en donde estará su estabilidad y seguridad y, en fin, cual es su destino proyectado en su medio, dentro de su comunidad, que le permita desarrollar sus valores y que pueda enriquecer sus tradiciones, su manera de ser, sus sentimientos, sus creencias y sus emociones.
El desarrollo cultural de América Latina posee grandes e importantes demostraciones de sus valores, de su riqueza espiritual y de su altiva tradición. Es el continente joven con un recurso humano forjado en las luchas por su libertad, espóntaneo y cálido, tranquilo y respetuoso de los principios y enseñanzas de sus antepasados, que todavía conserva el gran sentido de la unidad, del amor y respeto por la familia, por el honor y la lealtad, enmarcado por un profundo sentimiento religioso y espiritual. Impactado y muchas veces convulsionado por la dinámica del cambio, de la moda y de la tecnología, requiere un grupo directivo que esta mas
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