Proyecto Final

Introducción

En el presente informe daremos a conocer la investigación realizada por las alumnas(os) de la clase de Administración de ventas, en la cual se realizará un estudio profundo del proceso y administración de ventas con el objetivo de aprender y conocer como empresas netamente ceibeñas han ido desarrollándose y ampliando la organización en la fuerza de ventas.

Dicho informe nos será de mucha ayuda para informarnos sobre el micro-entorno y macro-entorno de la panadería “Cuquis”, así como conocer su historia, sus estrategias y plan de marketing con el fin de descubrir su desarrollo en el mercado nacional y conocer su futuro desarrollo en el mercado internacional.

La investigación realizada fue enfocada únicamente en el producto “la semita” tradicional que dicha empresa producen.

Objetivos Generales

1. Dar a conocer la historia de la Panadería “Cuquis” y de “la semita” tradicional que ellos producen y distribuyen.

2. Determinar los componentes del entorno internos y externo que afectan la fuerza de venta.

3. Definir la estrategia y plan de marketing de la Panificadora Cuquis.

4. Dar a conocer el proceso de ventas, administración de relaciones con los clientes y la organización de la fuerza de ventas.

5. Analizar las remuneraciones, los costos y la evaluación del desempeño de la fuerza de ventas.

Objetivos Específicos

1. Desarrollar un nuevo proceso de ventas.

2. Mejorar el análisis de la administración de relaciones con los clientes.

3. Reorganizar la fuerza de ventas.

4. Evaluar el desempeño de la fuerza de ventas.

Historia de la Empresa

Panadería Cuquis.

La Empresa, fue fundada, por dos hermanos emprendedores, Don Ramón Hernández Reyes y Don Abrahán Manun Hernández, ellos la organizaron como una Sociedad de Hecho, denominada “La Cuquis”, en el año 1958,con un Capital inicial de Mil Lempiras (Lps. 1,000.00).

Ambos hermanos decidieron terminar la Sociedad, el 11 de Marzo del año 1966, y Don Abrahán decidió vender su parte a su hermano Don Ramón, quien con mucha determinación, una excelente visión y con el apoyo de Doña Lydia su esposa, emprendió la aventura de desarrollar su propia Empresa. Fue así, que la empresa después de funcionar con hornos de barro y combustible de leña, comenzó poco a poco a modernizarse, con la compra de maquinaria y a crecer con la ampliación de su portafolio de clientes, al ir incrementando su radio de acción dentro del departamento de Atlántida.

La Cuquis, comenzó a conocerse a través de sus famosos productos, El Bululo y La Semita Cuquis, productos que se convirtieron con el pasar del tiempo en un símbolo que identifica La Ceiba, dentro y fuera del país. Donde hay un Ceibeño, hay un Bululo o una Semita Cuquis.

En la actualidad, la fábrica tiene un radio de acción que abarca el departamento de Atlántida, Islas de la Bahía, Colon, Yoro y Gracias a Dios. También sus productos los podemos encontrar, en El Gran Cayman, Miami, New Orleáns, New York, y otras ciudades de Estados Unidos.

La empresa hoy en día cuenta con muchas rutas de distribución, logrando llevar el producto a los diferentes puntos de ventas, como ser: Supermercados, Pulperías, Bodegas entre otros, es así como satisfacemos a nuestro cliente, realizando la entrega directa.

La Misión

Servir a los clientes el producto Cuquis, en el ambiente nacional e internacional, con calor humano, calidad, higiene y precios al alcance de todos los presupuestos familiares, manteniendo la tradición como nuestra inspiración y la innovación y la excelencia como nuestra pasión; y brindar a nuestros empleados, un ambiente laboral de calidad, con responsabilidad social empresarial.

La Visión

Ser uno de los líderes de las fábricas de pan, en el mercado hondureño, con mayor tecnología, calidad e higiene; también ser uno de los principales líderes de Honduras, en la exportación de productos nostálgicos, hacia los Estados Unidos de Norteamérica, alcanzando los mejores nichos del mercado hondureño, en ese país.

Historia del Producto

La ascendencia directa de la semita es eminentemente ibérica e hija de dos variedades de pan que durante la Colonia eran entregadas en tributo a la Corona Española por la ciudad de Puebla: un bizcocho de sal, que era largo y duro; y unos panecillos o galletas huecas muy parecidas al pambazo francés que posteriormente se difundió durante la intervención militar francesa contra México (1863-1867).

Ambos panes, elaborados especialmente para conservarse y ser consumidos en los largos viajes de navegación a España y Filipinas, los cuales podían durar de cuatro a ocho meses, se hacían con distintas clases de harina provenientes de Atlixco, entonces el “granero de México”, municipio que junto con Puebla, San Martín Texmelucan, Cholula e Izúcar de Matamoros conserva la tradición de la semita.

El nombre del típico pan poblano, de acuerdo con Benítez, tiene relación con el pan sin levadura de origen judío (semita) cultivado en España por la población sefardita (judío-española) desde la época del Imperio Romano.

La semita surgió de un largo proceso de fusión del bizcocho y la galleta hueca al cabo del periodo colonial y aparece como variedad única y con dicho nombre a mediados del siglo XIX en coincidencia con la consolidación de los talleres de cerámica de Talavera, la industria textil y la

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