Construccion de la realidad de Berger y Lukmann
katzzz12Apuntes19 de Mayo de 2023
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Psicología Social
Construcción social de la Realidad
P. Berger y T. Luckmann:
¿Cuáles son los elementos para comprender el proceso de institucionalización?
Según Berger y Luckmann (2008), el proceso de institucionalización parte de la premisa que el ser humano trasciende sus determinantes biológicos, mediante la creación de un orden social, el cual es un producto de la actividad humana.
La actividad humana se constituye como pautas específicas de comportamientos, partiendo de eventos repetidos, los cuales permiten una economía de esfuerzos, denominado habituación.
Las acciones habituales se dan por establecidas y restringen otras opciones posibles, liberando al individuo de tener que tomar distintas decisiones ante similares desafíos, lo cual constituye un alivio a las tensiones que genera los impulsos no dirigidos.
Las acciones que se repite constantemente en el contexto de la interacción social, tienden a ser tipificada por un observador, quien atribuye una intención a la acción del otro y viceversa, lo cual se define como tipificación recíproca.
La tipificación recíproca entre individuos, se produce durante un proceso continuo de interacción social, donde las acciones habitualizadas de dos o más individuos se entrelazas. A saber, las acciones que tenderán a ser recíprocamente tipificadas, son las acciones que son afines a dos o más individuos en una situación común.
En la medida que se van agregando más individuos la tipificación se va transmitiendo de una generación a otra, permitiendo que la institucionalización se perfeccione, ya que las tipificaciones y las habituaciones se vayan configurando en instituciones con una historicidad.
En efecto, las tipificaciones se caracterizan por ser accesibles, es decir, son compartidas entre los miembros de un determinado grupo social. Mientras que, las instituciones implican una historicidad, en la medida que, se dan durante un tiempo prolongado, dicho de otro modo, la institución se produce en el marco de un proceso histórico.
Las instituciones, por su parte, controlan el comportamiento, mediante el establecimiento de pautas prediseñadas que dirigen las acciones individuales y colectivas a una dirección determinada, lo cual supone que, la institución se establece en sí misma, como un mecanismo de control social.
La historicidad le confiere a la institucionalidad, un carácter supra-orgánico, por encima de sus cimientos en las tipificaciones reciprocas y a las acciones habitualizadas, es decir, la objetividad.
La manera como se objetiviza el orden institucional es mediante la reificación que, según Berger y Luckmann (2008), “es la aprehensión de fenómenos humanos como si fueran cosas, vale decir, en términos no humanos, o posiblemente supra-humanos” (p. 114). Dicho de otra manera, por los mismos autores, la reificación consiste en un proceso donde los productos humanos adquieren un carácter natural y divino que se posiciona por encima de su propio creador.
La institución, ya cristalizada, se muestra como una entidad con realidad propia y dada per se, cuya existencia está por encima de sus propios creadores y usuarios, como un hecho pre-existente, externo y coercitivo.
Con el tiempo, se disipa el origen de la institución, de ser una convención social para resolver situaciones en común, se lo dicen Berger y Luckmann (2008), “el ya volvemos a empezar” se transforma en “Así se hacen las cosas” (p. 79).
Entonces, estos parámetros inalterables se fijan en la conciencia de las nuevas generaciones como una realidad dada, mediante la socialización. En este sentido, se comienza a hablar de un mundo social análogo al mundo natural, siendo un aspecto fundamental de la socialización el lenguaje.
El lenguaje objetivas las experiencias compartidas y las hace accesible a todos los miembros de una comunidad lingüística, conformando el acopio del conocimiento socialmente compartido.
El lenguaje permite transmitir parte de las experiencias pasadas que se sedimentan en la conciencia colectiva, como experiencias estereotipadas reconocibles y memorables que, luego, la tradición puede interpretar el origen de manera muy diferente sin que ello implique una amenaza para lo ya objetivizado.
De manera que, Berger y Luckmann (2008) señalan que, “el mundo institucional es una actividad humana objetivada, así como lo es cada institución de por sí” (p. 80).
Por otro lado, en el orden institucional se tipifican los quehaceres propios y de los otros, de modo que, las tipificaciones de las formas de acción requieren también objetivación, a través de lenguaje. Los actores se identifican con las tipificaciones de comportamiento objetivadas socialmente, al tiempo que, toman distancia al no cuestionar su comportamiento, los actuantes de un comportamiento no se ven como individuos únicos sino como tipos. Los tipos de actores en un contexto desempeñan roles, es decir, los roles son el correlato del comportamiento institucionalizado. Dicho por Berger y Luckmann (2008), “los roles representan el orden institucional” (p.97).
El rol es el equivalente a la distribución social del conocimiento, lo cual garantiza que haya individuos que puedan dedicarse a actividades especializadas, con ello, segmenta el cúmulo de conocimientos socialmente compartido. La distribución de las tareas en áreas, cada vez más, especializadas, se debe a la división social del trabajo.
El mundo institucional una vez cristalizado requiere de mecanismos de legitimación, es decir, medios para poder explicarse y justificarse. La legitimación se expresa en una historia que es contada continuamente a las generaciones siguientes.
Sin embargo, las generaciones subsiguientes tienden a desviarse con mayor facilidad de los cimientos sociales que no han construido directamente, por ello, se establecen sanciones, invocando su autoridad y control. De manera que, si la socialización se logra eficazmente los comportamientos se encauzará espontáneamente y las medidas coercitivas serán aplicadas en menor medida.
Finalmente, el alcance de la institucionalización va a depender de la generalidad de las estructuras e relevancia, las cuales son compartidas por la mayoría de los miembros de la sociedad en general.
Por otro lado, aun cuando las instituciones tienden a persistir en el tiempo, no son inmanentes, por variadas razones y acontecimientos históricos, las acciones institucionalizadas, en ciertas esferas de la vida social, pueden disminuir al punto de ocurrir una desinstitucionalización.
¿Cuáles son los elementos del proceso de Internalización?
La externalización y la objetivación son dos de los tres momentos que constituyen un proceso dialéctico continuo en la construcción de la realidad social. El tercer momento es la internalización, el cual, se produce cuando el mundo social objetivado vuelve a proyectarse en la conciencia por medio de la socialización. La internalización implica asumir de manera inmediata un acontecimiento objetivo.
¿Cuáles son los elementos para comprender la sociedad como realidad objetiva?
La realidad objetiva es una construcción social, la cual inicia con una realidad subjetiva que, trascurre en la vida cotidiana. La objetivación de la vida cotidiana se produce se le atribuye un orden de objetos que ha sido designados como tales antes que “el yo” apareciera en la escena. Una de estas objetivaciones preexistes es el lenguaje, el cual, dota a la vida de objetos significativos.
La realidad de la vida cotidiana se compone de varios sub-mundos intersubjetivos, es decir, un mundo compartido con otros, con quienes interactúan y se comunican, mediante la interacción cara a cara. En las relaciones cara a cara implica un mínimo de intimidad con las personas con quienes interactúo. De modo que, existe una correspondencia entre los significados y significantes de los unos en relación con los otros.
La objetivación en la vida cotidiana se produce a través del lenguaje, ya que, mediante el uso de signos, significantes y significados se objetiva la experiencia
La vida cotidiana contiene situaciones rutinarias, representadas por la continuidad y eventos problemáticos, que irrumpen con lo habitual. Por su parte, el conocimiento en el ámbito de la vida cotidiana discurre en el marco del sentido común que, señala las pautas de comportamiento que son compartidas y conocidas por todos.
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