Educación Inclusiva

DISCAPACIDADES PRINCIPALES EN LOS ALUMNOS

Los avances en el campo de la discapacidad intelectual o física suceden con mucha rapidez, lo que obliga a replantearse la concepción de la misma para generar conocimientos nuevos y actualizados que permitan mejorar la vida de las personas con esas características. Es indispensable que los docentes encaminen su práctica en relación a las diferencias personales de sus alumnos y estar conscientes de las capacidades de estos, evitando menospreciarlos, pero sí diferenciar de una necesidad a otra, en la actualidad se realizan estudios continuamente, se presenta una nueva terminología, y se actualiza el modelo conceptual desde una perspectiva socio-ecológica y multidimensional, es necesario establecer bien los límites del diagnóstico, y definir los apoyos individualizados ; en esta ocasión analizaremos las:

Necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad intelectual.

La discapacidad intelectual se presenta cuando la habilidad del cerebro de la persona para aprender, pensar, resolver problemas, y hacer sentido del mundo (esto se llama funcionamiento intelectual) tiene dificultades; y si acaso la persona tiene las destrezas que él o ella necesita para vivir independientemente (esto se conoce como conducta adaptativa o funcionamiento adaptivo).

El funcionamiento intelectual (también conocido como el coeficiente de inteligencia, o “IQ” en inglés) es generalmente medido por medio de una prueba llamada prueba de coeficiente de inteligencia. La medida promedio es 100. Se cree que las personas que sacan menos de 70 a 75 tienen discapacidad intelectual.

Para medir la conducta adaptativa, los profesionales estudian lo que el niño puede hacer en comparación a otros niños de su edad. Ciertas destrezas son importantes para la conducta adaptativa.

Cuando los alumnos ingresan a la escuela tienen habilidades para establecer diálogos coloquiales, es decir, entre dos personas que se conocen bien, que comparten una serie de conocimientos, que platican sobre temas cotidianos y que usan el mismo registro o forma de hablar. La interacción participativa en el aula y en otros contextos requiere nuevas habilidades para desarrollar en parejas o en grupos los tipos de discurso como la narración, descripción, entrevista, exposición y argumentación. Para participar debidamente en los distintos eventos comunicativos es necesario conocer e interiorizar una serie de reglas sobre lo que es y lo que no es válido o aceptable hacer y decir. Cuando los niños son pequeños, las madres les ayudan a conocer estas reglas enunciándolas en forma impersonal, pero ¿qué pasa cuando existen diferencias muy marcadas entre los o algún alumno?, al enfrentar esta dificultad los profesionales en su trato con la población se ponen de manifiesto dificultades que pueden ser mentales algunas caracterizan al autismo, cuya consecuencia es una considerable variedad entre sus miembros. En la actualidad, utilizan como sinónimo los términos Trastornos del Espectro Autista (TEA) y Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), mientras que otros consideran los TEA como una población más amplia, dentro de la cual estaría inserta la población con TGD, otra dificultad con la que nos podemos encontrar es con los alumnos con síndrome de Down, donde el docente debe partir de un conocimiento realista y actualizado de las particularidades del aprendizaje de estas personas, identificar las principales características psicológicas , biológicas, fisiológicas, contexto social, emocional, etc.

Necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad visual.

La discapacidad visual se define como la dificultad que presentan algunas personas para participar en actividades propias de la vida cotidiana, que surge como consecuencia de la interacción entre una dificultad específica relacionada con una disminución o pérdida de las funciones visuales y las barreras presentes en el contexto en que se desenvuelve la persona.

La discapacidad visual es un término que abarca distintos tipos de problemas y dificultades visuales, se define como la dificultad que presentan algunas personas para participar en actividades propias de la vida cotidiana, que surge como consecuencia de la interacción entre una dificultad específica relacionada con una disminución o pérdida de las funciones visuales y las barreras presentes en el contexto en que se desenvuelve la persona.

Las personas con discapacidad visual han estudiado en escuelas especiales, muchas de ellas internados; sin embargo, de manera progresiva se están integrando a las aulas regulares. Por esta razón, es importante que los maestros y maestras de educación regular estén preparados para atender a estos niños y niñas.

Los alumnos y alumnas que han nacido

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