Educación Superior

INTRODUCCIÓN

Los desafíos de la educación superior apuntan a una relación estrecha con el trabajo y las tecnologías, sobre los retos de la educación superior frente al trabajo del futuro, partiendo desde un consenso alrededor del papel cada vez más estratégico de la educación y más específicamente del conocimiento, que se encuentra inserto en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. La observación del contexto en donde uno accede a la educación superior nos ayudara a visualizar en forma más integral y con un pensamiento más amplio y abierto en cuanto a las cuestiones que están sujetas la educación superior actualmente.

Está lejos del propósito de este trabajo abarcar las múltiples facetas de esta realidad. Asimismo debe resaltarse la influencia que poseen los avances tecnológicos en la educación superior y en el mundo del trabajo.

TAREAS Y DESAFIOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La realidad es que hoy, en el Paraguay, es imposible desconocer que la educación superior trabaja en un contexto adverso para formar estudiantes y sobre todo para defenderse en un campo competitivo del trabajo. Por ello le toca al sistema educativo superior una gran responsabilidad, asumiendo su rol de actor fundamental de los procesos de desarrollo en las regiones

Puntos claves deben de ser de vital importancia tale como:

• Actualizar los planes de estudio y sobre todo la pedagogía de la enseñanza superior vinculando los procesos de aprendizaje con experiencia reales fuera del aula.

• Encarar la problemática de la educación universitaria como parte de un sistema que incluye todos los niveles.

• Realización de planes interinstitucionales para el apoyo de la educación superior universitaria.

• Adaptarse a las necesidades de nuestra sociedad, a nuestro sistema económico y laboral para dar respuestas necesidades de las mismas.

• Fortalecer una cultura de cooperación por sobre la competencia entre universidades o unidades dentro de ella.

Los ciudadanos reconocen la importancia del conocimiento como condición para acceder a un empleo más digno y por ende acceder a una mejor calidad de vida y como condición de su plena ciudadanía, y ello queda manifestado en las tendencias universales a la de la educación superior.

Consideramos entonces, que se trata de hacer efectiva la igualdad de oportunidades mediante el acceso de todos a una educación superior de alta calidad, pero sólo limitada por la voluntad de seguir estudiando.

Cambios en la naturaleza del trbajo

Es más que evidente en nuestra opinión, que una parte decisiva de los cambios que se han dado en la “naturaleza del trabajo” tienen su base en el uso de nuevas tecnologías. Tales cambios, han beneficiado solamente a un selecto número de trabajadores, como son los profesionales, gerentes y técnicos, pero por otro lado crece el número de excluidos. En definitiva, se ha ampliado de una manera inédita en la principal potencia económica, la brecha entre los trabajadores más calificados y los menos calificados, que son el grueso de la población sin educación superior.

A pesar de que la educación es uno de los pilares en el nuevo ambiente del trabajo , hoy en día se exige más educación para ocupar puestos que antes requerían menos conocimientos,

Actualmente se ha agudizado aún más la dispariedad entre los países industrialmente desarrollados, los países en desarrollo y en particular los países pobres en lo que respecta al acceso a la educación superior. Pero en intercambio de conocimientos, la cooperación internacional y las nuevas tecnologías pueden brindar nuevas oportunidades de reducir esta dispariedad.

La función de la Universidad va más allá del otorgamiento de un número limitado de títulos a una elite de profesionales, por el contrario, la educación superior es la palanca para lograr el desarrollo económico socialmente integrador si potencia su capacidad de generación de conocimiento científico y tecnológico, así como su capacidad de ampliar las posibilidades de comprensión del mundo y de expresión de las múltiples dimensiones de la persona. Frente a ello, y desde la óptica de un país cuyo futuro requiere el desarrollo y complejizarían de actividades hoy basadas en una escasa industrialización de abundantes recursos naturales; el accionar universitario debe ser visualizado como un instrumento estratégico de desarrollo sustentable a largo plazo.

LA EDUCACIÓN Y EL TRABAJO DEL FUTURO

Hoy está tomando cada vez más fuerza la discusión sobre la educación que se requiere en vista del papel cada vez más estratégico del Conocimiento en todos los ámbitos de la vida social. La mayoría de los abordajes sobre el tema parten de las realidades y perspectivas de los países más avanzados y más aún de sus sectores de punta, desconociendo a menudo la coexistencia de procesos heterogéneos y contradictorios en sus propios contextos nacionales y a nivel mundial. Aún cuando estamos conscientes de que la tendencia a la “globalización” arrastra en sí misma una tendencia a la homogeneización de la sociedad mundial, persisten factores que se resisten a ese proceso, apoyados en una base fundamentalmente étnico - cultural, vinculada a las tradiciones y desarrollo histórico de cada sociedad en particular.

La Educación Superior es el factor estratégico para el crecimiento y para reducir las brechas en una economía cada vez más abierta y competitiva, donde los procesos productivos y los servicio se asientan cada vez más en tecnologías “inteligentes”. En este contexto es más imperativo aún revisar el papel de la educación que por mucho tiempo se asentó en la teoría mecanicista del Capital Humano, en la cual se partía de correlaciones cuasi perfectas entre la educación, la ubicación en el mercado de trabajo, las perspectivas ocupacionales

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