Ensayo de las emociones y razonamiento

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Emociones y razonamiento

Universidad ECCI.

Lenguas Modernas.

Inteligencia emocional.

Brenda Cadavid Rodríguez.

2020.

Introducción

En 1889, Vincent Van Gogh dijo una vez: "No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta. La suposición estereotipada sostenida durante mucho tiempo por los racionalistas fue que la razón y la percepción son las únicas formas confiables a través de las cuales adquirimos conocimiento.
Se pensaba que la emoción obstaculizaba la toma de decisiones, ya que creaba confusión y obstaculizaba la objetividad. Se creía que las emociones eran poderes desordenados capaces de interferir drásticamente con el pensamiento sensato. Así, se creía que, para llegar a juicios claros, las emociones debían estar completamente separadas del proceso. La atención se centró más en la cognición y la lógica.

Este artículo busca determinar cómo las emociones influyen en las acciones que realizamos a través del pensamiento analítico. Busca afirmar que el juicio no abunda de forma aislada. Más bien se trata de personas que no solo razonan, sino que también sienten.

Tabla de Contenidos

Emociones y razonamiento        4

Conclusion        8

Bibliografia        9

Emociones y razonamiento

  En 1889, Vincent Van Gogh dijo una vez: “No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta (Carnegie 2003 p. 298). La suposición estereotipada sostenida durante mucho tiempo por los racionalistas fue que la razón y la percepción son las únicas formas confiables a través de las cuales adquirimos conocimiento.

 Se pensaba que la emoción obstaculizaba la toma de decisiones, ya que creaba confusión y obstaculizaba la objetividad. Se creía que las emociones eran poderes desordenados capaces de interferir drásticamente con el pensamiento sensato. Así, se creía que para llegar a juicios lúcidos, las emociones debían estar completamente separadas del proceso. La atención se centró más en la cognición y la lógica (Bernstone et al. 1993).

  Este artículo busca determinar cómo las emociones influyen en las acciones que realizamos a través del pensamiento analítico. Busca afirmar que el juicio no abunda de forma aislada. Más bien se trata de personas que no solo razonan, sino que también sienten. Busca resaltar el papel que juega la emoción en nuestros juicios cotidianos y constatar que nuestros procesos de toma de decisiones están altamente influenciados por nuestra disposición emocional. Como lo resume Dale Carnegie, no somos creaciones de la razón sino de la conciencia (Carnegie 2003 p. 298).

  Sin embargo, una y otra vez, nos encontramos con situaciones en las que incluso los seres más racionales toman decisiones cuya naturaleza derrota toda lógica. ¿Qué hace que las personas se enamoren inexplicablemente de una persona más que de otra? ¿Cómo explicamos cuando un hombre en su sano juicio se involucra en delitos sexuales como la violación? Si bien algunos pueden atribuir este comportamiento a locura, preferencia personal, circunstancias o provocación, el hecho subyacente sigue siendo que estas dos categorías de personas nunca se ven obligadas a punta de pistola a hacer lo que hacen o actuar como lo hacen.

  Si todo fuera por la razón, entonces la gente tiene la capacidad mental para evitar enamorarse o cometer estos crímenes.

La creencia de los racionalistas no aclamó el hecho de que somos humanos, por lo tanto de naturaleza emocional e incluso el más "racional" de todos los seres puede equivocarse. No lograron adaptarse al hecho de que las emociones sí juegan un papel en el proceso de toma de decisiones.

  Las emociones son parte de la naturaleza humana, ya que todos reaccionamos instintivamente a los fenómenos incluso sin ser conscientes de ello. Eso implica que no todas las acciones humanas se basan únicamente en pensar y evaluar utilizando nuestro cerebro. Incluso sin ser conscientes de ello, nuestros sentimientos afectan la forma en que percibimos las cosas que nos rodean (Ansoff, 1965).

  Como seres humanos, experimentamos sensaciones que varían en grado o percepción. Sin embargo, podríamos desconocer esos sentimientos o cómo interpretarlos. Esto se debe en gran parte a que algunos sentimientos son difíciles de observar e interpretar. Sin embargo, las emociones afectan mucho la forma en que pensamos, ya que es posible que no se perciba que influyen directamente en el comportamiento y la forma en que actuamos hacia los demás.

 La palabra emoción se refiere a una sensación o actitud poderosa o convincente orientada hacia algo o alguien. Suele estar relacionado con el estado de ánimo, la individualidad, las predisposiciones, el temperamento y la provocación (Plutchik, 1980). Elaboró una clasificación de emociones que se componía de ocho emociones progresivas y sus básicas.

  Entre las principales emociones básicas, según él, se encuentran la felicidad, la seguridad o la confianza, el miedo, el asombro o el asombro, la tristeza, la repugnancia, la ira y la expectativa. Estas emociones coexisten en opuestos. Los sentimientos como el amor, la decepción, la agresividad, la culpa, el optimismo, el desprecio, el asombro, el remordimiento y sus opuestos surgen de las emociones básicas.

  (Parrot 2001) creó además un inventario de emociones estructurado en árbol en el que las emociones primarias como el amor, la alegría y la ira dan lugar a emociones o sentimientos secundarios que finalmente dan lugar a sentimientos terciarios.

Por ejemplo, el amor como emoción básica da lugar al afecto, la lujuria o el deseo sexual, el anhelo, la alegría, el entusiasmo y la satisfacción de los que surgen otros sentimientos como atracción, adoración, pasión, enamoramiento, júbilo, euforia, excitación y entusiasmo y placer. La ira puede causar disgusto, envidia, tormento, sufrimiento, tristeza y desilusión. Estos sentimientos pueden resultar en repugnancia, envidia, tormento, agonía, desesperación, dolor, decepción, vergüenza, remordimiento, soledad y humillación.

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