Ensayo terapia existencial
HILDAMARTINDELCEnsayo20 de Agosto de 2020
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La existencia humana depende en alto grado de las relaciones que se van teniendo a lo largo de nuestra existencia. La relación que se construye en el ámbito terapéutico puede resultar muy impactante cuando este es profundo tanto para el consultante como para el terapeuta.
A lo largo de nuestra existencia, nos vamos definiendo de acuerdo de las relaciones que vamos teniendo, donde podemos tener relaciones intensamente amorosas cuando nacemos e ir formándonos a lo largo de la vida dependiendo de nuestros vínculos, sin embargo, también está la posibilidad de tener relaciones destructivas, teniendo un gran impacto cuando dicha relación es de quien se supone” nos debe amar.
Se han realizado estudios que afirman que un buen resultado entre terapeuta y paciente se debe más al tipo de relación que construyen y la alianza terapéutica y no al tratamiento realizado.
Las técnicas o enfoques terapéuticos, no tienen los impactos en el paciente, cómo lo pueden tener cuando existe un vínculo estrecho en la relación entre paciente y terapeuta y se saben escuchados y entendidos.
Se encontraron 7 variables relacionales, consideradas efectivas.
El enfoque centrado en la persona, el nivel de congruencia del terapeuta, la calidad de respuesta que el terapeuta tenga con respecto a las conductas del paciente, la auto revelación del terapeuta, esperando que esta no sea demasiado frecuente y con temas muy íntimos. La habilidad que tenga el terapeuta para sostener la alianza terapéutica y en caso necesario tener la habilidad de reparar alguna ruptura en la alianza, evitar que el terapeuta exteriorice al paciente su contratransferencia y, por último, resulta beneficioso las interpretaciones relacionales, focalizadas en la manera como el cliente se relaciona con el terapeuta.
A diferencia de René Descartes que veía a la existencia humana individualista, muchos filósofos como Martin Heidegger, sostienen que estamos viviendo-siendo y esto no lo podemos lograr si no es con la interacción con otros, incluso aunque no estemos frente a frente a frente, por el simple hecho de pensar en el otro, ya estoy en relación, como yo ahorita, pienso que tengo que entregar este escrito en una fecha determinada que me propuso mi maestra, por lo cual, estoy en relación con ella. Pienso también que aun cuando mis papás y 3 de mis hermanos están muertos, sigo en relación con ellos cada que los pienso y hablo de ellos, la relación se termina con ellos el día en que me muera, sin embargo, las personas que tienen una relación conmigo, la seguirán teniendo aun en mi ausencia.
Una manera en la que ratifico como es que vivimos siempre en relación, es justo cuando un paciente va a terapia, y través de la exploración, el paciente puede darse cuenta que los puntos centrales de la experiencia que va a exponer, son con base a sus relaciones con los demás.
Al estar leyendo este libro e ir adentrándome más, estoy sintiendo una profunda tristeza por un amigo que está en una casa de retiro, porque como bien dice la lectura, los seres humanos, queremos estar en relación con los demás, no solo saber que somos familia, amigos, compañeros, sino que la relación que nutre es la que está en el encuentro real, donde me sienta parte activa de tu vida y viceversa, sentirse amados, pero también interactuar teniendo contacto que me haga sentir parte de la sociedad y no aislado como en estos momentos está.
Tal y como lo dice la lectura, los niveles de salud están relacionados con la cuestión acerca de los afectos y la relación, en el caso de mi amigo, físicamente no tiene ningún problema, sin embargo, su estado de ánimo lo tiene muy deprimido y sin ganas de seguir vivo.
Observo como los seres humanos estamos tan ávidos de estar en relación, me da la impresión que cuando el bebé está en el vientre de su mamá se siente seguro, siendo un yo-mamá, y al nacer tiene un impacto muy brusco al sentirse que su mamá y el son lo mismo y verse de repente alejado de ella por momentos.
Después vamos creciendo y desarrollándonos con la necesidad de seguir en relación, haciéndome reflexionar el porqué es tan importante la relación entre el terapeuta y paciente, donde lo que se construya entre ambos facilite al paciente a entenderse mejor por estar frente a alguien que le muestra un interés autentico, y que al mismo tiempo está con un otro que también tiene sus propias vulnerabilidades, pudiendo reflexionar y revisar sus maneras de relacionarse con los demás a partir de esta “terapia relacional”, sin tener que decirle el terapeuta que es lo que tiene que hacer.
Me parece que al no estar preocupados o interesados en aplicar alguna técnica cuando se está en terapia, es cuando se hace posible estar auténticamente con el paciente, y dejarse sentir de todo lo que él nos esté diciendo, a diferencia de como lo hacía Rogers, donde había una intención de ayudar al paciente a lograr su autonomía y autodirección, así como hay una tendencia de centrarse en las experiencias y la comunicación del terapeuta hacia el paciente, más que en el encuentro mutuo.
Puntos básicos para que la terapia relacional funcione son:
Presencia, Se da cuando las personas están presentes en una manera genuina, abierta y comprometida, donde los pensamientos y sentimientos son con base en lo que está pasando en el encuentro entre terapeuta y paciente.
Hay por un lado accesibilidad (hacia adentro), dejarse impactar por todo lo que está escuchando y por otro lado expresividad (hacia afuera), tener la capacidad de externar cosas de sí mismo, referente a lo que el otro está compartiendo.
Autenticidad, un aspecto fundamental en un encuentro relacional profundo. El terapeuta está con todo frente al paciente, en contacto con su experiencia a nivel físico, emocional, mental y visceral, Mick Cooper (2001) le llama “empatía encarnada” en la cual, el terapeuta es capaz de puede ser totalmente receptivo como un todo cognitivo, emocional, corporal. En este momento de profundidad relacional, el terapeuta está también contactando sus propias vulnerabilidades, inseguridades y confusiones, pudiendo traer esto de sí mismo a la relación terapéutica.
Esta característica me parece muy importante, a mí me hace sentir que todos en el mundo estamos siendo vulnerables en algunos momentos y me ha tocado experimentar esto. En alguna ocasión, una paciente me dijo con un llanto muy fuerte, que le dolía mucho recordar cuando su hermano mayor la violentaba verbal y físicamente hasta el grado de quedar con un puño de cabellos en sus manos, y no ser auxiliada por sus padres, porque decían que ella tiene que aprender a defenderse. Recuerdo que empecé a sentir como caían mis lágrimas por mis mejillas y terminamos las dos, utilizando el pañuelo desechable, aunque yo creo saber que me pasó a mí, solo le dije que me duele mucho el maltrato a los niños.
Empatía. Se da cuando el terapeuta experiencia fuerte sentido de resonancia con el mundo del consultante, y se sumerge dentro de él, y aunque es necesario que se mantenga en su otredad, en este momento requiere también estar abierto a la otredad del paciente. No relaciona lo que está sintiendo con algo que tenga que ver con su propia existencia, sino que está ante algo inesperado, ajeno y extraño a sí mismo, por lo que los terapeutas se pueden sorprender y maravillar durante la sesión de una profundidad relacional, quedando impactados por la novedad y belleza del mundo que se descubre ante ellos.
Afirmación. Es ver la otredad del paciente y reconocerla como alguien que tiene su individual forma estar siendo, además saber que tiene todo el derecho de estar siendo así, la afirmación es a la totalidad de su ser, a su propia esencia, una reiteración de su individualidad, unicidad y humanidad. Es abrirse al otro, sin ningún juicio, es saber que eres como eres y yo estoy gustoso de estar contigo, por el simple hecho que eres tú.
Apertura del consultante. El consultante se permite abrirse con toda confianza ante el terapeuta. La presencia que el terapeuta ofrece al paciente, requiere que sea recíproca en una relación profunda, ya que la manera en la que el paciente responda a la presencia del terapeuta, será fundamental para definir la calidad.
Mutualidad. Aquí el terapeuta conoce al paciente y este se sabe conocido, al mismo tiempo, el terapeuta sabe, que el paciente se sabe conocido.
Hay una co-transpariencia, co-aceptación, co-comprensión, co-receptividad, un viaje de sentimientos compartidos.
Intimidad. Está se da cuando ya hay mayor acercamiento, se va tejiendo con el paso de los encuentros, en una relación profunda se da la conexión, cercanía, contacto y unidad.
Esta intimidad, resulta para el paciente muy importante, ya que, por lo regular, los pacientes llegan con historias de relaciones perturbadoras y sentir intimidad con el terapeuta les resulta alentador.
Encuentro sin palabras. La intimidad que se puede dar entre terapeuta y paciente, en muchas ocasiones se da en los silencios, con una mirada, un toque de hombres o una risa compartida.
El valor que puede tener para un paciente la relación profunda con su terapeuta, puede ser lo que la sostenga en pie, tener a alguien a quien contarle lo que le pasa, hablar de su angustia, miedo y decepciones; sentirse entendida y aceptada es de gran valía.
Un encuentro relacional profundo, también puede ayudar al paciente a relacionarse en un Yo-Mi, en posturas relacionales Yo-Yo, teniendo varios beneficios.
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