Escuela En Contexto Social
perroski12 de Diciembre de 2012
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UNIVERSIDAD ACONCAGUA
PSICOLOGIA SOCIAL I
El Contexto Educativo como Sistema Social
PROFESORA:
PS. MARIELA MAULEN MAULEN
POR:
ORIETTA NORDIO PONTIVO
LIC. PSICOLOGIA (SEGUNDO SEMESTRE)
O.NORDIOPONTIVO@HOTMAIL.CL
SAN ANTONIO, 2012
RESUMEN
El contexto educativo como sistema social consiste en considerar la importancia que tiene la escuela-aula en la organización de microgrupos sociales con objetivos de aprendizaje y formación en común.
Llegar a conocer completamente al grupo por intermedio del análisis Sociométrico. para aplicar así técnicas grupales para su mejor interacción, convivencia y funcionamiento general, mejorando la calidad grupal.
La importancia que tiene el equilibrio emocional del profesor que va a depender del reconocimiento social que se le haga y las mejoras en sus condiciones laborales, para el total desempeño de su papel como líder frente a sus alumnos, de esta manera facilita el aprendizaje, mejorando considerablemente el rendimiento académico y personal.
Por último, la participación fundamental que tiene la psicología social en el cumplimiento de todos estos objetivos considerando la escuela y el aula como sistemas sociales, dándole la importancia que se merecen la organización de grupos sociales, siendo todos nosotros parte de ellos.
Palabras claves: Psicología Social, escuela, aula, alumno, profesor, líder, grupo, aprendizaje.
INTRODUCCION
En este trabajo centraremos la importancia y el impacto que tiene para nuestro diario vivir como individuos, partes de una sociedad, tener la claridad de que la escuela después de la familia es el agente socializador más importante, influyendo en toda nuestra etapa infanto-juvenil, de allí la importancia de considerar la escuela y el aula como sistemas sociales.
Entendiendo que históricamente en chile después del golpe militar (1973) se le resto importancia a lo social, se menoscabo al profesorado y a la educación en sí, teniendo con estas acciones consecuencias nefastas para nuestro desarrollo personal y social, provocando así un estancamiento cultural a nivel país. Problemática que durante los años noventa en adelante, se trata de revertir, lográndolo medianamente pero con avances, teniendo todavía el Estado mucho por hacer.
Introducir la psicología social dentro de la escuela-aula es de vital importancia, ya que esta es la que considera al contexto escolar como microgrupo social, dándole a conocer las diferentes técnicas grupales, para la interacción, para la convivencia, para dar a conocer al profesor la importancia de su liderazgo frente a los alumnos, y así para un mejor rendimiento académico, dándole siempre la relevancia correspondiente, a todos los actores como individuos, participantes de un grupo y por ende de una sociedad.
La escuela y el aula como sistemas sociales
La escuela, y a menor escala el aula forman una comunidad educativa, un grupo social que se sitúa entre la familia y la sociedad.
Desde el núcleo familiar, la escuela es percibida como una comunidad complementaria y hasta subsidiaria de las responsabilidades educativas parentales.
Desde la administración oficial, la escuela es una institución delegada que tiene como objetivo educar en una cultura homologada a las nuevas generaciones de ciudadanos, facilitándoles aprendizajes.
Ha habido intentos por un lado, de definir la escuela como una prolongación de la familia, como una forma de familia y, por otro, de entenderla desde la administración, como una institución oficial que facilita los haberes básicos durante la etapa infanto-juvenil.
Sin embargo, la escuela posee su propia personalidad y su propia estructura social cultural, siendo analizable como sistema social autónomo, con agrupamientos internos (profesores, alumnos, consejo de padres, etc) e interacciones (liderazgo, grupo de iguales, etc.).
La acción escolar se realiza dentro de un contexto social cultural (familia, barrio, pueblo, etc.) pero recibe la presión normativa de los centros docentes que, como organizaciones que son, generan su propio clima, su propia cultura y sus propias señales de identidad.
La educación es el resultado de la acción de una generación sobre otra, a la que trata de enculturar y socializar. Esta incidencia puede realizarse, tanto en forma de pacifica sucesión como de conflicto. En otros tiempos, las generaciones más antiguas eran poseedoras de las experiencias y el saber se transmitía a través de los causes de la autoridad. Hoy, hay conocimiento y lenguajes nuevos, que los mayores tardan más en asimilar, porque se trata de formas culturales nuevas. En este sentido, parece más bien que los más jóvenes “enseñan” a los más viejos nuevos lenguajes y nuevas formas culturales.
Por otro lado, la escuela ha encontrado una fuerte competencia en su tarea de transmitir saberes, en otros sistemas de comunicación.
Ante estas nuevas realidades, la escuela y el aula se han quedado un tanto ensimismada, como replegadas en sí mismas, procurando enseñar mas la cultura académica y endogámica, que la cultura experiencial de la calle y la vida.
Esto les lleva a experimentar una sensación de inadaptación, de crisis permanente y hasta de fracaso.
Obsesionada por la “instrucción” y por la evaluación de los saberes, la escuela no rinde lo suficiente, no es competitiva, no elabora un producto de calidad y, como resultado de todo esto, ve como se incrementa cada año su “fracaso escolar”. Podemos darnos cuenta que la dinámica cultural del patio de recreo (una suerte de contra cultura académica) donde los niños aprenden en pocos días gran números de canciones y complicados juegos, mientras que las lecciones de clases siguen sin motivar. Y es que aumenta el hiato entre la cultura académica y la contra cultura del patio escolar, entre la cultura de la escuela y la del exterior: televisión, compañeros, literatura infantil y adolecente, publicidad, etc.
Desde la psicología social de la educación
La psicología de la educación ha planteado el hecho de que toda unidad escolar construye a través de su propia urdimbre interactiva, un sistema social.
Desde que fuera objeto especial de atención por parte de la psicología social de la educación, hacia los años ochenta, hasta su reciente consideración como cultura organizacional, la escuela ha sido analizada como un grupo social.
Bart-Tal y Saxe (1981) introdujeron la distinción entre psicología social para la educación y psicología social de la educación, con la intención de separar el enfoque de una psicología social general que intenta mejorar, desde fuera, la interacción y el rendimiento académico y el planteamiento de una psicología social especifica de la educación que considera el contexto escolar como micro grupo social y hasta como laboratorio social especifico.
Tradicionalmente, se han aplicado a la educación las teorías psicosociales, con el intento de mejorar la eficacia de los aprendizajes, pero hay que insistir en realizar una psicología social desde dentro del sistema educativo.
Hay que advertir, no obstante, que el interés de la psicología social por el hecho educativo es, relativamente reciente, en los años ochenta aparecen las primeras obras sobre psicología de la educación, de Mayor (1986), Sangrador (1985) y Ovejero (1988) que abren el camino a posteriores trabajos.
Desde estas intervenciones, se afirma resueltamente que el aula y la escuela deben ser consideradas como “un sistema social”, admitiendo en ellas una doble dirección de análisis:
a) Su realidad institucional con ciertos roles y expectativas que realizan las metas del sistema (dimensión nomotética o normativa)
b) La realidad de los individuos que configura la interacción social o grupal educativa (dimensión ideográfica)
La dimensión nomotética o institucional, actúa como un subsistema social que tiene como objetivo la socialización educativa, al servicio de los poderes políticos y sociales del estado o la comunidad.
La dimensión ideográfica hace referencia a la relación interactiva en la que se basa la acción docente. En la vida grupal de la escuela y del aula la interacción nos proporciona, no solo la plasticidad necesaria para la convivencia, sino, sobre todo la construcción del auto concepto.
El componente humano en interacción que impregna los centros docentes constituye el lado biográfico que historiza el sistema educativo.
Estas dos dimensiones, sociológica y psicológica, deben ser completadas sin embargo con otras perspectivas, entre las que destaca la cultura.
Así mientras algunos autores hablan solo de “organización social”, de “ecosistema psicosocial”, de “organización escolar” etc, otros intentan comprender los centros docentes más bien como una “empresa” que produce formación y aprendizaje desde su propia cultura organizacional.
La escuela como cultura organizacional
Una escuela es una organización humana grupal cuyos miembros se coordinan para alcanzar unos objetivos de eficacia docente. Señalare las cinco
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