Psicofarmacologia

Psicofarmacología:

Es el estudio del medicamento que afecta la psique, en otras palabras psicofarmacología es el estudio de los medicamentos que se emplean en psiquiatría. A estos fármacos a menudos se les denominan psicotrópicos, de manera literal: medicamentos que mueven el espíritu o mueven el alma.

Hay cinco familias principales de medicamentos en psiquiatría, y una variedad de otras familias más pequeñas. Las cincos familias principales son fármacos con una relación muy estrecha; similares en estructura químicas y semejantes en el efecto fisiológico que ejercen en el cuerpo. Dentro de cada una de las cinco familias, hay ciertos medicamentos individuales, cada uno de los cuales es casi igual de efectivo en un sentido estadístico (CERCA DE 70% EFECTIVOS EN EL CASO DE LA MAYOR PARTE D LOS FARMACOS PSICOTROPICOS). Sin embargo la efectividad varía en forma importante entre los individuos que los toman.

Todos los fármacos psicotrópicos alteran algún aspecto de la química encefálica. Los síntomas y padecimientos psicotrópicos se deben a anormalidades del funcionamiento encefálico, y los fármacos psicotrópicos restablecen el equilibrio químico normal del encéfalo, lo que permite al paciente sentirse sano y conducirse de manera normal. Por ejemplo, se cree que los trastornos psicóticos se relacionan con el exceso de actividad de uno de ambos neurotransmisores químicos. En forma similar, se considera que la depresión se relaciona con una menor actividad de los neurotransmisores norepinefrina y serotonina. Los fármacos antipsicoticos reproducen este exceso de actividad de uno o de ambos neurotransmisores químicos.

En forma general se considera que la depresión se relaciona con una menor actividad de los neurotransmisores y serotonina. Los medicamentos antidepresivos apuntan de manera específica a estos dos neurotransmisores, incrementan su actividad y, al hacerlo, alivian la depresión. De manera semejante, cada familia de medicamentos psicotrópicos funciona para restablecer un equilibrio químico normal en el encéfalo.

Los fármacos psicotrópicos no alivian las enfermedades mentales más de los que la insulina alivia la diabetes. Al igual que la insulina para los diabéticos, los medicamentos psicotrópicos tratan los síntomas de la enfermedad subyacente, lo que permite al enfermo sentirse sano y conducirse de manera normal.

Función de la enfermera:

Las enfermeras desempeñan una función determinada en la psicofarmacología. Casi todas las enfermeras en psiquiatría administran y vigilan los fármacos psicotrópicos. En la práctica avanzada, los profesionales de la enfermería en psiquiatría prescriben estos medicamentos.

La función que realiza la enfermera de administrar y vigilar empieza con la valoración inicial del paciente. Ya que una de las mejores maneras de predecir la efectividad de un medicamento es conocer si funciono con anterioridad para el enfermo o para un familiar cercano (hermano, hermana, padre, hijo, abuelo, tía, tío, primo hermano)., la enfermera preguntar sobre antecedentes personales y familiares de respuestas al fármaco. También recopila datos sobre las reacciones potenciales del paciente a los efectos secundarios. Por ejemplo, no sería aconsejable prescripción fármacos cuya reacción colateral frecuente sea la hipotensión a un individuo con presión sanguínea de 90/60mmhg. Por lo último, la enfermera pregunta sobre los sentimientos y actitudes de la persona hacia el medicamento, y busca la opinión del paciente sobre cual fármaco sería el mejor.

Con la valoración inicial, la enfermera empieza una tarea importante: instruir a los pacientes y a la gente que forma parte de su vida sobre los medicamentos y su administración. La enfermera enseña al enfermo y a su familia el nombre y propósito del medicamento, incluidos los síntomas objetivos; dosis y calendario exacto para tomar el fármaco como prescribe, y de los recursos alternativos que ayudan a recordar cada dosis; efectos adversos más frecuentes y su control; riesgo de largo plazo; potencial de adicción; restricciones alimentarias o de fármacos; y la importancia de informar a quien los prescribe sobre cualquier problema con el medicamento.

A medida que el enfermo empieza a tomar los medicamentos, la enfermera administra con cuidado cada dosis, y enseña en forma gradual cada aspecto del fármaco: nombre, dosis exacta, vía de administración y calendario, así como las restricciones de ciertos alimentos u otros fármacos. Sin importar si el enfermo toma uno o 10 psicotrópicos distintos, el paciente debe saber el propósito exacto de cada uno. A medida que el fármaco empieza a entrar al torrente sanguíneo del paciente, la enfermera vigila los efectos deseados del medicamento. También identifica los síntomas objetivos del fármaco, luego valora de manera regular y uniforme la presencia e intensidad de cada uno de esos síntomas. Con esta información, el enfermo y quien realiza la prescripción están en condiciones de medir la efectividad del medicamento de manera objetiva.

La función de la enfermera en el control de los efectos secundarios es importante. Los psicotrópicos, al igual que todos los medicamentos, tienen reacciones colaterales.

En el caso de algunas personas, los efectos secundarios son leves; en el de otras son muy incómodos y, algunas veces, peligrosas. La enfermera enseña al paciente sobre los efectos adversos más frecuentes de los medicamentos que se están prescribiendo, de manera que el enfermo pueda compartir la tarea de vigilar su presencia. Al paciente se le debe informar cuales son las reacciones colaterales probables que podían ser incomodas durante las primeras semanas, en ocasiones incluso durante el primero y segundo meses. Se le debe decir que es imposible predecir con exactitud cual reacción colateral ocurrirá o cuan grave será. La enfermera confirma al paciente que ella vigilara los efectos secundarios y hará lo que sea necesario para reducir al mínimo.

Es muy importante que los enfermos sepan que casi las reacciones colaterales son temporales. Si bien los efectos adversos empiezan de inmediato, el efecto deseado o terapéutico puede tomar semanas o meses. La mayor parte de los medicamentos psicotrópicos requieren varias semanas para empezar a sufrir efectos y deben tomarse en forma consistente, como se prescriben, dosis tras dosis y día tras día para que alcancen su máxima efectividad. Por ejemplo, con los anti depresores mucha gente siente un efecto terapéutico pequeño, o ninguno, hasta por dos meses. A lo largo de este periodo de retraso es fácil que los enfermos se sientan desalentados y desmoralizados. Casi toda la gente espera que, cuando las medicinas funcionan, lo hagan de inmediato, de manera semejante a como el

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