Actitud Del Docente Ante La Investigación
fran1montes13 de Mayo de 2015
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PROYECTO DE TESIS
TÍTULO: ACTITUD DEL DOCENTE FRENTE A LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DEL PROCESO INVESTIGATIVO EN LA I.E PAMER.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
1. Planteamiento del problema:
La calidad de la educación se ha convertido actualmente en un tema de discusión en los espacios educativos. Ante esta situación me surgieron las siguientes preguntas: ¿se puede alcanzar calidad en la educación si existe inconsciencia sobre lo que implica este concepto en acción?, ¿cuántas personas comprometidas en acción existen en los espacios educativos?, ¿a quién se considera un profesional de la educación?, ¿con qué argumentos científicos se desarrolla la actividad educativa?
El nuevo educador debe interesarse por desarrollar capacidades éticas, pedagógicas y científicas que lo lleven a desempeñar su labor con profesionalismo frente a los problemas y exigencias del medio educativo. Al respecto señala Santos Guerra en García-Valcárcel (2001:9-10) el profesor ha de ser un conocedor de la disciplina que desarrolla, un especialista en el campo del saber, permanentemente abierto a la investigación y a la actualización del conocimiento, pero ha de saber también, qué es lo que sucede en el aula, cómo aprenden los alumnos, cómo se puede organizar para ello el espacio y el tiempo, qué estrategias de intervención pueden ser más oportunas en determinado contexto. Diversas perspectivas de análisis caracterizan el aula como reflejo de aquello que la sociedad exige que se enseñe, por lo tanto, quienes se interesan por entender el problema educativo dentro del salón de clases han comprendido que el aula es un laboratorio de observación en donde la tarea investigativa se hace necesaria debido a la importancia que tiene para el saber pedagógico estudiar lo que ocurre al interior de este espacio social ya que adquiere un sentido propio y profundo para maestros, alumnos y sociedad. Una tarea docente irreflexiva y sin búsqueda de mejoramiento continuo denota la falta de vinculación entre la enseñanza y la investigación, dando por resultado en la mayoría de los casos actos de enseñanza no acompañados de actos de aprendizaje. El replanteamiento de los contenidos y objetivos educativos conjuntamente con la formación de los docentes será la base para enfrentar los retos sociales y económicos que exige la sociedad del siglo XXI. (Duran, 1997) La calidad de la educación se puede mejorar por medio de la formación y actualización de los docentes, pero a su vez, es necesario acompañar estas actividades de estudios que profundicen en los problemas específicos del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La educación como componente de la realidad social de cualquier país, está llamada a jugar un papel de primer orden en el proceso de socialización de los individuos que lo integran, de ahí la necesidad que la educación esté orientada por principios básicos como la flexibilidad, la orientación e innovación e investigación elementos que identifican a una educación creadora, que la sociedad le imprime, es decir, en cada uno de los niveles que integran el sistema educativo, por esa razón el estado a través de las instituciones creadas para tal fin, pueda introducir los cambios que se estimen, puedan facilitar el alcanzar las metas y objetivos plenamente planeados.
En el mundo actual se observa cambios importantes en la formación académica, en su concepción, visión y funcionamiento sistemático con referencia a los modos, tal como los estilos de enseñanza individual, así como también colectiva, en este particular la investigación forman parte esencial para que se pueda lograr estos cambios. No obstante, la investigación en las instituciones, deben constituir el centro esencial para la formación de los profesionales en todos los campos del saber, ya no se concibe un profesor dedicado sólo a la docencia o la transmisión de conocimientos, se requiere de docentes activos que investiguen y conviertan a sus estudiantes de oyentes pasivos en coinvestigadores activos al integrar así la docencia y la investigación.
Todas las instituciones humanas son imperfectas y el reto que se plantea a cada una de ellas es aprender de los éxitos y los fracasos. Por eso existen quienes se sienten menos preocupados por la desigualdad y más por la eficiencia económica tienden a preocuparse menos por los valores no económicos como la justicia social, el medio ambiente, la enseñanza, la investigación, la diversidad cultural. Stiglitz (2006,24).
La opinión de Stiglitz, es una visión sistemática global de los diversos sistemas sociales existentes en la vida planetaria y sus interrelaciones, y esto se aprecia cuando ante la existencia de actitudes sociales, educativas culturales, que están presentes en los procesos de toma de decisiones, y que inestablemente arrojan juicios, intereses y valores. Asimismo establece que en el medio ambiente de la enseñanza debe prevalecer la investigación.
No obstante, en la formación académica de los estudiantes los docentes tienen que motivar y promover el proceso de investigación en las diferentes unidades curriculares. Esta formación del personal docente constituye uno de los factores esenciales del desarrollo de la educación y una condición importante para cualquier renovación pedagógico-científico-metodológica. Siendo la práctica educativa un proceso continuo en la búsqueda de conocimientos, la parte investigativa debe ser un componente primordial y básico de una manera tal que por medio del proceso científico y una pedagogía modernizada y bien concebida, el conocimiento puede ser un instrumento valioso para el proceso de transformación en la educación.
Es evidente, que está en manos de los docentes su actualización en el área de metodología y estrategia científica, que le permita ejercer con mayor precisión y eficiencia su rol de asesor, facilitador e investigador en el diseño, ejecución y presentación de trabajos de investigación por parte de los estudiantes. La asesoría, al igual que la realización de investigaciones, obliga a poseer conocimientos y manejo del método científico por parte de los docentes.
Asimismo, la UNESCO (2007) ha proporcionado un debate acerca de las obligaciones morales de la sociedad, así como la del estado, para que la Educación responda a los nuevos estándares del estudio y de la generación de nuevo conocimiento. En síntesis, el mundo de hoy requiere del conocimiento, por lo tanto, la universidad contribuye en el desarrollo integral de los participantes, pero para cumplir con los desafíos de los indicadores de estudio y productividad científica tanto el estado como la Universidad Pública, tienen que promover una transformación inicial tanto en la enseñanza como en la investigación. Por otro lado, no existe ninguna institución universitaria que proporcione una completa formación profesional, indispensable para que los docentes universitarios puedan manejar la docencia con la investigación, sin embargo la profesionalización de los docentes puede lograrse en generalizar las relaciones pedagógicas en el proceso de formación investigativa.
Por consiguiente, las ausencias citadas indican que los facilitadores tienen una misión en la transformación del rol docente, es por ello que los formadores de docente tienen la responsabilidad de la autorreflexión sobre el quehacer y a partir de su fruto planificar con una orientación que conduzca a los docentes a develar, conocer, analizar, en la medida de lo posible, para transformar la realidad educativa. En consecuencia, una buena formación docente debe estar presente en los facilitadores universitarios, así como la excelencia pedagógica, por esto debe adquirir una permanente actualización, en quienes resulta importante la adquisición de una sólida formación académica, orientada hacia la búsqueda del conocimiento, formación integral y vinculación de la docencia con la investigación.
En Latinoamérica, hay un poder intelectual importante que no encuentra los medios necesarios para desarrollarse. Los pocos países latinoamericanos que se destacan hoy en día en el desarrollo de las Ciencias son los que han invertido en forma progresiva y constante en su apoyo a las instituciones científicas. Sin embargo, no siempre es un denominador común que caracteriza a la mayoría de los países latinoamericanos. Lamentablemente, no se observan actitudes políticas que indiquen un cambio de posturas.
Los países latinoamericanos que no desarrollan investigación básica, son países dependientes que integran el llamado tercer Mundo.
Lo notable es que Latinoamérica se destaca por ser un importante proveedor de jóvenes científicos bien formados que buscan oportunidades en países desarrollados, para lograr los objetivos de su vocación. Pocos regresan, y de los que lo hacen, algunos vuelven a emigrar decepcionados por la indiferencia de los gobiernos, que no demuestran interés en apoyar su reinserción en los centros académicos. Un país es respetado por su desarrollo científico-tecnológico que origina Industrias Regionales sin dependencia externa y por la calidad de la educación en las universidades, que aseguran la competitividad a nivel internacional.
Uno de los dilemas que caracterizan la actitud política de los funcionarios de gobierno, que confeccionan y deciden el presupuesto para la ciencia en los países latinoamericanos, es decidir si se debe estimular y apoyar la investigación básica o jerarquizar una investigación mal llamada aplicada.
En nuestros países no existe tradición de apoyo empresarial a la investigación básica como ocurre en América del Norte y Europa. La creación
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