Aulas Interculturales

SEGUNDAS JORNADAS NACIONALES DE EDUCACIÓN

“La educación ante los retos del Bicentenario de la Patria”

Eje temático: “La educación en el siglo XXI: instituciones y actores”

Rosario. 6-7 septiembre 2012

Título del trabajo: Aulas interculturales

Patricia Santoianni- DNI 16924886

Universidad Autónoma de Entre Ríos- Paraná

Domicilio personal: 3 de febrero 443- Rosario. Tel: 0341-4485934

patsantoianni@gmail.com

Prof. de Filosofía y Cs. de la Educación- Lic. en Antropología

La historia de la humanidad da cuenta que la relación “nosotros-otros” se construyó en una tensión por la que para ser sí mismo se debía invisibilizar o exterminar al otro.

La diversidad asusta. Más que fuente de desafíos se presenta siempre amenazante.

Etnocentrismo, relativismo cultural han sido posicionamientos teóricos subyacentes a prácticas racistas, genocidas, etnocidades, individualistas. Se expresa como: “El otro no es como yo y por tanto no vale”; “Irrumpe en mi libertad y esto me molesta”- “O él o yo; no hay espacio para ambos”; “Soy autosuficiente y autoreferente”.

Un mundo polarizado entre buenos-malos/ civilizados-bárbaros/ blancos y negros. O con muchos fragmentos juxtapuestos, sin tocarse entre sí.

Aún si con la Declaración Universal de los DD.HH., al menos en teoría, universalismo y relativismo se conjugan en una aparente armonía, la complejidad de la naturaleza humana nos habla de nuevas fragilidades.

En nuestros días en nombre de la multiculturalidad se encubren acciones irresponsables ante reclamos de justicia por derechos vulnerados. La autodeterminación de sectores marginados sigue pendiente.

En este proceso tendría que ir el esfuerzo de la educación como etnoeducación. Educar desde y para el diálogo intra e intercultural.

El aula como comunidad de investigación donde aprendemos juntos/as- de todos/as; desde las múltiples diversidades.

La vida comunitaria de los pueblos originarios -relaciones de parentesco; reciprocidad en el intercambio de bienes y servicios; mundo como “casa de todos”- puede acercarnos una propuesta pedagógica.

Palabras claves:

Interculturalidad-Vivencia dialógica-Reciprocidad

Aulas interculturales

Parecería que el proceso de construcción de identidades requiere de una autonomía excluyente de los otros diversos que como tales siempre se concibieron como peligrosas amenazas. Consumismo e individualismo extremo en las relaciones, acciones racistas, genocidas, etnocidas manifiestan una concepción antropológica- ética distorsionada, de un ser humano que se basta a sí mismo.

Dos momentos paradigmáticos de este avasallamiento a la diversidad de otros mundos culturales son sin dudas el descubrimiento de América y la Revolución Francesa en el contexto del Iluminismo de la época.

El descubrimiento de América- afirma Lévi-Strauss- fue “el enfrentamiento de dos humanidades, sin duda hermanas, pero no por ello menos extrañas desde el punto de vista de sus normas de vida material y espiritual”.

El hombre americano, desde el horizonte cultural del “otro” es llamado indio y ubicado en un lugar “fuera del lugar” de lo posiblemente humano para esa época: ser católico-blanco; es decir, civilizado .También el temor y extrañamiento se vivió desde el lugar de los habitantes de estas tierras quienes se relacionaron con los conquistadores como una especie de mensajeros divinos. Unos para otros fueron no humanos. Múltiples registros en la cultura material atestiguan extrañamiento, desencuentro y gestos vacíos de sentido para cada cosmovisión con respecto a la otra.

Otro momento clave frente a la diversidad cultural fue el Iluminismo del siglo XVIII. Pensadores de la época embanderaron críticas al régimen monárquico. Subyacen conceptos de autonomía, libertad, igualdad.

Desde el cientificismo y liberalismo se estereotipa un modelo ideal de individuo: el hombre civilizado que coincidía nuevamente con el ser blanco, varón, católico y ahora racional.

En nuestro escenario latinoamericano vemos cómo los Nuevos Estados Republicanos que enarbolaron los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, en lo fáctico mantuvieron este esquema etnocentrista. La supremacía de unos sobre otros dependía del color de la piel, del ser o no alfabetizado, descendiente de europeo.

La nueva clase dominante -el criollo, hijo de los españoles- ejercía mecanismos de opresión y marginación sobre los mestizos e indígenas tanto o más fuertes que los ejercidos antes por los conquistadores sobre los pueblos originarios. Desde los inicios, el criollo se ubicó en un lugar de privilegio económico y político.

Desde aquel momento se visualiza en la constitución de las Repúblicas americanas la conflictiva vinculación entre Estado y Nacionalidades; Estado y múltiples identidades. Se cristalizaron e instalaron como modos de construir las ciudades, procesos de avasallamiento, yuxtaposición y de entrecruzamiento de vivencias culturales fragmentadas:

“El primer error que los blancos hacen cuando llegan a una comunidad es imponer sus ideas, sin importarle lo que piensa el otro. Es la idea del que viene de afuera, de otro lugar. Nosotros tenemos nuestra manera de pensar. Para acercarse al aborigen hay que escuchar, dialogar, preguntar...” Rosita- auxiliar bilingüe toba (de una entrevista realizada en marzo 2012 por Mirta Doria-docente-. Trabajo intercultural bilingüe en barrio toba- Resistencia. Chaco)

Pensamientos y sentimientos que persisten hasta hoy en el inconsciente colectivo.

“(…) del abrazo de la raza blanca -dominadora- y de los indios -raza dominada- nace el mestizo, trayendo por herencia los rasgos característicos de ambas pero mezclando en una amalgama estupenda en veces, porque determina contradicciones en ese carácter que de pronto se hace difícil explicar, pues trae del ibero la belicosidad, su ensimismamiento, su orgullo y vanidad, su acentuado individualismo, su rimbombancia oratoria, su invencible nepotismo,

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