Didáctica de la lengua
Eugenia MaríaExamen14 de Noviembre de 2018
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Fundamentación:
Enseñar Lengua implica entenderla y abordarla en términos más amplios que un mero instrumento de interacción/comunicación, en el cual el uso principal del lenguaje queda reducido a la comunicación, sino que, es importante comprender que el lenguaje es un componente específico y necesario del sistema cognitivo que interactúa con otros sistemas no lingüísticos para producir, procesar e interpretar información. [1]
Esta propuesta pedagógica y didáctica centra su atención en alumnos de 6° año del Ciclo Orientado en Arte, lo que nos permite presentar un cuerpo de conocimiento propio del área de Lengua en la que, haremos foco en la argumentación como una tipología textual poseedora de estructura, características, recursos y función particular; por lo que se propone recuperar y resignificar contenidos aprendidos en el trayecto académico para darle continuidad y llevarlos a un nivel mayor de abstracción. Partiendo de la tipología de Werlich, presente en el capítulo de Marina Cortés: Los textos. Marcos teóricos y prácticas de enseñanza, se distinguen cinco bases textuales que se relacionan con las actividades cognitivas humanas; el autor considera que cada uno de los tipos textuales (descriptivo, narrativo, expositivo, argumentativo y directivo) se vincula con distintas formas de la capacidad humana de conocimiento. En el caso de la argumentación, esta se correlaciona con el juzgar, es decir, con la comprobación de relaciones entre cosas y/o conceptos a través de la indicación de semejanzas, oposiciones y variaciones. Desde una perspectiva cognitiva, es importante partir de los conocimientos previos que poseen los hablantes, ya que estos al enfrentarse con diferentes tipologías textuales son capaces de producir una forma de conocimiento intuitivo de sus reglas y propiedades, lo que permite concluir que la actividad de clasificar es inherente al uso de los textos, y aunque no sea sistemática, forma parte de las actividades de interpretación y producción de enunciados que realizan los usuarios de una lengua.[2] La argumentación está presente en la vida cotidiana de los sujetos que viven en comunidad, todo el tiempo argumentamos a favor o en contra de todo lo que consideramos opinable, entonces identificar y sistematizar las características de la trama textual argumentativa redundará en grandes beneficios en roles sociales y familiares. Esta parece concentrar en sí las expectativas de formar estudiantes que puedan sostener una idea, un juicio, una posición ideológica o reconocerla en otro, defenderla o entender la forma en que otro lo hace, construir argumentos válidos, variados y contundentes para convencer a otros, para mostrarse como un sujeto que razona, discute con sustento, acepta juicios ajenos y promulga los propios, etc.[3]
Para abordar esta tipología textual, se trabajará con actividades de lectura y escritura: la actividad de lectura, estará sustentada por el modelo teórico de K. Goodman, presente en el texto de Marta Marín, entendiendo que la lectura es un proceso de compresión, sustentado en la interacción entre el lector y el texto; el lector no es un sujeto pasivo que “recibe” información del texto, sino un sujeto activo que tiene diferentes intenciones de lectura, aporta sus propios conocimientos, procesa la información que recibe del texto en virtud de estos conocimientos anteriores, formula hipótesis, hace deducciones, interpreta un sentido global del texto y sentidos más localizados y puede resumir esa información[4]; Por otro lado, la actividad de escritura estará sustentada por el modelo de Flower y Hayes, entendiendo que la escritura consta de momentos recursivos, que se imbrican, se superponen, se repiten y se vuelven sobre sí mismos una y otra vez; en esta actividad, en mayor medida que en la de leer, se pone en juego la amplia gama de conocimientos que la lingüística propone debido a qué, en la lectura, los procesos mentales están dedicados a la reconstrucción de sentidos, mientras que en la escritura, la carga cognitiva está aumentada por el hecho de tener que construir los sentidos, a demás de tener que organizar el texto, los párrafos, las oraciones, utilizar un léxico apropiado, el uso de convenciones como la puntuación y la ortografía, tener conocimientos acerca del tipo de texto, sintaxis, etc., con el fin de que la construcción del texto sea tan eficaz que el lector pueda hacer fácilmente la reconstrucción y que esa reconstrucción se corresponda con lo que quiso comunicar.[5]
Esta propuesta tiene la intención de generar situaciones de aprendizaje que permitan adquirir los conocimientos adecuados para poder leer y comprender un texto argumentativo y junto con ello poder razonar, justificar, demostrar, explicar, ejemplificar, etc. debido a que el conocimiento y dominio de la argumentación es imprescindible para poder interactuar en diferentes situaciones comunicativas de la vida cotidiana.
Objetivos:
- Identificar las características de la trama textual argumentativa a través de la lectura de un artículo periodístico y una carta.
- Reconocer las posibilidades/ dificultades comunicativas que la argumentación brinda.
- Analizar recursos que manifiesten opiniones.
- Desarrollar la capacidad de escritura mediante la producción autónoma de textos escritos.
Propósitos:
- Propiciar la reflexión lingüística a través de la práctica escrituraria y lectura de argumentaciones.
- Reconocer la importancia de los argumentos a la hora de manifestar y sostener una determinada posición.
- Incorporar estrategias discursivas para mejor manejo de las situaciones comunicativas.
Aprendizajes y contenidos:
- ORALIDAD LECTURA Y ESRITURA EN EL ÁMBITO DEL ESTUDIO:
- Lectura de textos argumentativos que sostienen diferentes tesis en relación con un mismo tema, fenómeno, problemática o teoría en medios impresos y digitales.
Estrategias metodológicas:
- Presentación de material audiovisual.
- Lectura en voz alta.
- Trabajo en grupo de dos personas.
- Escritura individual.
- Corrección y revisión de la producción escrita mediante grillas.
- Corrección y revisión de la producción escrita mediante borradores.
- Realización y corrección de las actividades en el espacio áulico.
- Corrección por parte de la docente y de los compañeros.
Secuencia de actividades: Clases de ochenta minutos cada una.
PRIMERA CLASE:
Esta clase comenzará con la presentación de un video llamado “Mafalda. El televisor. Argumentos y contra argumentos”[6] con la intención de comentar acerca de él. Resaltando aquellos momentos donde los personajes manifiestan sus posiciones y pensamientos. Se comenzará la charla con algunas preguntas disparadoras: ¿Por qué quería Mafalda el televisor? ¿Por qué su papá no quería un televisor en la casa? ¿Cuáles son sus razones? ¿Considerarían a sus razones como “argumentos”? ¿Por qué? ¿Sus razones poseen alguna intención en particular? El interés radica en demostrar que la argumentación se la lleva a cabo, día a día, de forma automática, por ejemplo: para convencer a nuestro padre de comprar el último modelo de un celular, al querer convencer a su mamá para salir, o justificar una mala calificación, o al pedirle a un docente que se cambie la fecha de examen, por ende, es necesario conceptualizar y categorizar aquellos conocimientos que los ejecutamos diariamente, de forma inconsciente en cualquier situación comunicativa.
Posterior a esto, se repasarán nociones básicas del texto argumentativo, se presentarán los recursos argumentativos y a la lectura. Es importante tener en cuenta que los alumnos han trabajado texto argumentativo desde tercer año, por esa razón se parte de los saberes previos que poseen complejizándolos con la presentación de los recursos argumentativos. En principio, se traerá a la situación de clase todos aquellos conocimientos que los alumnos poseen al respecto, ya sean los obtenidos en trabajos de años anteriores o aquellos que ellos consideran o interpretan de la argumentación; se utilizará el pizarrón para registrar los aportes e ir esquematizando un cuadro conceptual que deberán copiar en sus carpetas. Luego de esto se entregará el material que se encuentra en el anexo, leyendo específicamente la hoja de recursos argumentativos, con sus respectivos ejemplos y conectores, de ser necesario se buscarán otros ejemplos para esclarecer la interpretación de los recursos.
Lo siguiente a ello es comenzar con la lectura de la carta publicada en Facebook. Lo primero que se hará es comentarles a los alumnos que el material de lectura entregado gira en torno a la Ley Justina. Respecto a ello se les preguntará de qué creen que habla el texto, si tienen conocimiento acerca la ley Justina, si saben a qué está relacionado, si han oído hablar, en el caso de que su respuesta sea sí: si conocen algún caso de trasplantes, etc. Previo a la lectura se les aclarará a los alumnos que se trata de una publicación extraída de Facebook y se dialogará acerca de las intenciones de esta red social a partir de su conocimiento como usuarios. A partir de esto, se comenzará por identificar el autor de la publicación, dando vital importancia a su profesión para otorgarle sentido a la lectura. Luego, se pasará a la lectura del título para inferir acerca de la posición de dicha persona. Al ser un poco extensa la publicación se leerá alternativamente entre docente y alumnos. En el momento de lectura, al llegar al párrafo donde el usuario aclara que lo siguiente que se leerá es la carta que él envió, la docente intervendrá para advertir sobre ello y preguntará qué del formato prototipo de la carta no se encuentra en aquella publicación y por qué es que se presenta de esa manera. Cuando la lectura cese, se comentará oralmente del contenido propuesto, preguntándoles cuál les parece la posición del autor, y si pueden establecer relación con lo escrito en el pizarrón, si encuentran indicios de argumentación, o del texto argumentativo, etc.
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