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EDUCACION Y CULTURA EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI


Enviado por   •  10 de Junio de 2013  •  4.951 Palabras (20 Páginas)  •  442 Visitas

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EDUCACION Y CULTURA EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI

Contextos y tendencias

El mundo que aborda la educación

1La educación ha sido considerada estos últimos años como la “clave de acceso” al siglo XXI. Un mundo globalizado donde el dominio de la tecnología sobre la vida social se agudiza progresivamente y un escenario complejo de transformaciones sociales y culturales, desafían la creatividad e imaginación de los educadores.

2Estamos viviendo una mundialización y transformación de los procesos económicos y productivos. En las últimas décadas se vienen modificando aceleradamente los sistemas organizacionales y las instituciones, provocando cambios significativos en el modo de producción a todo nivel, desestructurando y liberalizando el sistema de empleo y régimen laboral.

3A su vez, los Estados resienten por una parte, la configuración de escenarios regionales y globales complejos de gestionar y por otra parte, el debilitamiento de las identidades nacionales con el consecuente efecto en los procesos de democratización.

4El capital social de las personas y comunidades se deteriora en la medida en que es exigida a producir niveles límites de autonomía en contextos altamente liberalizados económicamente (casi la mitad de la población mundial se encuentra en condiciones de pobreza a comienzos del siglo XXI, según datos del BM y el FMI).

“Este último cuarto de siglo ha estado marcado por notables descubrimientos y progresos científicos, muchos países han salido del subdesarrollo y el nivel de vida ha continuado su progresión con ritmos muy diferentes según los países. Y, sin embargo, un sentimiento de desencanto parece dominar y contrasta con las esperanzas nacidas inmediatamente después de la última guerra mundial” (Delors, 1999).

5También estamos viviendo una revolución en las comunicaciones y el tratamiento de la información. La tecnología domina el escenario de cambios, estableciendo nuevos encuadres en la relación entre ser humano-conocimiento-tecnología (por ejemplo, en el campo biotecnológico y en el de la automatización de procesos).

6Se denomina a este período, la época de la sociedad del conocimiento, indicando con esto, la importancia que adquiere en la economía la producción terciaria, la intermediación a través de redes, los analistas simbólicos y el crecimiento del cuarto sector. A esto se une como contraparte, la disminución de las ocupaciones manuales, aumento del desempleo y flexibilización laboral.

7Estos procesos de cambio rediseñan los sistemas de acción humana hacia la llamada sociedad de redes. Una organización fundada en la dinámica de interactividad de los componentes, focalizada en las relaciones y por ende dando suma importancia a la transmisión y procesamiento de informaciones a velocidades cada vez más altas.

8Por otra parte, el desarrollo del conocimiento nos trae a la mano un nuevo escenario: los cambios de paradigmas. La concepción clásica del ser humano como un ente racional -distinguido en el mundo de las especies animales por su mente o “espíritu”-, comienza a desmoronarse insertando una cuota no menor de incertidumbres en la sociedad.

9Las condiciones de vida actuales se enfrentan a la incertidumbre, lo incierto y no previsto de las dinámicas y velocidades con que se construyen los pilares de la modernidad. Estamos expuestos a la relatividad cultural, al reconocimiento de la variedad y extensión de conocimientos que ponen en tela de juicio nuestras afirmaciones morales y filosóficas, a la experiencia de la presencia cada vez más dominante de la diversidad.

10En este cuadro, se destacan grandes modificaciones en el seno de la familia y las comunidades. Las pautas de convivencia social tradicionales son insuficientes y a veces discriminatorias frente a las realidades actuales. La vida cotidiana se encuentra tensionada por la pluralidad y lo heterogéneo. La tradición se encuentra interdicta en su propio espacio de reproducción y esto puede provocar desafecciones graves tales como el fundamentalismo.

11Es en esta realidad que la educación se desenvuelve, hoy. “Nuestros contemporáneos experimentan una sensación de vértigo al verse ante el dilema de la mundialización, cuyas manifestaciones ven y a veces sufren, y su búsqueda de raíces, referencias y pertenencias. La educación debe afrontar este problema porque se sitúa más que nunca en la perspectiva del nacimiento doloroso de una sociedad mundial, en el núcleo del desarrollo de la persona y las comunidades. La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal” (Delors, 1999).

12Agrega Delors, "La interdependencia planetaria y la mundialización son fenómenos esenciales de nuestra época...El principal riesgo está en que se produzca una ruptura entre una minoría capaz de moverse en ese mundo en formación y una mayoría que se sienta arrastrada por los acontecimientos e impotente para influir en el destino colectivo, con riesgo de retroceso democrático y de rebeliones múltiples”.

13La fuga de profesionales altamente especializados desde países pobres hacia los centros tecnológicos de punta, las brechas digitales que comienzan a verificarse tanto a niveles regionales como nacionales, la escasa inversión en I&D en los países en desarrollo, la mantención de altas tasas de analfabetismo y de acceso a la educación básica, son algunas de las manifestaciones que gradúan el riesgo aludido.

14La evaluación de los programas de una Educación para Todos (UNESCO, Dakar, 2000) muestra que al año 2000 hay más de 113 millones de niños sin acceso a la enseñanza primaria y 880 millones de adultos analfabetos; que la discriminación entre los géneros impregna los sistemas de educación; y que la calidad del aprendizaje y la adquisición de valores humanos y competencias distan mucho de las aspiraciones y necesidades de los individuos y las sociedades.

15Aunque la tensión que origina la orientación economicista de la educación tiene una fuerte influencia en estos años, no es menos cierto que el problema de la cultura vuelve al tapete como eje sustancial de los desafíos que los educadores deben abordar en las próximas décadas. ¿Qué mundo queremos vivir?, ¿Qué sociedad esperamos dejar a nuestras generaciones futuras?.

Tendencias hacia la educación única.

16Una de las respuestas globales a estos problemas educativos, en las últimas décadas, ha sido la implementación de reformas en los sistemas escolares. Estas reformas han tendido

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