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LAS INTERACCIONES DE LOS ALUMNOS, GRUPO, PROGRAMA, AUTORIDADES, COMUNIDAD Y COLECTIVO ESCOLAR.


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2014  •  2.009 Palabras (9 Páginas)  •  1.059 Visitas

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El proceso de enseñanza–aprendizaje se produce en el aula y la calidad del desarrollo de ese proceso va a venir determinada en principio por las condiciones físicas de ese escenario, por la distribución de los alumnos y por el tipo de interacciones personales que en él tengan lugar.

El aprendizaje escolar se produce en un contexto que no solo es un escenario físico sino también un contexto social. Cada aula tiene una atmósfera o clima distinto que surge del tono predominante de las vivencias emocionales de sus miembros y que se haya asociado al tipo de interacciones personales que existen entre los alumnos y el profesor y entre los alumnos.

La cantidad y calidad de las interacciones personales están en relación con la cohesión del grupo. Los grupos con alta cohesión son cooperadores y amistosos, trabajan de manera coordinada y se elogian mutuamente cuando consiguen los objetivos. Los grupos con baja cohesión son hostiles y agresivos y se alegran de los errores que cometen los demás.

Cabe distinguir unas causas extrínsecas al grupo, que son los controles y las influencias del exterior del aula, e intrínsecas, que se desarrollan con la dinámica del propio grupo.

Todo grupo tiene siempre un objetivo: el objetivo del grupo. El objetivo de un grupo de alumnos a largo plazo es conseguir sus metas educativas, y a corto plazo conseguir una pluralidad de objetivos de aprendizaje.

Que los miembros de un grupo actúen de mesa interacción, que denominan estructura de finalidad o estructura de meta puede ser de tres clases: cooperativa, en la que los alumnos son conscientes de que solo podrán alcanzar los objetivos si los compañeros lo alcanzan también; competitiva, donde los alumnos percibirán que conseguirán su objetivo si y sólo si los demás compañeros no lo alcanzan; e individualista, en la que los alumnos perciben que el logro de sus objetivos es independiente de lo que hagan sus compañeros anura u otra depende de su percepción del objetivo como tarea grupal o Ausubel señala que la competencia y la cooperación no son excluyentes y que en nuestra cultura, ambas son valoradas. La competencia tiene aspectos negativos pues puede inhibir el aprendizaje ante la expectativa de fracaso con la consiguiente ansiedad y que en situaciones extremas puede provocar en algunos sentimientos de inferioridad. Pero cuando tiene lugar en situaciones moderadas, ayuda a los alumnos a adaptarse a la organización competitiva y facilita que los alumnos construyan un autoconcepto realista de sus propias capacidades.

La competición estimula el esfuerzo y eleva los niveles de aspiración. Los niños de primaria trabajan con más afán en condiciones de competición que cuando lo hacen de manera anónima, y les estimula más la obtención de recompensas individuales que grupales individual.

El aprendizaje cooperativo tiene diferentes definiciones, pero todas tienen un denominador común que presenta dos características: una estructura para la cooperación y un trabajo en equipo interdependiente. Estos grupos pueden formarse por el profesor o son los propios alumnos quienes pueden formarlo. Los alumnos se dividen en grupos heterogéneos en cuanto a capacidad y otras características personales.

La materia, que ha sido dividida, es distribuida entre los distintos componentes del grupo que tienen la responsabilidad de estudiarla.

Los miembros a los que le han correspondido estudiar la misma materia, grupos expertos, se reúnen para preparar mejor su tema, y pueden ser ayudados por el profesor.

Cuando cada alumno tiene preparado su tema regresa al grupo para enseñar a los compañeros lo que ha aprendido y para debatir el tema.

Finalmente tiene lugar una evaluación y calificación individual obtenidas sobre la totalidad de la materia. Los mejores grupos reciben algún reconocimiento. Los puntos de consiguen del siguiente modo: cada alumno tiene una puntuación base, expectativa individual del aprendizaje, que es estimada por el profesor y que representa el nivel medio de ejecución del alumno, es esa puntuación el criterio para juzgar el resultado del examen.

Según sea la mejora de ejecución en relación con la expectativa puede ganar de uno a tres puntos para el grupo.

Un clima positivo tiende a producir rendimientos escolares satisfactorios. En el clima del aula influyen cuatro factores: el entorno físico, el estilo de liderazgo del profesor, la cohesión entre sus miembros y la prevención.

Como una derivación de estos factores está el control del aula: conducción de la clase de tal manera que reúna unas condiciones que permitan a los alumnos dedicarse y centrar su atención en las actividades escolares y que prevengan la aparición de comportamientos perturbadores o de disciplina.

Hernández, en un estudio realizado con profesores de preescolar, primaria y secundaria, encontró que las conductas que más les preocupaban eran, en primer lugar, desorden, la falta de silencio y de atención y molestar a los compañeros. En segundo lugar, desobediencia, agresiones físicas, la intranquilidad y el desasosiego, y en tercer lugar, insultos, robos, burlas y las conductas sexuales impropias.

Parece ser que la disciplina sigue siendo uno de los principales problemas. La enseñanza secundaria es un problema de fuerte preocupación y se señala y una de sus causas.

Al ser obligatoria hasta los 16 implica la permanencia de un elevado número de alumnos que rechazan la escuela y ante la obligación de permanecer en ella provocan conflictos, actos de rebeldía... Unido a la falta de recursos de los profesores que se ven privados de recursos, la consecuencia en estrés, ansiedad, y en el profesorado. Sin disciplina no hay enseñanza ni aprendizajes eficaces.

Para Ausubel la disciplina es necesaria por ser una exigencia para el aprendizaje y porque desempeña cuatro funciones en la formación del individuo joven:

1) Es necesaria para la socialización, para aprender las normas de conducta que son aprobadas y toleradas en una cultura,

2) es necesario para la maduración de la personalidad, para adquirir rasgos de confianza, autocontrol, persistencia y la capacidad para tolerar la frustración,

3) es necesaria para la internalización de normas y obligaciones morales y

4) es necesaria para la seguridad emocional de los niños.

En cuanto a elogiar las conductas apropiadas, el elogio es un reforzamiento que debe ser contingente a la aparición de las conductas deseadas. Una sonrisa, un gesto, una palabra, dados con sinceridad, pueden ser suficientes para reforzar la conducta del alumno.

Y respecto a

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