Organizacion Del Trabajo Academico

INTRODUCCION

El sistema educativo se sitúa en nuestras sociedades modernas como un subsistema que no es posible analizar sino en sus relaciones con la estructura de la sociedad global.

Durkheim dice que la educación ha variado infinitamente según los tiempos y países. Cada sociedad considerada en un momento determinado de su desarrollo, tiene un sistema de educación que se impone a los individuos con una fuerza generalmente irresistible.

La educación, dada dentro de una determinada sociedad, cambiará con el tiempo y en la medida que cambie la sociedad misma. Esta sociedad es necesaria e imprescindible para que el hombre se desarrolle como tal, por lo mismo la educación solo puede tener lugar en un medio social.

Los métodos educativos configuran la conducta y el comportamiento de los individuos. De este modo la metodología utilizada en la escuela contribuye a estructurar el conjunto de las actividades y conducta sociales. Quiere esto decir que serán los módulos sociales predominantes lo que reviertan sobre los métodos educativos, antes que éstos sobre la sociedad.

En el siguiente trabajo se plantearan una serie de estrategias que fortalezcan la organización del trabajo académico, sobre todo de la escuela en la que se labora, estas orientadas a generar prácticas que respondan a las exigencias de la educación en nuestro país.

A lo largo de este curso se analizaron algunas estrategias, que nos sirven para fortalecer la organización del trabajo académico en nuestro centro de trabajo, lo primero que considero importante para que funcione de una mejor manera es trabajar en algunos elementos que contribuyan a lograr primeramente una gestión académica de calidad, esta significa la actividad que desarrollamos los integrantes de la comunidad escolar, para satisfacer nuestras necesidades, intereses y expectativas individuales y colectivas, que tienen que ver con mejorar las condiciones del trabajo que realizamos como pueden ser:

 Crear ambientes de trabajo propicios donde se manifieste la colaboración y participación, donde se tomen en cuenta aquellas aportaciones y sugerencias para incidir en los problemas que aquejan la vida escolar, además de alentar la tarea de los otros y se reconozca que todos somos importantes.

 Desarrollar trabajo colegiado, el cual considero importante pues dentro de este además de ser un espacio en donde nos reconocemos como profesionales de la educación, pero también como seres humanos, como grupo con posibilidades de desarrollar un manera distinta de trabajar en la escuela.

 Entender la toma de decisiones, como el juicio que se hace sobre el valor de la información de la cual disponemos y sobre la conveniencia de algunas alternativas construidas grupalmente, las que conforman un abanico de opciones con limitantes y posibilidades para llevarlas a la práctica.

 Asumir el juego de roles, con la mira de lograr los objetivos educacionales de la institución, reconociendo que somos parte de ella y que el trabajo compartido que realizamos establece intercambios de toda índole, y que le dan funcionalidad a una organización escolar creada y desarrollada por nosotros.

Es necesario también que si estamos realizando vida académica, formación y autoformación de la comunidad escolar desde la propia institución o centro de trabajo, es necesario fortalecer la gestión académica que se ha propiciado y generado a través de cuatro aspectos centrales:

El primero la capacidad de problematizar la realidad, esto se refiere a que como maestros es necesario desarrollar esta capacidad poco a poco en cuanto a la problematización de la vida escolar, esto para tener la opción de buscar y ejecutar alternativas de solución.

El segundo se trata de crear preguntas frente a viejos problemas, es necesario que veamos a estos desde otra perspectiva o enfoque, plantearles nuevas interrogantes que nos permitan incidir en ellos, para no caer en la resignación.

El tercero es dar solución a problemas existentes, esto se refiere a buscar alternativas de solución, diseñar estrategias para abordarlos, hacer un trabajo en equipo, grupal y sobre todo de compromiso mutuo, un propósito común que permita crear condiciones para la discusión y análisis en un ambiente de respeto, donde tenga cabida la participación y la voluntad por transformar.

Y finalmente que el maestro pueda argumentar el sentido de su trabajo, esta última se refiere a propiciar la interrogación permanente como motor central de la vida académica, propiciar el asombro ante la tarea cotidiana y generar voluntad de saber.

Dentro de mi práctica docente considero necesario tener en cuenta el primer aspecto que se refiere principalmente a propiciar un buen clima de trabajo, que como vimos es expresión de un ambiente donde se comparten proyectos y preocupaciones, se clarifica el sentido individual y colectivo de la tarea y se potencia el compromiso de cada uno con las metas de la institución. Lo considero necesario sobre todo porque si se quiere trabajar sobre cualquier proyecto en beneficio no solo de la institución si no de nosotros mismos, es muy importante trabajar en un ambiente estimulante que nos permita tener la libertad de proponer nuevos métodos de trabajo, apoyo y cierta independencia que el director puede conceder al maestro, que seamos valorados como profesionales y no como un asalariado más, libertad para planificar y resolver situaciones problemáticas, tolerancia, compañerismo entre colegas; aliviar tensiones, estímulos y sobre todo reconocimientos que nos estimulen a mejorar cada día nuestra práctica docente.

Como bien sabemos la conformación del clima de trabajo en las escuelas es semejante, sin embargo, a una especie de casualidad que sobreviene. Todos los docentes contribuyen a formarlo y todos lo padecen, pero no parece ser una dimensión “consciente”, pensada, de la dinámica institucional.

Otra estrategia no menos importante es el proyecto escolar que no es más que una tarea colectiva en permanente construcción. Pensar un proyecto y proponerse su elaboración es una acción legítima de quienes se asumen como sujetos activos de una institución. No se transita de la propuesta a la realización cuando se procede a su implantación, todo esto no deja de ser mera actividad subjetiva.

El proyecto remite a idearlo, apreciación de situaciones y tendencias, significación de necesidades, propósito para generar prácticas; se traduce en un discurso que aspira a la legitimación, a través de ofrecerse como viable, fundamentado, justificado

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