SIMPLIFICACION ADMINISTRATIVA Y CALIDAD DE LA EDUCACION

MTRA. EN C. MARIBEL ALVAREZ ZACARIAS

P R E S E N T A:

SIMPLIFICACION ADMINISTRATIVA Y CALIDAD DE LA EDUCACION

PRESENTACION

En estos tiempos, la modernización y los avances tecnológicos están presentes en el ámbito del conocimiento humano, en donde el docente se enfrenta cotidianamente al fenómeno del aprendizaje. En este contexto podemos decir que los directores educativos y docentes se enfrentan a diferentes situaciones como:

• Evolución tecnológica que incide en el conocimiento y en las actividades educativas.

• Cambiar paradigmas educativos actuales.

• Surgimiento de nuevos modelos de procesamiento de la información para los aprendizajes.

Paralelamente, el aspecto administrativo no ha evolucionado, por lo que tenemos lo siguiente:

• Los directivos le dan poca importancia al aspecto administrativo de las instituciones, centrándose en aspectos financieros y conductuales.

• Los aspectos administrativos en el proceso educativo no se aplican con el suficiente conocimiento debido a la falta de preparación o actualización; teniendo una administración más empírica e incipiente.

• Exceso de documentación administrativa, rezago y falta de tiempo para su entrega.

Por lo que los factores que inciden en la eficacia y calidad del sistema educativo, lo constituye una buena o mala gestión administrativa, imprimiéndole un toque de excelencia que ofrece, tanto la filosofía, la estructura y los medios de la organización, como la calidad del docente, desde el inicio y durante todo el proceso educativo.

Los responsables de la organización dedicada a la enseñanza, poco toman en cuenta el factor administrativo y concluyen por manejarlo de manera empírica, ya sea porque se han cambiado los formatos constantemente, o porque no dimensionan el valor de la administración como una disciplina de liderazgo, de conducción y sobre todo, de control.

La finalidad de una educación de calidad es la de proporcionar conocimiento, formar al educando, integrando sus diversas etapas de desarrollo vital y servir a la sociedad con un producto terminado de alta calidad ética, moral y de preparación científica, técnica y humanista.

Para lograr una educación de calidad es necesario tener una excelente administración: planear, organizar, comunicar y controlar. Fijar plenamente la filosofía de acción en función de los objetivos: ¿qué, para qué, quién, a quién, cuándo, a través de qué y cómo?

La educación es un fenómeno que puede asumir las formas y las modalidades más diversas, según sean los distintos grupos humanos y su correspondiente grado de desarrollo; pero en esencia es siempre lo mismo. Desde una perspectiva muy particular, la educación se puede citar como trasmisión de la cultura del grupo, o bien educación institucional, en cuanto tiene como fin llevar las nuevas generaciones al nivel de un mundo globalizado, cubriendo las necesidades de la sociedad actual.

Es de todos conocido las dificultades con que tropieza la educación en sus distintos niveles, gran parte de los profesores prefieren un método histórico y tradicional a utilizar un nuevo paradigma, un nuevo modelo que propicie la reflexión crítica del alumno, su genuina participación pero principalmente un real aprendizaje que genere en su momento un mejor nivel de vida del mismo. Hablar de calidad de la educación ya sea en un primer nivel o en el nivel universitario es como tratar de ordenar las piezas de un gran rompecabezas en donde algunas de ellas realmente no existen, no podemos presumir de evaluación cuando en realidad solo es simulación, ya que jamás se realizó una adecuada planeación que incluyera indicadores de base, estándares, metas, objetivos y estrategias coherentes ¡sin esto previamente no podemos hablar de evaluación! Y nuestro discurso jamás será coherente con nuestra práctica.

Cuando hablamos de un cambio hacia la calidad, no es referirse a una moda, o a un objetivo pasajero o a un cambio superficial en nuestra actitud, hablamos de la calidad de la educación que trascienda a una calidad como forma de vida. Para que lo anterior sea real, necesitamos que este enfoque se convierta verdaderamente en parte de nuestra cultura: Que trascienda de lo individual a lo colectivo. Que sea algo que se respire, se valore, se aprecie y se viva en la vida cotidiana de nuestro país.

El primer impulso natural, al analizar a nuestra sociedad actual, es criticar. Criticar de una manera negativa y pasiva. Esta es la actividad más fácil y menos útil del proceso. Lo que somos ahora como nación, es producto de una serie de complejos factores, a los que la sociedad ha respondido de la mejor manera que ha sido capaz en cada momento. Lo importante ahora no es querer cambiar con un nuevo paradigma de educación a la sociedad, sino primero

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