Simulacion.El aprendizaje es un proceso de retroalimentación

1 Process Point: El significado de la retroalimentación En el lenguaje común, el término "retroalimentación" ha servido como un eufemismo para criticar a los demás, como en "el jefe me dio retroalimentación sobre mi presentación". Este uso de la retroalimentación no es lo que destacamos en la dinámica del sistema. Además, "retroalimentación positiva" no significa "elogio" y "retroalimentación negativa" no significa "crítica". La retroalimentación positiva denota un proceso de autorefuerzo, y la retroalimentación negativa denota un autocorrector. Cualquiera de los tipos de bucle puede ser bueno o malo, dependiendo de la forma en que esté funcionando y, por supuesto, de sus valores. Reserve los términos retroalimentación positiva y negativa para los procesos de autoreforzamiento y autocorrección, y evite describir las críticas que da o recibe a otros como retroalimentación. Decirle a alguien su opinión no constituye un comentario a menos que actúe según sus sugerencias y, por lo tanto, lo lleve a revisar su punto de vista. Aunque solo hay dos tipos de bucle de realimentación, los modelos pueden contener fácilmente miles de bucles, de ambos tipos, acoplados entre sí con múltiples retrasos de tiempo, no linealidades y acumulaciones. La dinámica de todos los sistemas surge de las interacciones de estas redes de retroalimentación. La intuición puede permitirnos inferir la dinámica de los bucles aislados, como los que se muestran en la Figura 1-5. Pero cuando interactúan múltiples bucles, no es fácil determinar cuál será la dinámica. Antes de continuar, intente el desafío que se muestra en la Figura 1-6. Cuando la intuición falla, generalmente recurrimos a la simulación por computadora para deducir el comportamiento de nuestros modelos.

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1.2 El aprendizaje es un proceso de retroalimentación

Así como la dinámica surge de la retroalimentación, también todo el aprendizaje depende de la retroalimentación. Tomamos decisiones que alteran el mundo real; Recopilamos información sobre el mundo real y, al utilizar la nueva información, revisamos nuestra comprensión del mundo y las decisiones que tomamos para acercar nuestra percepción del estado del sistema a nuestros objetivos (Figura 1-7).

El bucle de retroalimentación en la Figura 1-7 aparece en muchas formas a lo largo de las ciencias sociales. George Richardson, en su historia de conceptos de retroalimentación en las ciencias sociales, muestra cómo a partir de la década de 1940 los pensadores líderes en economía, La psicología, la sociología, la antropología y otros campos reconocieron que el concepto de retroalimentación desarrollado en física e ingeniería se aplicaba no solo a los servomecanismos, sino también a la decisión humana y los entornos sociales.

Para 1961, Forrester, en Industrial Dynamics, afirmó que todas las decisiones (incluido el aprendizaje) tienen lugar en el contexto de la retroalimentación. Más tarde, el psicólogo Powers (1973, p. 351) escribió: La retroalimentación es un aspecto fundamental del comportamiento que es tan general. Invisible como el aire que respiramos. Literalmente es un comportamiento, no sabemos nada de nuestro propio comportamiento, sino los efectos de retroalimentación de nuestros propios resultados.

Estos pensadores de retroalimentación siguieron los pasos de John Dewey, reconocieron el carácter de bucle de retroalimentación del aprendizaje alrededor del comienzo del siglo XX cuando describió el aprendizaje como un ciclo iterativo de invención, observación, reflexión y acción (Schon 1992). ahora impregnaba la mayoría de las ciencias sociales y de gestión. El aprendizaje como un proceso de retroalimentación explícita incluso ha aparecido en herramientas de gestión prácticas como Total Quality Management, donde el denominado ciclo de Shewhart-Deming PDCA (Plan-Do-Check-Act) se encuentra en el El corazón del proceso de mejora en la calidad de la mejora de la calidad (Shewhart 1939; Shiba, Graham y Walden 1993).

La única retroalimentación mostrada en la Figura 1-7 describe el tipo de aprendizaje más básico. El bucle es una retroalimentación negativa clásica por la cual los tomadores de decisiones comparan la información sobre el estado del mundo real con varios objetivos, perciben discrepancias entre los estados deseados y reales, y toman acciones que (ellos creen) harán que el mundo real se mueva hacia el estado deseado. Incluso si las elecciones iniciales de los tomadores de decisiones no cierran las brechas entre los estados deseados y los reales, el sistema podría llegar a alcanzar los estados deseados. Las decisiones subsiguientes se revisan a la luz de la información recibida (ver Hogarth 1981). Cuando conduzco, es posible que gire el volante demasiado poco para que el automóvil vuelva al centro de mi carril, pero como la respuesta visual revela el error, continúe girando el volante hasta que el automóvil vuelva al estrecho y recto. Mi empresa es demasiado baja para equilibrar los pedidos con la producción, los inventarios agotados y los largos retrasos en la entrega, lo que puede ocasionar un aumento gradual del precio hasta que se descubra una aplicación que despeja el mercado.

[pic 2]FIGURA 1-7 El aprendizaje es un proceso de retroalimentación. La retroalimentación del mundo real al que toma las decisiones incluye toda la información, tanto cuantitativa como cualitativa.

El circuito de retroalimentación que se muestra en la Figura 1-7 oculta un aspecto importante del proceso de aprendizaje. La retroalimentación de información sobre el mundo real no es el único aporte para nuestras decisiones. Las decisiones son el resultado de la aplicación de una regla o política de decisión a la información sobre el mundo tal como la percibimos (véase el mes de septiembre de 1961, 1992). Las políticas están condicionadas por las estructuras institucionales, las estrategias organizativas y las normas culturales. Estos, a su vez, se rigen por nuestros modelos mentales (Figura Mientras los modelos mentales no cambian, el circuito de retroalimentación que se muestra en la figura representa lo que Argyris (1985) denomina aprendizaje en un solo ciclo, un proceso mediante el cual aprendemos a alcanzar nuestra corriente). objetivos en el contexto de nuestros modelos mentales existentes.

El aprendizaje de un solo bucle no produce un cambio profundo en nuestros modelos mentales, nuestra comprensión de la estructura causal del sistema, el límite que trazamos alrededor del sistema, la hora del tiempo que consideramos relevantes, ni Nuestras metas y valores.

 El aprendizaje de un solo ciclo no altera nuestra visión del mundo. Los modelos mentales se discuten ampliamente en psicología y filosofía. Los diferentes teóricos describen los modelos mentales como colecciones de rutinas o procedimientos operativos estándar, scripts para seleccionar posibles acciones, mapas cognitivos de un dominio, tipologías para categorizar la experiencia, las estructuras lógicas para la interpretación del lenguaje o las atribuciones sobre los individuos que encontramos en la vida cotidiana de 1976; Bower y Morrow 1990; Cheng y Nisbett 1985; Doyle y Ford 1998; Gentner y Stevens 1983; Halford 1993; Johnson-Laird 1983; Schank y su hijo, 1977; Vennix, 1990).

El concepto del modelo mental ha sido fundamental para la dinámica del sistema desde el comienzo del campo. Forrester (1961) enfatiza que todas las decisiones se basan en modelos, generalmente modelos mentales. En la dinámica del sistema, el término "modelo mental" incluye nuestras creencias sobre las redes de causas y efectos que describen cómo funciona un sistema, junto con el límite del modelo (qué variables se incluyen y cuáles se excluyen) y el horizonte temporal que consideramos relevante. -Nuestro encuadre o articulación de un problema. La mayoría de nosotros no apreciamos la ubicuidad y la invisibilidad de los modelos mentales, sino que creemos ingenuamente que nuestros sentidos revelan el mundo tal como es. De lo contrario,

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