El Futuro De Las Organizaciones
rossychavez125 de Abril de 2013
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El Futuro de la Organización o la Organización Sustentable del Futuro
“Si el hombre erróneo usa el medio correcto, el medio correcto actúa incorrectamente”. Proverbio Chino
Frente a interrogantes referidos a ¿cómo cambiar los paradigmas organizacionales obsoletos?, ¿cómo superar los modelos mentales del pasado?, ¿cómo desarrollar proyectos sustentables?, en fin ¿cómo prepararse para lo imprevisto?.
Las respuestas son variadas y provienen de novedosas recetas de gestión que acuden en ayuda de las organizaciones, frente a los problemas constantes y cada vez mayores que provocan la globalización, la incertidumbre y la complejidad creciente. La mayoría de estos modelos de gestión tienen en la base la misma visión metafísica, el mismo mapa, para enfrentar nuevas realidades que por sus características los tornan insuficientes tanto estructural como funcionalmente. Es por esa razón que cuando acertamos en el “qué hacer” nos falla el “cómo hacerlo”, y cuando la práctica intuitiva cotidiana (cómo hacer) se traduce en éxitos sorpresivos, no alcanzamos a integrarla en un plan estratégico (qué hacer) que facilite un crecimiento sostenido (Druker,1996).
Casi sin advertirlo, permanentemente encasillamos el pensamiento creativo e innovador, limitándonos a pensar en situaciones ya existentes y emparcharlas con soluciones conocidas tratando de disminuir nuestra disonancia cognitiva (Festinger,1957), a la vez que bloqueamos nuestra capacidad de observar al mundo como una totalidad dinámica; en lugar de superar la resistencia inconsciente a los cambios (Peter Senge, 2009), buscar soluciones no convencionales a partir de darle libertad a la creatividad y a la imaginación y ser capaces de prevenir las consecuencias del “impacto de lo altamente improbable” (Taleb, 2008).
La presente ponencia aporta algunas ideas para “Innovar el Futuro de la Organización”; considerando a la organización en su concepto de organismo vivo, como “entidades con inteligencia colectiva” , que poseen muchas de las propiedades comunes a los sistemas vivientes, como conjunto de personas que buscan cumplir con una visión por medio de una estrategia, interrelacionadas con un ambiente y sujetas a coparticipar permanentemente en la creación, consciente o no, de la realidad que las envuelve.
Trata de ver como el “yo, el nosotros y el ello circundante” se entrecruzan y entretejen en el espacio y el tiempo. Parafraseando las sabias palabras de Aldous Huxley, cuando expresaba: “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”, podemos decir que la experiencia no es lo que nos pasa sino la interpretación que hacemos de lo que nos pasa.
Este hacer es una interpretación de la realidad en la que de una manera u otra estamos totalmente involucrados con respecto a cómo percibimos el presente, cuanto añoramos del pasado y cómo imaginamos el futuro. ¿Percibimos el presente, el pasado y el futuro como tres momentos separados y sucesivos en el tiempo; o estamos experimentando una única realidad presente a cuyos extremos los llamamos pasado y futuro?. Es muy importante esta distinción, puesto que en la primera percepción-interpretación estamos hablando de tres situaciones-objetos diferentes, en tanto en la segunda, la realidad y nuestra consecuente percepción-interpretación es una sola, en la que nuestra conciencia en su fluir continuo experimenta mucho más de lo que interpreta.
Si nuestra actitud frente a la experiencia es la primera, vivimos un presente fugaz en espera permanente del futuro inmediato, que una vez llegado se transforma nuevamente en presente fugaz, fragmentando en forma permanente la realidad.
Si nuestra actitud, en cambio es la segunda percepción, nos estamos refiriendo a un trabajo constante por ampliar la conciencia del Presente hasta abarcar, de alguna manera difícil de explicar pero no por eso irreal, lo que llamamos Futuro; lo cual cambia totalmente nuestra relación con el Futuro, pasando este a integrar nuestra experiencia siempre presente.
Indudablemente es necesario ejercitar nuestro cerebro y nuestra mente de formas diferentes a las que estamos acostumbrados para adquirir un nuevo modo de pensar que facilite ampliar la percepción de la realidad. Se requiere poner en práctica nuestra inteligencia espiritual, desarrollar nuevas destrezas congnitivas y practicar técnicas como la moderna Teoría U de Otto Scharmer (2008), como proceso de solución de problemas y toma de decisiones desde el futuro emergente.
Esta situación de “enseñanza-aprendizaje” continuo empieza en nuestro Si Mismo, luego se extiende a nuestra vida social –familia, trabajo, estudios, etc., buscando imbuir a toda nuestra circunstancia en una percepción holística e integral que nos permita comprender e interpretar la realidad de una manera mucho más plena y abarcante.
La primera actitud nos habla del Futuro de la Organización, es decir ve el futuro como algo ajeno a nosotros mismos que nos sucede y que hay que padecer, enfrentar y en el mejor de los casos intentar contribuir a crearlo. Pero su posicionamiento es el futuro de la organización Actual, tal como la percibimos hoy, con nuestro paradigma o modelo mental “reducido”, inmerso en “la burbuja de la era Industrial” (Senge, 2009), tratando de extrapolar o visualizar la transición entre la organización presente y la organización futura.
La segunda actitud “más abarcativa” nos habla de la Organización Sustentable del Futuro; inventa, innova, transforma la organización en una nueva organización, que aunque formalmente puede o no parecerse a la actual, su estrategia de acción, su liderazgo y alineamiento surge desde el futuro emergente.
La primera actitud intenta empujar el presente hasta alcanzar el futuro, la segunda “diseña y genera el futuro” y lo hace emerger en el presente. No olvidemos, que para esta actitud, el futuro es el Presente, es la “zona del presente” que “experimentamos” pero que no alcanzamos a “interpretar” en su totalidad.
Por lo tanto Innovar el Futuro de la Organización requiere en primer lugar movilizar nuestro pensamiento y nuestra voluntad hacia una Actitud más libre, más espiritual, hacia una Acción Autotransformadora de nosotros mismos, que nos haga poco a poco más concientemente concientes de nuestra experiencia vital.
La Organización Sustentable del Futuro, que es Hoy, requiere transformar a los Recursos Humanos en Humanos con Recursos; pasar de hablar de la importancia del Capital Humano a reconocer firmemente que lo Humano es Capital. El desarrollo organizacional sustentable no es sólo un nuevo concepto, es “ver” las cosas de “manera diferente”. Es una actitud organizacional que demanda en la actualidad ampliar los contextos, ejercitar la intuición, las paradojas, promover la creatividad, la inteligencia espiritual, la dinámica autoorganizativa; superar los estrechos modelos “mecanicistas” y “ver” la realidad con ojos más abarcativos, reticulares, sistémicos. Incorporar en nuestras organizaciones mapas y modelos mentales que procesen la problemática desde perspectivas más integrales, que optimizen la “inteligencia colectiva” en acción.
Estructura Paralela de Innovación y Aprendizaje.
Innovar el Futuro de la Organización supone promover la creación de Equipos de Innovación y Aprendizaje -EIA-, compuestos por personas que representen a toda la organización, que emprendan un proceso de cambio y liderazgo organizacional que en su andar determine y de forma a los posibles campos morfogénicos propios de la organización del futuro (Sheldrake, 1990/2007) . Estos campos morfogénicos a medida que se van desarrollando se implementan en forma paralela a la organización dando lugar a una Estructura Paralela de Innovación y Aprendizaje -EPIA-, que tendencialmente sigue trabajando junto al modelo de desarrollo del “futuro de la organización actual”, hasta que la “innovación” adquiere la madurez suficiente para integrarse a la organización y transformarla en la Organización Sustentable del Futuro.
La EPIA sigue un proceso similar al establecido por Christensen (1997) en su Teoría de la Innovación Disruptiva, al decir que la innovación disruptiva va incorporando mejoras tecnológicas en su funcionamiento, hasta desplazar progresivamente a los productos o servicios que ofrecen las empresas líderes; en nuestro caso logra “transformar” el futuro de la organización actual en la organización sustentable del futuro con características totalmente innovadoras respecto del actual modelo estratégico.
Prospectar la Organización Sustentable del Futuro
El paso desde un Futuro objeto de nuestra “mejor” proyección actual, al de un futuro “emergente”, producto del reconocimiento del Futuro que ya es Presente, abre nuevos horizontes de indagación y experimentación a la Prospectiva, dotándola de una dimensión más abarcativa, más profunda y sobretodo más creadora. Le permite no sólo destacar los hechos portadores de futuro, sino de percibir el futuro actuando en el presente y de extraer las soluciones desde el futuro emergente.
La actitud fragmentada, separatista, mecanicista que ha imperado en nuestras mentes y sociedades desde hace cientos de años nos ha conducido a vernos y comportarnos de manera individualista y egoísta, con los consabidos resultados de deterioro ambiental creciente que hoy padecemos y su impacto negativo en el marco que rodea y conecta a las personas, organizaciones y sociedades.
La actitud autotransformadora, la inteligencia espiritual puesta en
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