INCLUSION

CAPITULO 1.-INCLUSIÓN EDUCATIVA EN EL AULA REGULAR

Sin lugar a dudas el tema de la educación constituye una de las preocupaciones fundamentalesde las personas con discapacidad, sus familias y sus organizaciones. La educación es underecho constitucional del cual deben gozar las personas con discapacidad, en particular lasniñas, niños y jóvenes. Pero no se trata de acceder a cualquier tipo de educación, sino a unmodelo pedagógico que garantice su creciente integración al sistema regular, que tambiéntransforme este sistema en función de la diversidad y de las necesidades específicas de las niñas, niños y jóvenes con discapacidad. Es una demanda social

Para comprender la dimensión de la inclusión educativa, se parte del siguiente

planteamiento realizado por la UNESCO.

“El derecho a la nosegregación está estrechamente relacionado con la participación que es devital importancia para el ejercicio de la ciudadanía y el desarrollo desociedades más inclusivas. La exclusión va más allá de la pobreza, porquetiene que ver con la dificultad de desarrollarse como persona, la falta de unproyecto de vida, la ausencia de participación en la sociedad y de acceso asistemas de protección y de bienestar.” (2007:Pag.1)

Considerando el ingreso al aula de los niños que presentan algún tipo de discapacidad ya sea intelectual, sensorial o física, en su intento por lograrlo se enfrentan a escenarios desalentadores, derivados de las formas erróneas de concebir a la discapacidad; la primera de ellas y con una antigüedad de siglos, los visualiza fuera del estereotipo considerado como “normal”; por lo que les cataloga carentes de habilidad alguna a desarrollar; la segunda ve en la discapacidad el obstáculo que le impediría al sujeto lograr de manera uniforme los aprendizajes esperados correspondientes a su edad y grado escolar.

Estas dos ideas resultan lamentables, ya que aun contando con la participación activa de organismos internacionales (ONU, la UNESCO y la OMS) y de a verse firmado tanto acuerdos así como algunos artículos, a estos niños se les siga privando de la educación que es uno de sus derechos fundamentales en ser humano.

Lo antes mencionado nos acerca a lo expresado por Ernesto Meneses “Triste tradición oficial tan tenaz en la vida de México: las leyes afirman con palabras enfáticas lo que se niega en la realidad.”(1983:23)

Lo ya citado nos obliga a realizar una evaluación de las leyes y las prácticas; es decir, de lo normativamente establecido con las acciones realizadas en pro de los niños que requieren tanto adecuaciones curriculares como de acceso. Esto nos permitiría en primer momento en el ámbito educativo detectar diversos elementos generadores de procesos de exclusión, en los que se considera que los problemas de aprendizajes se deben a los alumnos, sin tomar en cuenta que en algunos casos la práctica docente no responde a la diversidad que se da en los procesos de Enseñanza-Aprendizaje, ya que dentro del aula se piensa erróneamente

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