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LA REALIDAD NACIONAL


Enviado por   •  17 de Abril de 2017  •  Tareas  •  1.199 Palabras (5 Páginas)  •  111 Visitas

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LA REALIDAD NACIONAL

Durante los primeros decenios de la centuria pasada, socialmente se distinguían en el Perú tres clases.Una, la clase rica o pudiente, en parte, heredera de la nobleza colonial (aristocracia) y orgullosa de su pasada alcurnia, que pasó a la república con su mismo poder; a ella se unieron los nuevos ricossurgidos durante el auge del guano y del salitre. La componían los grandes terratenientes y propietarios de minas, los grandes empresarios del comercio de exportación e importación y de laindustria, asimismo los banqueros. Era la minoría de la población pero con fuerte influencia política(oligarquía) en razón de su enorme poder económico (plutocracia). Encumbrados hombres públicos(presidentes, ministros, legisladores) salieron de su seno. También se le llama gran burguesía.Otra, la embrionaria clase media la integraban pequeños y medianos propietarios de tierras,comercios e industrias, empleados, profesionales, intelectuales, estudiantes y sectores poblacionalesde mediano poder adquisitivo en el gran mercado. Allí germinó la emoción social y el interés por los problemas nacionales, la crítica contra la injusticia y el autoritarismo, el anhelo de mejora de lasgrandes mayorías, lo cual se fue evidenciando con su creciente participación política, tan es así quede ella surgieron grandes ideólogos, fundadores y conductores de partidos que alcanzaron adhesión popular. Y de allí en lo que corrió del siglo, salieron también las figuras más representativas de lasletras, artes y ciencias del Perú contemporáneo, como fue el caso del Grupo Norte y de la Generacióndel Centenario.Y la clase popular, compuesta principalmente por campesinos, obreros y artesanos, era lamayoritaria. Por lo general, sobre ellos recaía cruel explotación, así entre los asalariados de lashaciendas cañaveleras y algodoneras de la costa, como entre los campesinos, víctimas de losgamonales de las regiones altoandinas, y entre los obreros de los asientos mineros. Todos lostrabajadores manuales tenían bajos ingresos y escaso poder adquisitivo de productos manufacturados.En muchísimos lugares, por su deficiente alimentación, pobre vestimenta, mala habitación, falta demedicación y su analfabetismo, vivían en condiciones infrahumanas. A ello se sumaba el consumo decoca y alcohol que minaban su salud. Entre los trabajadores más cultos, caló el anarcosindicalismo ysurgieron inquietudes de organización gremial y participación política. Con el apoyo de losestudiantes, lograron ciertos avances en la legislación social, tal el caso de la jornada de 8 horasdiarias de trabajo en 1919.En el aspecto económico, cabe anotar que las grandes haciendas de caña de azúcar se iniciaron conel siglo. La concentración de la pequeña y mediana propiedad dio origen a los latifundios en manosde empresarios extranjeros: Casa Grande, la más vasta hacienda del país, y Laredo (Gildemeister,alemán); Cartavio y Paramonga (Grace, estadounidense). Las haciendas de Chiclín y Roma, deinmigrantes italianos (Larco), pasaron a sus descendientes peruanos. Los antiguos trapiches fuerondesplazados por los grandes ingenios. Los trabajadores procedían, en su mayoría, de las regionesaltoandinas, reclutados por el sistema de “enganche”, montado por los contratistas, intermediariosentre la empresa y los trabajadores, que vivían miserablemente en campamentos, alrededor de losingenios. Casa Grande, autorizada por el gobierno, construyó un ferrocarril hasta el puerto de7

 

Malabrigo y por él realizó su propio comercio de exportación e importación. Fue un verdaderoencalve.Otro enclave en el norte, formado desde comienzos de la república, fue el de los yacimientos petroleros de la Brea y Pariñas (Piura) que en 1916 pasó a manos de la International PetroleumCompany. Diversas decisiones de gobierno buscaron, infructuosamente, solucionar el grave problemade la propiedad y del pago de impuestos. (La solución llegó recién en la década del 60).Desde el primer lustro del siglo, la producción de cobre y petróleo incrementó en importancia,desplazaron al oro y la plata. La economía de enclave también estuvo en la minería. En el centrocomenzó a operar la compañía estadounidense Cerro de Pasco Cooper Corporation. Y en La Libertad,la Northern Peru Mining Company que explotó las minas de Quiruvilca y estableció su planta detratamiento de Shorey. El Perú alcanzó notoriedad como país cuprífero, a partir de la primera guerramundial.A principios de siglo, llegaron los primeros automóviles. El Perú no tenía carreteras; solo caminosde herradura. Mediante ley de 1920 se implantó el servicio obligatorio de los varones comprendidosentre los 18 y 60 años para la construcción de carreteras. Por ese mismo tiempo surgieron los precursores de la aeronavegación, el trujillano Carlos Martínez de Pinillos, uno de ellos. Losferrocarriles cubrían las rutas: Callao-La Oroya-Cerro de Pasco, Arequipa-Juliaca-Cusco, Ilo-Mquegua, Chimbote-Huaraz, Pacasmayo-Chilete, Salaverry-Ascope, éste último tenía un ramal queiba de Trujillo a Menocucho, su construcción hasta la sierra, prevista por los gobiernos del siglo XIX,quedó trunca. A lo largo de la costa, el transporte de pasajeros y carga se realizaba por vía marítima.Con el nuevo siglo, lentamente, el alumbrado eléctrico se fue extendiendo. Trujillo contó con estaenergía desde 1907, para cuyo efecto se construyó una planta hidroeléctrica en Poroto. En Lima seinició el transporte urbano mediante el tranvía eléctrico. Entre algunas ciudades, comenzó a funcionar el servicio de radiotelegrafía; posteriormente, el uso del teléfono a larga distancia. La primeraemisora de radio fue inaugurada en 1925.Durante gran parte de nuestra historia republicana, los gobiernos salieron de los gruposoligárquicos y plutocráticos o fueron rodeados por ellos. A esta nota de la política peruana se une elautoritarismo y el militarismo, pues, en forma casi pendular, el país vivió periodos de democracia yde dictadura o tiranía, de gobiernos elegidos por el pueblo y otros resultantes de golpes de Estado.Como siempre, la autocracia abre paso a la megalomanía, al abuso de la fuerza, no respeta lavoluntad popular, base de su antítesis, la democracia. En la democracia, la fuerza está al servicio delderecho; en la dictadura o tiranía, el derecho está sometido por la fuerza. En la primera, existelibertad, el pueblo participa sin coacción en la vida política y elige a sus representantes. La segunda,niega la libertad y todos los derechos humanos e impide o dificulta la elección popular entre losopositores. Contra esa tremenda opresión se ha luchado en todos los tiempos y lugares. El Perú ha pasado por periodos de autocracias y de gobiernos elegidos por el pueblo que, si bien no se los puedacalificar de auténticas democracias, respetaron el Estado de derecho. La inestabilidad política y laoscilación entre ambos tipos de gobierno son trabas para el desarrollo. Así ocurrió a principios delsiglo XX, antes y también después. La juventud siempre anheló cambiar este orden de cosas, por unademocracia política, social y económica.En el campo intelectual, el siglo amaneció con la generación del novecientos, predominantementeacadémica y con inclinaciones conservadoras; sus principales representantes, Víctor Andrés Belaúnde(1883-1966), Francisco García Calderón (1883-1953) y José de la Riva-Agüero y Osma (1885-1944),además de su aporte en la producción intelectual como ensayistas, ejercieron notoria influencia política. Luego apareció el movimiento Colónida, llamada por Jorge Basadre generación“literatizante y bohemia”, representada por Abraham Valdelomar (1888-1919), que motivó elrenacimiento literario provinciano. Y luego nacen núcleos intelectuales en Trujillo (Grupo Norte),Lima (Converatorio Universitario), Cusco (Grupo Resurgimiento), Puno (Grupo Orkopata) y8

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