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Parcial Civil

luisvduran9325 de Abril de 2014

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Universidad Francisco Gavidia

Integrantes:

Ayala Mejía José Amílcar AM101810

Vásquez Durán Luis Alberto VD100113

Catedrático:

Zamuel Mendoza Girón

Materia:

Introducción a la Economía

Tema:

¿Qué y cuánto producir?

Índice

Introducción

El siguiente análisis sobre que producir, cuanto producir, como producir e inclusive para quien producir es con la intención de entender un poco más sobre las necesidades que se desarrollaron desde hace cientos de años, cuando las personas dejaron de ser nómadas y se establecieron en un solo lugar para comenzar con la agricultura, hasta hoy en día, donde pareciera que satisfacerlas es cada vez más complicado tomando en cuenta la escases de los recursos y los métodos que se emplean para poder optimizarlos.

Desde el sedentarismo las personas se preocuparon más por desarrollar actividades que satisficieran las necesidades básicas, pero teniendo la oportunidad de ampliar la adquisición de nuevos productos mediante el intercambio con otras tribus, desarrollaron un nuevo campo de confort al que se acostumbraron, y en el que crearon nuevas necesidades que luego fueron aumentando hasta llegar a la creación de los mercados, para de cierta manera poder satisfacerlas. Así luego se emplearon nuevos métodos de adquisición, como lo es la moneda, para poder establecer de cierta forma un intercambio más justo entre las cosas (bienes, servicios).

Si bien hoy en día existe una lista de interminables necesidades que las personas requieren para poder vivir cómodamente, no es tan fácil decidir qué cosas producir para cubrirlas, ya que es indispensable tener en cuenta una serie de factores que se encuentran en constante cambio y pueden afectar la producción deseada.

También ay que tener en cuenta la cantidad que se debe producir, ya que en ello interviene lo que se denomina como escases, además saberlo beneficia a la economía de quien produce evitando perdidas innecesarias.

LAS PREGUNTAS CLAVE DE LA ECONOMÍA: El problema económico puede expresarse a través de tres preguntas básicas, las cuales deben ser contestadas por cualquier sistema de organización económica:

1. ¿QUÉ Y CUÁNTO PRODUCIR? Es decir: ¿Qué bienes y servicios deben producirse y en qué cantidades? Dada la existencia de las necesidades y que éstas se satisfacen con bien, entonces es necesario determinar cuáles necesidades se van a satisfacer y cuáles son los bienes que satisfacen esas necesidades. Esta es una pregunta de carácter económico.

2. ¿CÓMO PRODUCIR? O sea, ¿Cómo producir los bienes? Esta pregunta es de carácter técnico, y se refiere a cuál será la tecnología empleada en la producción, cuáles son los materiales necesarios, el tipo de mano de obra, el proceso de producción, etc.

Orígenes del modelo

A pesar que el modelo es generalmente atribuido a Alfred Marshall8 (debido a que ese autor formalizó, analizó y extendió su aplicación), el origen del concepto es anterior.

La expresión ‘oferta y demanda’ fue acuñada por James Denham-Steuart en su obra Estudio de los principios de la economía política, publicada en 1767. Adam Smith usó esta frase en su libro de 1776 La riqueza de las naciones, y David Ricardo, en su libro Principios de política económica e impositiva de 1817, tituló un capítulo "Influencia de la demanda y la oferta en el precio".

En La riqueza de las naciones, Smith asume, en general, que la demanda es relativamente fija en el plazo corto y mediano (dependiendo últimamente de la cantidad de personas), y que, consecuentemente, es únicamente la oferta la que hace que el precio suba o baje. Conviene recordar que en aquellos tiempos las empresas eran pequeñas, y solo podían contribuir, cada una, fraccionalmente a satisfacer la demanda. Esto, junto a la existencia de libre competencia, hacía que los precios de mercados disminuyeran al máximo posible, tendiendo al costo de producción, el que, a su vez, depende de consideraciones técnicas, no de la demanda.

David Ricardo va aún más lejos afirmando: "Por abundante que sea la demanda, nunca puede elevar permanentemente el precio de una mercancía sobre los gastos de su producción, incluyendo en ese gasto la ganancia de los productores. Parece natural por lo tanto buscar la causa de la variación del precio permanente en los gastos de producción. Disminuyese esos y (el precio de) la mercadería debe finalmente decaer, auméntense y seguramente subirán. ¿Qué tiene todo eso que ver con la demanda?"9

Durante los últimos años del siglo XIX surgió la escuela de pensamiento marginal. Este campo fue iniciado por Stanley Jevons, Carl Menger y Léon Walras. La idea principal es que el precio se establecía a partir de la demanda: los consumidores solo pagan lo que consideran adecuado por la utilidad que perciben recibirán de los bienes, cualquiera sea el costo de producción. Esto fue un cambio sustancial respecto a las ideas de Adam Smith sobre la determinación del precio de venta.

"Tijeras de Marshall". P = precio. Q = cantidad producida. D (línea azul) = demanda. S (línea roja) = oferta.

Este modelo fue criticado más tarde por Alfred Marshall en su Principios de economía.10 Marshall re-introduce a la visión marginalista, a través de la metáfora conocida como las tijeras de Marshall, la consideración del efecto de la oferta, formalizando el modelo de la oferta y la demanda.

"Podríamos con la misma sensatez discutir acerca de si es la hoja superior o la inferior de una tijera la que corta un pedazo de papel que si el valor está controlado por la utilidad o por el costo de producción".11

Desde finales del siglo XIX, esta teoría de la oferta y la demanda se ha mantenido prácticamente inamovible. La mayoría de los estudios posteriores se han centrado en buscar adecuar el modelo a situaciones más reales, incorporando aspectos tales como los costes de transacción, la racionalidad limitada o incluso el principio de no racionalidad, etc. basados en la percepción que es el caso que la situación real del mercado corresponde a una de competencia imperfecta.

Por ejemplo -desde las primeras décadas del siglo XX- una variedad de autores -tales como Joan Robinson;12 Edward Hastings Chamberlin;13 Heinrich Freiherr von Stackelberg; Jan Tinbergen; Wassily Leontief, etc., introdujeron una serie de adecuaciones o modificaciones parciales a la formalización de Marshall.

Excedente de los consumidores y los productores en el punto de equilibrio para las curvas de oferta y demanda.

OFERTA Y DEMANDA

Para analizar la oferta, la demanda y el equilibrio del mercado, se parte de una serie de supuestos simplificadores, que si bien no obedecen a las condiciones reales del mercado, al aplicarse de forma adecuada pueden brindar una serie de predicciones aproximadas al comportamiento de productores y consumidores. Por ejemplo, si se parte de los criterios de elección racional y optimización, supondremos que el consumidor podrá obtener, acorde a su poder adquisitivo, la mayor utilidad entre las elecciones posibles para maximizar su satisfacción, aunque en la práctica la preferencia del consumidor suele ser subjetiva y estar restringida por diversos factores.

La Teoría de la Oferta busca explicar el comportamiento de los agentes económicos productores, especialmente las empresas. Suministra una base sólida para hacer predicciones a corto plazo acerca de los cambios de la demanda de factores de producción en función de la variación en los precios relativos de éstos. También tiene aplicación en el análisis de las negociaciones de las empresas con sus empleados y cómo las prácticas laborales dependen de los salarios relativos, sin tener que analizar confusas hipótesis sobre la moral del empresario o el mayor valor de la mano de obra cuando se efectúan programas de formación profesional.

A pesar de que el modelo de la empresa en condiciones de competencia perfecta es el punto de partida de la teoría microeconómica de la oferta, los mercados no son competitivos de forma perfecta, sino que tienen unas características de competencia imperfecta. Éstas pueden ser condiciones de monopolio, en la que un único productor domina todo el mercado. En otros casos éste puede ser un oligopolio, es decir, estar controlado por un número determinado de empresas. O puede tener toda otra serie de características que hacen que sea un mercado de competencia imperfecta, como por ejemplo cuando los consumidores no tienen información sobre los precios y calidades de los distintos productos, ya que, en principio, la competencia perfecta requiere que todos los compradores tengan datos exactos sobre los precios que marcan los distintos fabricantes. Es evidente que nunca se dispone de toda la información excepto en pequeños mercados locales. Por otra parte, los consumidores pueden ser fieles a un producto concreto por razones de proximidad, costumbre, confianza o calidad, lo que genera mercados imperfectos para el artículo en cuestión.

La Teoría de la Demanda del consumidor intenta mostrar, a partir de una serie de supuestos psicológicos, cómo cambia la decisión maximizadora de la utilidad por parte del consumidor al modificar los factores determinantes de esta elección; es decir, al variar su poder adquisitivo, el precio de los bienes y servicios disponibles y sus gustos o preferencias. Por ejemplo, la teoría permite realizar predicciones

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