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Aguas Termales de Las Termas de Río Hondo

Lea8Documentos de Investigación3 de Agosto de 2022

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TESINA

(Resumen) 

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA

ESPECIALISTA UNIVERSITARIO INTERNACIONAL EN TURISMO EN ESPACIOS NATURALES Y RURALES

INVENTARIO DE RECURSOS TERMALES

EN LOS ALREDEDORES DE LA

CIUDAD DE LAS TERMAS DE RÍO HONDO,

PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO

REPUBLICA ARGENTINA

Leandra Apud - Mauricio Colantonio - Ricardo Apud


Nuestro agradecimiento a:

Javier Gómez Limón, por sus agudas observaciones, que nos permitieron corregir y pulir nuestro trabajo.

Renata Schierano,  Guillermo Medina,  Vicente Cano,  Perla Vagliati,

Darío Winitsky y Erika Eijo, por los datos y bibliografía aportados.

Índice

  1.  Introducción (Pág. 2 a Pág. 3)
  2. Objetivos (Pág. 3)
  3.  Antecedentes (Pág. 3 a Pág. 5)
  4.  Presentación de la zona de estudio (Pág. 5))
  5.  Metodología de trabajo empleada (Pág. 5 a Pag. 6)
  6.  Análisis, diagnóstico de la situación y resultados (Pág. 6 a Pág. 9)
  7.  Conclusiones y propuestas (Pág. 10)
  8.  Bibliografía (Pág. 11)
  9.  Anexos y mapas (Pág. 12 en adelante)

La presente Tesina se terminó de editar el 27 de Setiembre de 2003 en Las Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, República Argentina.

Dirección de los autores:  Rivadavia 300 – (4220) Las Termas de Río Hondo – Santiago del Estero – República Argentina – Tel: 54 03858 421333

e-mail: leandrasofia@hotmail.com  - rrapud@hotmail.com - mauriciocolantonio@yoahoo.com.ar 


1- Introducción 

La Ciudad de Las Termas de Río Hondo se encuentra estructurada sobre napas de Aguas Termominerales, donde pueden tomarse baños en sus casi 150 Hoteles, departamentos y toda vivienda de la ciudad. Esta característica la convierte en una ciudad única en el mundo.

En Las Termas de Río Hondo se combinan modernos hoteles con antiguas y bellas leyendas sobre sus aguas milagrosas. Rica en su historia relacionada con los surgentes naturales que fueron la razón del importante desarrollo como ciudad turística y principal atracción de los visitantes por sus propiedades curativas.

La utilización de las aguas termominerales en el tratamiento de muchas afecciones tiene lugar desde tiempos remotos y se puede considerar tan antigua como el hombre que, llevado de su instinto y de la observación, recurrió al agua para aliviar sus padecimientos. Hoy en día consagrada por los resultados recogidos y reconocidos por la experiencia clínica, los beneficios conseguidos por los baños termales son transmitidos de paciente a paciente, de generación en generación.

El estudio científico de las aguas termales constituye una especialidad que se estudia y practica como disciplina propia en muchas Universidades y en Institutos experimentales.

Ya no se trata de atribuirle propiedades mágicas, ni de confundirlas con una panacea universal, sino de determinar con precisión sus propiedades y forma en que actúan en el organismo. Son soluciones naturales, prácticamente irreproducibles artificialmente, que justifican el que sean declaradas de “utilidad pública” por los organismos oficiales competentes.

Al igual que un tratamiento farmacológico, las aguas termales deben tener una dosis, un horario, indicaciones, contraindicaciones, precauciones y advertencias.

¿Qué son las aguas termales?

Se consideran aguas mineromedicinales aquellas que, formadas en el seno de la tierra, emergen espontáneamente o mediante captado y que, por sus características físicas y/o químicas, pueden ejercer efectos terapéuticos. Los efectos terapéuticos de esta agua se vinculan en sus cualidades físicas, químicas  y  biológicas en el momento en que emergen, ya que , en muchos casos, la conservación o envasado alteran sus propiedades terapéuticas. De ahí su insistencia de que estas curas se practiquen en la cercanía del manantial o punto de nacimiento para asegurar su eficacia, así como el interés de la llamada “cura balnearia”, en la que se recogen los efectos de las aguas mineromedicinales y de los factores atmosféricos, telúricos y climáticos en general, nueva ordenación de las actividades, régimen alimentario, etc.

Éstas aguas poseen una diferencia, las potables que se ingieren habitualmente no determinan trastorno alguno, en tanto que las mineromedicinales son agentes terapéuticos cuando se utilizan adecuadamente.

En todas las aguas termales es admisible un circuito termal, y en las aguas de infiltración una rama descendente fría y otra ascendente caliente, debiendo su temperatura al grado geotérmico. La mineralización depende siempre de la composición del terreno por el que circulan o se acumulan, que, en general, es menor en las aguas profundas, si bien contienen flúor, bromo, boro, arsénico, silicio carbónico, etc. Ahora bien, si se admite que el 85 al 90 por 100 del caudal total de las aguas mineromedicinales es de procedencia meteórica y el resto magmático o metamórfico, podremos deducir la dificultad de determinar el origen de las aguas por su estudio analítico, máxime si se considera la posible presencia de los mismos componentes de aguas de distintos orígenes. Quizá aporte mayores datos el estudio geotectónico e hidrogeológico del terreno que los más meticulosos de las aguas.

En el subsuelo, el agua puede permanecer estancada o circulante, denominándose “acuíferos” a las formaciones capaces de almacenar y transmitir agua a los pozos y manantiales, distinguiéndose las aguas en “confinadas” y “no confinadas” según estén o no separadas de la atmósfera por una capa impermeable.

Los acuíferos pueden estar constituidos por rocas plutónicas fracturadas, por areniscas porosas, por calizas calcificadas o por cualquier terreno que permita el paso y el almacenamiento del agua. Los acuíferos se descargan por los manantiales naturales o por excavaciones o pozos practicados con técnicas variables y adecuadas a la condición del acuífero.

Tanto las operaciones de captado como las instalaciones necesarias para la conducción y posterior utilización de las aguas son propias de personal especializado, así como la conservación y mantenimiento del conjunto balneario. La madera, el gres, el cobre, el plomo, el hierro galvanizado, etc., se han utilizado durante siglos para la conducción de las aguas termales, pero actualmente se recurre con frecuencia al acero inoxidable y a materias plásticas.

Es también destacable que el mejor servicio de turismo salud que debe brindar los centros termales hacia los turistas, depende en gran parte de una perfecta planificación del conjunto, promoción, etc., en la que se considere el número de usuarios, las técnicas a utilizar, los medios para difundir nuestro mensaje (que debe ser claro), preparar a la población para no brindar mensajes distorsionados hacia los turistas ya que hay un gran desconocimiento de sus reales objetivos, alcances y posibilidades, que esto lleva a un incorrecto uso del recurso y a una inadecuada y difusa oferta de los servicios, con promesas de salud y bienestar sin que medie en general un aval profesional idóneo ni control oficial alguno, atentando así contra el perfil con el que se quiere posicionar al producto Turismo Salud en el mercado.

La utilización de las aguas mineromedicinales obliga a disponer de muy diversas instalaciones, una estructura físico-espacial tal que permita al turista disfrutar de sus vacaciones sin exigencias, pero con posibilidades de acceder a una oferta múltiple de actividades recreativas, de esparcimiento en un ambiente natural que le permita al turista hallar su mejor expresión física, adoptar conductas alternativas de salud, mejorar o recomponer su equilibrio psicofísico, satisfacer sus necesidades, de modo que encuentre en el lugar el entusiasmo por conservar y optimizar o rehabilitar su estado de salud y su bienestar, imprescindible para los que deben afrontar las actividades laborales y las relaciones sociales.

Dice la ing. Mercedes l. León Hernández del CENTRO NACIONAL DE TERMALISMO “VÍCTOR SANTAMARINA” del MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA de CUBA, ”...el Termalismo se ha erigido, más que en una disciplina, en un movimiento científico encaminado a dar a conocer las ventajas del uso racional y sobre bases científicas del agua mineral en particular y de los recursos termales en general...”

“Cuando se habla del uso racional y sobre bases científicas de los recursos termales, no se está otorgando una categoría extraordinaria a dichos recursos, pues bien es sabido que, cuando se va a explotar un yacimiento de petróleo o se va a sembrar un pedazo de tierra, esto requiere de investigaciones previas para conocer cuánto tiempo se puede explotar ese yacimiento o ese terreno; qué características tienen el yacimiento o el terreno para saber a qué se pueden destinar, etc. ES DECIR, SE CREA UN PRODUCTO.”

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