Como es la Comparación de la educación de antes y la de ahora.
Enviado por zeroz_fabrega • 21 de Agosto de 2015 • Documentos de Investigación • 2.357 Palabras (10 Páginas) • 111 Visitas
República de Panamá.
Ministerio de Educación.
Centro Técnico de Estudios Superiores.
Tema: Comparación de la educación de antes y la de ahora.
Elaborado por: Brenda Barba de Fábrega.
Cedula: 8-241-306.
Profesora: Zuleika de Obaldía.
Fecha de entrega: sábado 18 de julio de 2015.
Índice.
- Introducción.
- Comparación de la educación de antes y la de ahora.
- El educador de antes y la educación de ahora.
- Cosas que los estudiantes de hoy tienen y antes no existían.
- Glosario.
- Análisis.
- Conclusión.
Introducción.
En este trabajo entenderemos como todo cambia, sin excepción la educación también, y no podemos decir si eso fue peor en el pasado porque podemos tomar muchos puntos de vista, y las opiniones son divididas.
Comparación de la educación de antes y la de ahora.
- Lugar de investigación
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Antes Ahora
Para investigar se tenía que ir a una Para investigar tenemos muchas
biblioteca y pedir los libros que se herramientas en la internet para
necesitaba. ahorrar tiempo y dinero.
[pic 2] [pic 3]
- Forma de enseñar
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Antes Ahora
La educación antes se basaba La enseñanza es más avanzada y
solo en la teoría y no había practica porque tenemos distintos
práctica. campos para practicar y aprender.
[pic 5] [pic 6]
- Material didáctico del profesor
[pic 7]
Antes Ahora
El profesor llevaba carteles con Los profesores cuentan con aulas
los gráficos. virtuales.
[pic 8] [pic 9]
- Formas de aprender[pic 10]
Antes Ahora
En la concepción tradicional, se En la concepción moderna, la lección
reducía a ser una repetición. No horaria, es reemplazada por sesiones de
solamente el alumno debía repetir lo trabajo que se rigen por el criterio
que estaba en los libros, el profesor temporal múltiple, variable según sea la
también. La duración de la lección naturaleza, de la actividad en que se está
estaba regulada a cuarenta y cinco empeñando, y lo que la experiencia
minutos o una hora por el criterio de recomienda como más adecuado.
la resistencia de la inteligencia y
memoria en la capacitación de datos.
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El educador de antes y la educación de ahora.
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Toda evaluación sobre el rendimiento escolar y la eficacia del sistema educativo pone en evidencia un enorme déficit. Esta realidad se refleja en la deserción, reducción de calidad en la enseñanza, administración deficiente, tendencia creciente de violencia, criminalidad en algunas escuelas y decaimiento ético-social de la figura del educador. Ante esos percances nos encontramos con una educación cuestionada que requiere una revolución impostergable.
Al término revolución durante mucho tiempo le imprimieron una connotación violenta; pero el concepto alude a un cambio radical, mayoritario, substancial o completo en donde la inversión pro educativa, capacidad, mérito, monitorio de rendimiento, produzcan un sistema de eficacia más allá del propio estudiante y del docente, en función de los factores de desarrollo del país.
Aún hoy se tiene la idea de que tiempo atrás los educadores eran mejores, se trataba de épocas en que un maestro constituía una imagen de respeto y admiración dentro y fuera del entorno escolar. Se le cuestiona y muchas veces con razones válidas, pero si la imagen del educador se está acercando al piso, eso no quiere decir que sean ellos los únicos culpables de que el sistema educativo esté como esté. Se trata de un aspecto entre tantos y que en gran medida, ellos como los propios estudiantes son igualmente víctimas del problema.
Para la eficacia del sistema educativo se deben abordar tres temas centrales, la despolitización de su estructura administrativa, la definición de plan, estrategias a corto y mediano plazo e incentivo a la inversión pro educativa orientada a una educación de calidad. Tener politizado la administración es un escollo para la selección, designación, traslados y motivación de docentes, con lo que se propicia confrontaciones inter-grupales innecesarias. El plan y las estrategias deben dejar de ser una improvisación de un ministro de turno, en la que tenga participación el sector docente de modo amplio, la empresa privada, la sociedad civil. A partir de las consideraciones expuestas, entonces cabe una amplia inversión pro educativa proveniente del gasto social y del resultado de inversiones privadas a la luz de incentivos que promuevan su responsabilidad social.
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