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Evaluacion Del Desempeño


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  1.994 Palabras (8 Páginas)  •  279 Visitas

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Evaluación del desempeño legislativo en México; ¿Qué evaluamos? ¿Calidad o cantidad? La experiencia del Congreso de Sonora.

El artículo que hoy se presenta está íntimamente ligado a la nueva cultura de la transparencia y el acceso a la información pública. En este caso, la información proviene de un ente que regularmente no se había caracterizado por evaluar su comportamiento derivado de su función constitucional, por ser ésta de corte más cualitativo que cuantitativo, pero que sin lugar a dudas en las últimas dos décadas se ha convertido en protagonista de la esfera política nacional y estatal como lo es el Poder Legislativo.

De acuerdo a lo antes mencionado, consideramos importante revisar de manera breve la función del poder legislativo en México, desde la perspectiva del equilibrio de los poderes del Estado.

La división de poderes

El principio de la división o separación del poder en un sistema de gobierno, emana de la premisa de acotar el poder supremo de los monarcas en las épocas absolutistas, que reinó en las monarquías europeas entre los siglos XIV hasta el XVIII. Primero fue John Locke (1632-1704), quien afirmó que era imprescindible que se separara el poder ejecutivo del legislativo, esto, para objetivar su dirección, y es el primero que propone que el Rey sea sometido al imperio de la ley.

Fue Charles Louis de Secondat Barón de Montesquieu (1689-1755), quien en su obra Del espíritu de las leyes, hace ver de una manera teórica y magistral pero sencilla, la importancia que el poder del gobierno se divida en legislativo, ejecutivo y judicial llamando a esta situación como la división de la soberanía o “la proporción justa”. Montesquieu se plantea el problema de si existen leyes generales que determinen la formación y el desarrollo de la sociedad humana en general y de las sociedades humanas en particular.

La herramienta primordial de los congresos que justifica su existencia y función constitucional recae en el proceso legislativo, método por el cual el parlamento aprueba o rechaza los proyectos de ley y de decreto que ellos mismos promueven o bien que reciben de entidades facultadas para tal efecto. El proceso legislativo se compone de cuatro etapas o momentos que llevan a una secuencia que podemos clasificar como: iniciativa, trabajo de comisiones, discusión y votación del pleno, y sanción y publicación (Rodríguez, 2008, 27).

Hoy en día es común enterarnos que algunos congresos estatales se preocupan por evaluar su actividad legislativa o parlamentaria tema central del presente artículo. Esto obedece en gran medida a las necesidades de los propios congresos de gozar de la aceptación popular en cuanto a su función constitucional. Sin embargo, esa aceptación a la que aspiran es lo que menos han podido conseguir, esto después de algunos años de consolidarse como órganos colegiados donde prevalecen los acuerdos cupulares entre partidos políticos dejando de lado las necesidades de los ciudadanos.

Podemos afirmar de una manera simple que la evaluación del desempeño en términos generales es uno de los mecanismos para dar seguimiento al trabajo de las personas dentro de una organización. French (1991), comenta que por desempeño se entienden diversas acepciones: el nivel de rendimiento laboral, aportación personal al trabajo asignado, productividad individual, observancia precisa de las normas laborales vigentes, así como dedicación, empeño, laboriosidad y demás atributos de un trabajo individual dedicado y escrupuloso de conformidad con los estándares y cometidos definidos para la persona o su puesto.

De igual forma, de acuerdo con el puesto que se ocupe, una persona puede ser evaluada en cuanto al desempeño que obtuvo con relación a objetivos y programas de trabajo, pero también en cuanto a metas de productividad, la precisión con la que cumple sus actividades, el acierto de sus decisiones operativas, el rendimiento que se traduce en aportaciones o ganancias para la organización, o en cuanto al cumplimiento de normas o estándares aplicables al método con el que desempeña su trabajo (Pontifes, 2002).

Según puede apreciarse, el enfoque de la evaluación del desempeño presenta distintas alternativas, muchas de las cuales estarán determinadas por el tipo de organización o de resultados que se esperan de las personas en una determinada posición de trabajo. Regularmente la evaluación del desempeño se aplica en las empresas privadas para definir parámetros de productividad y mejorar las capacidades de los empleados, la productividad, etc.

¿Qué pasa cuando un concepto de medición indispensable para el desarrollo de las empresas privadas lo trasladas al sector público? Este sistema de evaluación se podría entender y aceptar en las áreas operativas de la administración pública, ya que la burocracia cuenta con elementos muy similares a la iniciativa privada en cuanto a registro de datos como lo es contar con un horario de trabajo definido, trabajar en base a metas diarias, realizar tareas repetitivas las cuales son apreciadas por un evaluador del área de recursos humanos, etc.

Chiavenato (2001), refiere que “Cuando un programa de evaluación del desempeño está bien planeado, coordinado y desarrollado, normalmente trae beneficios a corto, mediano y largo plazo. Los principales beneficiarios son, generalmente, el evaluado, el jefe, la empresa y la comunidad.”

Hasta aquí se puede decir que la adaptación de la evaluación del desempeño reflejado como factor de superación (positivo) o deterioro (negativo) de la posición de un empleado en una organización del sector público, no representa ningún problema, y más aun si tenemos en cuenta que la década anterior se caracterizó por que diversas entidades públicas alcanzaron certificaciones de estándares internacionales en sus procesos administrativos como los ISO-9000 en todas sus variantes, procesos netamente enfocados a la iniciativa privada.

Antecedentes

La evaluación al desempeño legislativo a través de ciertos indicadores, es una práctica relativamente nueva en el espectro gubernamental en México. Los primeros esfuerzos para evaluar el desempeño de los diputados, se realizaron fuera del ámbito académico. En el año 2002 COPARMEX presentó los resultados de una encuesta de opinión sobre el trabajo legislativo que a la postre derivó en un documento a manera de propuesta sin mucho sustento metodológico ni académico llamado “10 propuestas para el fortalecimiento del Congreso”.

COPARMEX creía que uno de los problemas centrales por los cuales el Poder Legislativo en México había perdido fuerza y credibilidad, era la falta de vinculación e interacción entre diputados, senadores y sus representados. Esto sucedía, dado por que no existen los incentivos para que una vez electo, un legislador regrese a su respectiva localidad para atender las propuestas e inquietudes de sus representados.

En el 2002, señala la organización, las sesiones del Congreso de la Unión si bien son públicas, no existen mecanismos que faciliten la entrada de un ciudadano interesado en el proceso legislativo. Las puertas que se debe tocar para ingresar al recinto legislativo son muchas y en su mayoría, bajo esquemas que inhiben esta necesidad de participar.

A su vez, las comisiones de trabajo, sesionan a puerta cerrada y salvo que se trate de la participación de grupos o gremios, los ciudadanos no tienen conocimiento de lo que se discute en dichas reuniones. Es solo a través de la Gaceta Parlamentaria donde el ciudadano puede saber el día y la hora de la sesión de alguna comisión, esto no sirve de mucho si no existen las condiciones tanto legales como estructurales para ingresar a esas reuniones. Estos eran en gran parte los argumentos esgrimidos por esa asociación empresarial para lo cual plantearon la posibilidad de que el poder legislativo fuera más transparente en el desarrollo de sus procesos ante los ciudadanos.

Por otro lado, Luis Carlos Ugalde (CIDE), en ese mismo 2002 se enfoca en la realización de un trabajo metodológico que le permitiera medir el desempeño legislativo de los diputados del Congreso de la Unión. En palabras de Ugalde “El Congreso mexicano es una de las instituciones políticas más opacas del país; la opinión pública guía su discusión y su evaluación por experiencias anecdóticas” .

Derivado de sus análisis, Ugalde propone cinco indicadores indispensables para medir el trabajo legislativo: dictámenes a favor, dictámenes ante el Pleno, iniciativas, votaciones con alianzas e iniciativas en temas específicos. Con este ejercicio, Ugalde encuentra un modelo sencillo para analizar más que nada de manera cuantitativa el trabajo de los diputados.

Otro ejercicio interesante, lo realiza en 2002 el Centro de Investigación para el Desarrollo de México (CIDAC). En ese año el CIDAC desarrolla el proyecto “En contacto con tu diputado”, el cual consistía que a través de una página de Internet cualquier ciudadano interesado podía consultar y conocer el porcentaje de asistencia de su diputado a las sesiones del pleno, así como el sentido de su votación en las leyes más importantes aprobadas durante el trienio de la LVIII Legislatura del Congreso de la Unión.

Más adelante, Benito Nacif catedrático del CIDE, retoma lo hecho por Luis Carlos Ugalde, y hacen la presentación de un proyecto mucho más completo metodológicamente, auspiciado por el mismo CIDE y por la Fundación Naumman, en lo que podríamos reconocer como un verdadero sistema de evaluación al desempeño legislativo mejor diseñado y aplicable en este caso para el Congreso de la Unión.

Benito Nacif logra coordinar un grupo de académicos que se proponen implementar una herramienta que permita a los ciudadanos estar enterados de la información generada por los diputados y senadores del Congreso de la Unión. Por lo cual se abocan a la tarea de emitir un informe semestral de transparencia, el cual cubre las actividades legislativas haciendo cortes al cierre de cada periodo ordinario se sesiones.

Son seis aspectos fundamentales los cuales considera este grupo de académicos son necesarios, y que estos deben ser monitoreados para conocer si la actividad del Congreso va por buen camino, y si no es así, a través de los indicadores poder corregir el rumbo. Los criterios generales de monitoreo se centran en:

• Función administrativa

• Información financiera

• Labor legislativa

• Controles internos

• Contrataciones, concesiones y permisos

• Archivo histórico y servicios de biblioteca

También como parte de los antecedentes a esta novedosa herramienta, podemos mencionar que el Tecnológico de Monterrey, a través del Centro de Análisis y Evaluación de la Política Pública (CAEP), a petición de la LXIX Legislatura del Congreso de Nuevo León, realizó un análisis del desempeño legislativo en junio de 2003. El documento presentado es bastante bueno ya que realiza una introspección muy completa de los actores que participan, y de igual forma retoma bastantes variables susceptibles de medición como es escolaridad de los diputados, género, intervenciones en tribuna, faltas y asistencias, iniciativas presentadas, leyes y decretos aprobados, comparativo de sueldos por mencionar algunos.

También en el Estado de Sonora, surgió en 2006 una Asociación Civil llamada “Sonora Ciudadana”, quien a través de diversas fuentes de financiamiento privado implementa el Monitoreo Legislativo Sonorense (MLS) el cual da seguimiento a cada diputado en la presentación de iniciativas y las faltas que este tuvo en las sesiones del Pleno, investigación aplicada solo para el Congreso del Estado de Sonora. Este monitoreo estuvo en funciones hasta 2010, ya que los fondos fueron por obra o trabajo determinado.

Hasta aquí podemos ver cuales han sido los esfuerzos de distintas organizaciones todas ella de carácter privado por tratar de implementar un sistema de evaluación aplicable para el poder legislativo. De igual forma, podemos apreciar que la evaluación del desempeño legislativo poco a poco a logrado notoriedad como un instrumento de la nueva cultura de la transparencia y el acceso a la información publica. En ese mismo tenor nos abocamos a estudiar dicho mismo fenómeno evaluatorio de carácter estadístico a partir de la implementación de un sistema de evaluación del desempeño legislativo aprobado por el propio Congreso de Sonora pero coordinado por ciudadanos fuera de la esfera gubernamental.

Congreso de Sonora autoevaluación por ley

Chiavenato, Idalberto. Administración de Recursos Humanos._ [s.l: s.n, s.a]._578p.

Martínez Núñez, Tania. Competencias laborales y evaluación del desempeño. [en línea] 2006 Disponible en: http://www.wikilearning.com/articulo/competencias_laborales_y_evaluacion_del_desempeno-perspectivas/15940

Koontz, Harold. Elementos de Administración / Heinz Weihrich. México. Editorial McGraw-Hill, 1995._565p

Pontifes, Arturo. La evaluación del desempeño y sus distintos enfoques en la gestión de los recursos humanos en las organizaciones. [en línea] 2002. Disponible en: http://www.e- local.gob.mx/work/resources/LocalContent/2193/2/diferentesArturoPontifes [Consulta 8 febrero, 20

http://www.coparmex.org.mx/contenidos/publicaciones/entorno/2002/abr02/a.htm

French, W.L. La administración de personal, desarrollo de recursos humanos. Ed. Noriega Limusa, México. 1991. 2ª. Ed. 3ª. Reimp

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