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PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE EN EL PERU


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2013  •  2.081 Palabras (9 Páginas)  •  273 Visitas

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URGENCIAS DE LA PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE EN EL PERU

José Rivero H.(*)

(*) Miembro del Consejo Nacional de Educación y Director de Foro Educativo. Se desempeñó como Director General de Extensión Educativa en la Reforma educativa peruana de los 70 y como especialista regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

En el significativo Informe Mundial UNESCO sobre la Educación “Los docentes y la enseñanza en un mundo en mutación”, elaborado teniendo como principal fuente la 45ª reunión de la Conferencia Internacional de Educación (Ginebra, 1996) se enfatiza que aunque las condiciones de la enseñanza son importantes, el papel de los docentes sigue siendo fundamental en lo que atañe a la calidad y la pertinencia de la educación.

Esa afirmación está lejos de reflejar la actual realidad docente. El Informe hace, incluso, explícito el temor de que se produzca una tendencia a la "desprofesionalización" de los docentes y la enseñanza al limitar el papel del maestro al de especialista encargado de poner en práctica procedimientos y reglamentos en lugar de asumir juicio profesional sobre los enfoques pedagógicos necesarios de considerar en una situación concreta dada. Esa tendencia se expresa también en muchos países donde se ha dejado de exigir requisitos de formación especializada para resolver problemas apremiantes de escasez docente.

En el caso de nuestro país, sobre la profesión docente existe una contradictoria doble percepción. Por un lado se acumulan tareas y demandas al maestro creyéndolo capaz de resolver todo tipo de problemas pedagógicos y hasta sociales de sus alumnos y por contraste, de otro lado, tiene bajos niveles de valoración social. Contribuyen a ello, pese a la acción de muchos buenos docentes, una percepción generalizada de baja calificación profesional y de conductas autoritarias en el aula, agravada, sobre todo en medios rurales, con ausentismo laboral e incumplimiento de funciones.

Los recientes y muy adversos resultados para estudiantes peruanos en pruebas nacionales e internacionales de medición de niveles de aprendizaje1 han tenido decisiva influencia para que en su primer discurso ante el Congreso la Premier Beatriz Merino declarara a la educación nacional en Estado de Emergencia y para que haya voces demandantes de urgentes acciones y renovados compromisos de todos los actores educativos, particularmente de docentes y padres de familia. En todas estas nuevas exigencias hay consenso en dos tareas con las que se daría real prioridad a la educación: incremento anual de recursos al sector por lo menos en el 0,25 del Producto Bruto Interno que señala el Acuerdo Nacional, y mejorar sustantivamente ese bajo desempeño de estudiantes asociándolo a pasos efectivos para mejorar la preparación docente y lograr su profesionalización.

Conspiran contra la profesionalización docente en el Perú tanto la proliferación y heterogeneidad de instituciones a cargo de la formación inicial como las limitaciones en la actual legislación magisterial y en el Ministerio de Educación para asumir la conducción de la formación continua docente.

La sobreoferta de formación docente

La sobreoferta de formación magisterial se expresa en las siguientes cifras: 470 instituciones de formación inicial de maestros, de las cuales 416 son Institutos Superiores Pedagógicos(ISP) y 54 son Facultades de Educación. El numero de ISP privados se multiplicó por cuatro desde 1991 hasta el año 2000; este crecimiento indiscriminado no se ha sujetado a reglas básicas de acreditación. Al problema de la dudosa formación que puedan impartir muchas de estas instituciones se suma una sobreoferta docente estimada el 2002 en 83 558 profesores con titulo pedagógico; los docentes que egresan anualmente bordean los 30 000 disputando las sólo 5 mil plazas posibles por año2.

Es imperiosa la reconversión o sustitución de ISP y de Facultades de Educación a través de un sistema de acreditación que garantice al país la idoneidad de la formación que reciben nuestros futuros docentes.

En una propuesta al país, aún no difundida ni analizada suficientemente por el Ministerio de Educación, se plantean tres objetivos para el sistema de acreditación allí sugerido3:

• Asegurar la formación de profesionales de la educación competentes para que todos/as los/as educandos/as del Perú logren los aprendizajes esenciales, en los distintos niveles y modalidades de la educación nacional.

• Asegurar la formación de profesionales de la educación capaces de contribuir al desarrollo de los centros educativos y al mejoramiento de la gestión institucional y pedagógica de las escuelas y colegios, en un marco de creciente autonomía y eficiencia.

• Construir un sistema nacional racionalizado, pertinente, eficiente y eficaz de formación inicial y continua de profesores, integrado por redes de programas e instituciones formadoras certificadas, con alto nivel de calidad y capacidad para aprender y renovarse continuamente.

Hacia una nueva Carrera Pública Magisterial

La profesionalización docente supone en primer termino un marco jurídico que la aliente y fortalezca. La actual Carrera Magisterial no es el instrumento legal mas adecuado.

En el actual principal instrumento legislativo docente no se encuentra un escalafón con incentivos para impulsar a los profesores a cumplir con los requisitos que se impongan para los ascensos. Las diferencias mínimas de remuneración entre los niveles de carrera –inferior al 3% por el ascenso de un nivel a otro– y la ausencia de mecanismos integrales y transparentes de evaluación que estimulen el buen desempeño docente y descubran malos desempeños, es otra expresión de sus limitaciones. No es raro que la principal virtud que algunos reconozcan a la actual legislación sea la valoración que se da en ella a la antigüedad en los cargos.

La actual Carrera tampoco estimula compensaciones a los bajos salarios docentes. El sueldo de los maestros ha decrecido en la ultima década: en julio del 2000, tenia un poder adquisitivo del 47,24% con respecto a julio de 1990 y debiera ganar no menos de 1407 nuevos soles para recuperar dicho poder. El último aumento de 100 nuevos soles logrado por presión de huelga magisterial puso sobre el tapete el hecho que aún lograr paliativos para la crítica situación magisterial era difícil en una economía en recesión, y, a la vez, que la actual estructura de remuneraciones docentes es compleja y deficitaria; así, el 86% del total de la remuneración que

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