Uso De Los Marcadores Discursivos En La Práctica Docente

La actividad lingüística es universal, ya que el individuo posee la facultad de hablar, es por ello, que el lenguaje ha sido, es y seguirá siendo objeto de estudio para diversos lingüistas, los cuales, de alguna forma u otra, intentan explicar la realización del mismo, tanto en su aspecto oral como en el escrito, tomando en cuenta a la vez, su significación en relación a la realización comunicativa.

Ahora bien, en este apartado, más allá de hacer una descripción historiográfica del lenguaje, se pretende realizar un estudio relacionado con el Uso de los marcadores discursivos en la práctica docente, entendiéndose “discurso”, como la realización del lenguaje, en sus dos formas, es decir, en su aspecto oral y escrito. Sin embargo, antes de realizar el análisis sobre el empleo de los marcadores discursivos por parte del docente, se hace necesario señalar, que Teun Van Dijk es uno de los máximos fundadores del análisis crítico del discurso.

Esta teoría, establece que el discurso es la producción que se origina de la intención comunicativa que a su vez, presenta coherencia y que se construyen en base a modelos tradicionales discursivos, es decir, a base de estructuras que nos guían para ordenar un texto.

En este sentido, Van Dijk, toma en cuenta dos planos de estudio: un primer plano que lo constituye un macronivel, el cual estudia las proposiciones del discurso en su totalidad, dando paso a las nociones de tópico o tema, donde los tópicos de un discurso son los sentidos globales, convirtiéndose así estos, en la información central o más importante que definen la coherencia del discurso, pues, sin ellos, el texto o conversación no se entendería, por lo que son esenciales para el proceso de comunicación; y un segundo plano que lo constituye el micronivel, en este plano se establecen, las relaciones de sentido entre proposiciones contiguas, así como la del análisis de unidades sub-oracionales, según, la función que cumple una palabra o un morfema de acuerdo a la intención comunicativa.

En atención a lo señalado, al respecto, Aravena R. (2004) expresa que:

La comprensión del discurso es una tarea compuesta de múltiples y variados procesos, tales como la percepción de las palabras, su decodificación fonética, morfológica y semántica, el análisis sintáctico de las oraciones, la construcción de las proposiciones y de la coherencia que se establece entre ellas, la consideración de los factores pragmáticos, la integración de la información de los distintos niveles, etc.

Desde esta perspectiva, una vez que el individuo se ubique en cada uno de los niveles antes mencionados, de allí se desprenderá la interpretación del enunciado emitido en el proceso comunicativo, tomando en cuenta los aspectos que caracterizan tanto al macronivel como al micronivel.

Cabe resaltar, que a estas consideraciones le siguen las de Calsamiglia Tusón (1999), en cuanto a “La noción del discurso” la autora en cuestión, señala que al hacer referencia a este último, hay que considerarlo como una práctica netamente social, es decir, que el discurso es ese medio a través del cual los individuos articulan signos, a partir, del uso lingüístico contextualizado, ya sea oral o escrito.

Desde esta óptica, el discurso se concibe, como parte de la vida social y a la vez un instrumento que permite la interacción social, debido a que a partir del mismo, se construyen piezas textuales, cuyo propósito es el de establecer lazos de interdependencia con el contexto lingüístico, local, cognitivo y sociocultural de la persona.

Bajo esta perspectiva, se pretende entonces, realizar una caracterización sobre el Uso de los marcadores discursivos en la práctica docente, ya que es un hecho de suma preocupación que los estudiantes independientemente del nivel a cual pertenezcan no tienen la capacidad “o no saben” hacer uso de los marcadores discursivos al momento de elaborar sus escritos, lo cual afecta directamente su producción verbal, pues, en las aulas de clases, se observa como el estudiante le da poca importancia a la forma como emite determinados actos de habla , debido a que los mismos carecen en su estructura fónica y gráfica, no tan solo del aspecto formal sino, también, de sentido, coherencia y cohesión, por lo tanto, el aprendiz desvaloriza el uso de la lengua al emplearla inadecuadamente en la producción lingüística.

En relación a lo planteado, acerca del uso de los marcadores discursivos, puede decirse, que es un problema que no se observa únicamente en los alumnos, sino que es una problemática que se evidencia a nivel superior, tal es el caso de los docentes, que no toman conciencia de las fallas que poseen a nivel de instrucción y no reflexionan sobre la diversidad de consecuencias que esto le puede acarrear a sus aprendices, lo cual se hace notorio al realizar los mismos su producción lingüística, pues, el docente olvida que los alumnos son el reflejo de su trabajo en el aula de clases. Cabe señalar, que el uso de los marcadores discursivos, no son únicamente exclusivos del aspecto institucional, sino que el uso de estos, permiten un mayor desenvolvimiento del habla de la persona en la interacción social al emitir infinitos actos de habla.

Ahora bien, ¿es responsabilidad del docente, que los alumnos no tengan noción de lo que es un marcador discursivo, y lo que es aun mas preocupante, que no lo empleen para darle sentido a la producción lingüística?

En primera instancia, no hay que olvidar que a través, del lenguaje, es que el ser humano se comunica con sus semejantes, por lo tanto, al realizar la producción lingüística, la misma debería poseer una estructura adecuada, ya sea a nivel grafico, morfosintáctico, léxico-semántico, esto según sea el caso, y así el emisor logre su objetivo al momento de transmitir su mensaje, que no es otro que el receptor pueda decodificarlo a través, de interpretaciones semánticas y pragmáticas, donde se hace necesario, la interpretación del mismo de acuerdo, a la intención comunicativa con la cual se realiza el

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