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Escuela Robisonania


Enviado por   •  29 de Octubre de 2012  •  1.207 Palabras (5 Páginas)  •  423 Visitas

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La pobreza como expresión de exclusión social

La pobreza es tanto una manifestación de la exclusión social como una de sus causas. Es un círculo vicioso: la exclusión social produce pobreza y, a su vez, la pobreza refuerza la exclusión social en que se vive.

La exclusión social se expresa en la falta de oportunidades para acceder a derechos y servicios como la educación, salud, servicios del Estado, acceso a la justicia, acceso a oportunidades. Si una persona no accede a estas cosas entonces no tendrá oportunidades de tener un buen empleo e ingresos aceptables, de este modo esta persona probablemente caerá (o permanecerá) en la pobreza: no podrá tener una vivienda digna, dotada de servicios públicos, ni se podrá alimentar bien. Si una persona es pobre (no tiene recursos ni patrimonio) eso hace que se refuerce su exclusión social y, sobre todo, que la exclusión y la pobreza se transmitan a sus hijos, quienes no recibirán buena educación, ni salud, ni acceso a oportunidades.

Enfermedades en el siglo xx y su impacto en el sector mas desposeído

Estos tres términos (estrés, ansiedad y depresión) nos suenan a todos. Actualmente, están a la orden del día y todos conocemos alguien cercano que los padece o ha padecido y seguramente nosotros mismos a lo largo de nuestras vidas sufriremos alguno de ellos.

Puede resultar paradójico, que en la actualidad en los países más avanzados contamos con más y mejores medios que nunca, una asistencia sanitaria muy completa, un buen nivel de vida y, sin embargo, cada vez sufrimos más de estas patologías y trastornos. Por el contrario, su incidencia en los países menos desarrollados es mucho menor. Todo esto se podría explicar, porque nuestro estilo de vida actual en ciudades y países más avanzados no es la más idónea por la existencia de una serie de causas que afectan a nuestra salud: el ritmo acelerado que se lleva en las ciudades, la contaminación, los malos hábitos alimenticios, la vida sedentaria, las aglomeraciones de personas y vehículos,…son factores que inciden bastante en la presencia de estos trastornos. De hecho, en países como Estados Unidos la prevalencia supera el 25% ya, lo que nos puede ayudar a hacernos una idea de su importancia.

De hecho, según la Organización Mundial de la salud, estas enfermedades y patologías suponen ya el 12 % del total de enfermedades, por lo que se las conoce ya como las enfermedades y trastornos del siglo XXI, y que pueden llegar a ser muy limitantes para quién las sufre.

A pesar de todos estos datos, todavía solemos confundirlas entre ellas y muchas veces ni siquiera quién las padece está tratado, lo cual supone un problema muy grave para el individuo, ya que van desde trastornos leves hasta altos grados de severidad que pueden reducir la calidad de vida de quién las sufre de manera drástica. De hecho, según la OMS entre un 35 y un 50% de las personas que padecen alguno de estos trastornos no han sido diagnosticados ni tratados

Hay que entender que gracias a los avances de la medicina, y concretamente en el campo de la psiquiatría y la psicología, estas patologías pueden ser tratadas de manera eficaz permitiendo una mejoría completa o muy grande en el paciente. Por lo que el principal consejo que hay que dar, es que si uno se siente mal o cree que puede estar afectado por alguno de estos trastornos, hay que acudir sin ningún miedo al medico especialista que sabrá diagnosticar su problema y le ayudará a encontrarse mucho mejor.

Es fundamental saber distinguir un poco entre el estrés, la ansiedad y la depresión, ya que muchas veces no se tiene bien definida las diferencias y también presentan síntomas muchas veces parecidos.

El ESTRÉS:

está presente siempre en nuestras vidas. De hecho, en pequeña medida es hasta bueno ya que no deja de ser un mecanismo de defensa del organismo ante amenazas externas. El

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