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Investigación histórica (16 puntos IB) Identificación y evaluación de fuentes (Criterio A) Palabras: 502


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2017  •  Documentos de Investigación  •  2.323 Palabras (10 Páginas)  •  712 Visitas

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Identificación y evaluación de fuentes (Criterio A) Palabras: 502

En el año 1946, Juan Domingo Perón fue electo por primera vez presidente de la Nación Argentina, que hasta 2 años antes de que el ganara las elecciones había sido gobernada por una dictadura militar de Ramón Castillo. Perón, en su mayor parte fue apoyado por la clase obrera, tanto antes de haber sido presidente como durante su gobierno, por lo que se podría suponer que éste sector de la población se veía beneficiado con el gobierno de Perón y lo cual nos lleva a la pregunta que se busca responder en esta investigación: ¿En qué medida se vio beneficiada económicamente la clase obrera durante el primer gobierno de Perón (1946-1952)? a la cual se dará respuesta considerando los aspectos económicos positivos y negativos que envolvieron a la clase obrera durante la primera época peronista, con un análisis a las fuentes consultadas.

La primera fuente es el libro titulado El Peronismo 1943-1955, publicado en 1981, su autor es el alemán Peter Waldmann (1937-actualidad), quien es licenciado en derecho y en ciencias sociales, una de sus principales áreas de investigación es el cambio social, dictaduras y desarrollo de Latinoamérica. El propósito de su investigación es dar respuesta a la interrogante que él mismo se plantea “¿Cuál era el verdadero, el auténtico Perón y cuál era la naturaleza real de las estructuras de su sistema de poder?”. El contenido de este libro muestra la importancia, causas y la trascendencia de la primera época peronista, tomando en cuenta las distintas maneras en que la percibían cada estrato social, generación y profesión. Su pertinencia para esta investigación reside en que se centra en los años del primer gobierno de Perón, y es de valor ésta misma ya que se tratan con cierta amplitud las maneras en que se afectó económicamente, ya fuera de manera negativa o positiva, al sector de la clase obrera. La limitación de la fuente es que en ocasiones se centra en los aspectos sociales, siendo que para la investigación más que nada interesan los aspectos económicos.

La segunda fuente es el libro titulado Perón y los trabajadores, publicado en 2006, la autora, Louise Doyon (1943-actualidad) es una historiadora y escritora canadiense. El contenido de este libro es un análisis del movimiento obrero durante el peronismo, definiendo el rol y funcionamiento de éste mismo. Doyon escribe el libro con el propósito de proponer una nueva visión sobre el peronismo, no como un producto más del populismo latinoamericano, librando su investigación de preconceptos ideológicos. El valor de esta fuente reside en que está enfocada en la relación que había entre Perón y la clase obrera, a la que en este libro se refiere como la clase trabajadora, asimismo es pertinente para la investigación ya que la información contenida abarca en detalle el periodo de tiempo de 1943-1955, siendo en su mayoría los años que interesan para ésta investigación además de tratar algunos temas económicos. La limitación del libro para la investigación es que la información está en su mayor parte subordinada a lo político.

Investigación (Criterio B) Palabras: 1355

Juan Domingo Perón empezó a ganar conocimiento público cuando aún era coronel, durante el transcurso del golpe de estado del 4 de junio de 1943, que derrocó al gobierno de Ramón Castillo. Más tarde, en ese mismo año fue nombrado secretario de Trabajo, puesto mediante el cual fue adquiriendo la simpatía de la clase obrera, pues los incentivaba a que presentaran demandas, que decía él, con el tiempo serían satisfechas. Hasta entonces, el sector de la clase obrera no era tenido en cuenta, se consideraba que no tenían influencia dentro del gobierno por su baja economía y su casi nula participación en la política. Sin embargo, la razón por la que Perón obtuvo el apoyo de este sector de la población fue porque en él vieron la posibilidad de empezar a ser considerados por el gobierno, por lo que en ésta investigación se busca conocer si tales expectativas de beneficios durante el primer gobierno de Perón (1946-1952) fueron satisfechas en el ámbito económico.

Si se estudia a grandes rasgos, se puede ver que durante la década de 1946-1955 la clase obrera Argentina gozó de mejoras en el nivel de sus salarios, condiciones laborales y servicios de salud, bienestar social y educación. Según el investigador norteamericano Samuel L. Baily el salario de los obreros industriales especializados ascendió en un 35% entre 1946 y 1948 y el de los no especializados en un 40%, lo cual muestra un claro crecimiento en la economía de los obreros, sin embargo, este incremento sólo menciona los primeros años del gobierno de Perón sin considerar el estancamiento de su economía que habría a partir de 1949, de lo que se hablará más adelante. Dejando a un lado el ascenso de los salarios, en el periodo del gobierno de Perón, el autor Galasso menciona que se percibió un actitud favorable al obrero adoptada por el gobierno la cual se puso de manifiesto en una multitud de medidas y leyes. Entre éstas medidas encuentro que por primera vez se contaba con organismos estatales a los cuales el obrero podía volverse en caso de conflictos tarifarios o de cualquier otra tipo, además, el Ministerio de Trabajo implementó Estatutos los cuales proporcionaron a muchos trabajadores el derecho a una protección contra accidentes y contra enfermedad, a vacaciones pagadas y a la jubilación.

Entre los años de 1946 y 1947 hubo un crecimiento de huelgas cortas que involucraron gran cantidad de obreros, de hecho Waldmann en su libro menciona que al inicio del gobierno de Perón el promedio anual de huelgas era de unas 50 y que a partir de entonces casi se duplicó. El incremento de huelgas podría decirse entonces, que se debió a que los obreros sabían que las negociaciones se resolverían a su favor bajo la supervisión del gobierno y por ello no vacilaban en proceder sin miedo contra los empresarios. Waldmann también señala que, en ocasiones el propio gobierno los alentaba a formular exigencias, siempre que ellos no elevaran el nivel de las mismas por propia iniciativa. Sin embargo cada vez la clase obrera demandaba más aumentos y poder, a lo que Perón les recomendó a los sindicatos, en 1949, “no caer en la trampa de ir a la lucha por la lucha misma y terminar envueltos en una confrontación egoísta de posiciones con los empresarios. Llegó el momento de armonizar los intereses comunes de los trabajadores y de los empresarios, dejando de lado la lucha estéril por prevalecer unos contra otros. Nuestro objetivo es lograr condiciones que sean justas tanto para los obreros que asumen la agotadora tarea del trabajo físico como para los empresarios que se arriesgan a perder su capital...” puesto que la visión peronista era que hubiera una distribución justa entre los diversos sectores de la población y no hubiera un abismo entre pobres y ricos, era por ello por lo que apoyaba a la clase obrera, pero este sector empezó a querer prevalecer por sobre los empresarios por lo que se dice que Perón comenzó a tomar a partir de 1952 una postura neutra entre estos dos.

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