ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Perfiles De Conducta

marijosedeluna20 de Enero de 2014

4.342 Palabras (18 Páginas)636 Visitas

Página 1 de 18

CAPITULO 6

PERFILES DE CONDUCTA

Hoy en día las fuerzas sociales en rápida mutación están afectando los valores de casi todos los individuos, y se ve claramente porque que casi todos somos más avanzados en nuestras ideas que en nuestra disposición emocional para tratar los efectos de nuestra formación, determinada por el sexo.

Money y Ehrhardt (1972) descubrieron que a los 18 meses la criatura ya tiene establecida su identidad sexual y que es dificilísimo, si no imposible, modificar la elección y aceptación del sexo mucho más allá de esa edad.

El terapeuta debe tener presente que los valores, prioridades, propósitos y objetivos de los demás son tan validos para estos como los propios lo son para él.

Durante muchos siglos se ha sostenido el principio de la actividad masculina y la pasividad femenina en materia de trato sexual y toma de decisiones, este y otros supuestos han causado mucha infelicidad y explotación en ambos sexos.

Para que dos personas lleguen a respetar sus respectivas individualidades, es preciso asumir actitudes sutiles, difíciles de lograr y mantener. Para lo cual se han descubierto siete modos principales de reaccionar ante el compañero, a los que denomino <<perfiles de conducta>>. Estos perfiles son: el cónyuge igualitario, romántico, parental, infantil, racional, camarada y paralelo. Los determinantes de estos perfiles de conducta obedecen a múltiples causas que a esta altura de nuestros conocimientos no nos es imposible explicar.

Cónyuge igualitario refleja la filosofía respecto al individualismo, la conservación de la propia personalidad dentro de una relación de coparticipación y la igualdad entre los sexos. Busca una relación basada en la igualdad de ambos esposos, la desee o no su compañero.

Espera que los dos tengan los mismos derechos, privilegios y obligaciones, espera que él y su compañero sean personas completas por derecho propio, pero sensibles a las necesidades del compañero y emocionalmente interdependientes con relación a él. El cónyuge igualitario tiene que ser razonablemente capaz de aceptar y tolerar una relación de paridad madura, no rivalizar demasiado con el compañero, y comprender y respetar las diferencias sexuales para que no sean utilizadas en desmedro de uno u otro esposo.

Cónyuge romántico: representa la <<vieja ola>>. Interactúa como tal aunque no posea una ideología romántica. Se comporta como si quisiera y espera que su compañero sea su <<bien amado del alma>> y que juntos formen una sola entidad; se comporta como si fuera una persona incompleta que solo pudiera adquirir plenitud al lado de su compañero. El romántico empuja y prueba y el otro se resiste estimulándolo apenas lo suficiente como para que siga el juego, el romántico dice que su esposo <<no es sensible, amante, et.,>>, y el otro protesta porque << siempre quiere poner a prueba mi amor>>.El romántico busca satisfacer su aspiración infantil a ser el único objeto del amor, adoración y apoyo de su madre o padre, tiende a ser muy celoso y a proteger su relación. Los románticos tienden a dar gran importancia a los símbolos sentimentales.

Cónyuge parental puede considerarse un amo (que es, esencialmente, un progenitor dominante y autoritario extrapolado al extremo); entre el progenitor y el amo están el cónyuge/maestro y cónyuge/preceptor o profesor. El prototipo del cónyuge parental o amo es Torvold, domina al compañero gobernándolo y velando por él, y lo infantiliza, puede desempeñar un rol benévolo y cariñoso, fomentando la necesidad de crecimiento e independencia del <<niño>>. Para defenderse de su falta de autoestima subyacente erige una estructura rígida destinada a demostrar que el es un individuo adulto. Este no tiene tiempo para escuchar a su compañero cuando le habla de crecer y tomar decisiones por sí mismo.

Subtipo del cónyuge salvador es un subtipo de cónyuge parental que asegura a su compañero una atención especial y forma una relación complementaria con un esposo << deseoso de que lo salven>>. Este subtipo de cónyuge es manipulado o necesita serlo y acepta a si esposo una persona a la que hay que salvar de una situación difícil. Los casos de salvación reciproca no son raros: dos románticos pueden iniciar su relación para salvarse uno al otro de sus respectivos esposos, lo usual es que el cónyuge salvador deba sentirse superior a aquel que salva, no se limitara a ayudar a una persona amada y seguirá protegiéndolo en tanto le sea fiel y acepte su posición de <<persona deseosa de ser salvada>>. El cónyuge salvador puede convertirse poco a poco en cónyuge parental. Este subtipo tiene necesidad de salvar a otros basado en su propia sensación de ineptitud o insuficiencia para ser amado. Los mecanismos de defensa que utiliza son la represión, formación reactiva, intelectualización, desplazamiento, defensa perceptual.

Cónyuge infantil se convertirá en el <<esclavo>> del <<cónyuge amo>>. Manifiesta predisposición a interactuar como niño y reacciona con hostilidad si su compañero desea hacerlo. En materia de interacción, busca que lo cuiden, protejan, corrijan y guíen; a cambio de esto, le ofrece a su cónyuge parental el derecho a sentirse más adulto y necesario, a que apuntalen su sistema de defensa. Se transforma a menudo en el verdadero dueño del poder y son capaces de explotar la situación amenazando con marcharse. El niño exigente o indefenso puede causar tensión en cualquier clase de relación.

Subtipo del cónyuge deseoso de que lo salven (es el complemento del cónyuge salvador), se siente amenazado y abrumado por un mundo hostil que es incapaz de enfrentar por sí solo, motivo por el cual necesita un progenitor bueno o un salvador que se haga cargo de el protegiéndolo, actuando en su nombre, resolviéndole conflictos y dirimiendo las ambivalencias que retardan la acción.

Puede ser un manipulador consciente o inconsciente que se vale del cónyuge salvador para evadirse de una situación difícil, y luego lo abandona, precipita una nueva crisis. Es dependiente, pasivo de la escala y tiende a no ejercer mucho poder.

Cónyuge racional se niega a admitir que las emociones puedan influir en su conducta, y trata de establecer una relación marital razonada, lógica y bien ordenada, delineando con claridad las obligaciones y responsabilidades mutuas. No es habitual que manifieste afecto o pasión de manera muy abierta. Es pragmático, realista, comprende las reglas del sistema y tiene una tendencia inherente a vivir de acuerdo con ellas; rara vez crea reglas nuevas o cambia las existentes, supone que su opinión es correcta, generara la hostilidad de ciertos tipos de compañeros. El cónyuge racional es bondadoso, considerado y cortes en el trato social, y suele acudir cuando su esposo lo necesita; tiende a serle fiel a su esposo y a procurar con diligencia el buen funcionamiento de la pareja. Es más dependiente de lo que aparenta, es muy activo en las cuestiones prácticas, puede mantener bastante intimidad aunque tiende a evitar la expresión intensa y tiene a asumir y a emplear el poder. Puede oscilar entre un temor profundo y penetrante, y su ausencia casi total. Parecer dominar al otro y a menudo lo hace en muchos aspectos, su grado de angustia es mediano y bajo. Los mecanismos de defensa que mas utiliza son represión, formación reactiva, intelectualización, defensas perceptuales, desmentida, desplazamiento, inhibición de impulsos y afectos. Generalmente siente un amor profundo y duradero, tiende a ser organizado, a recoger toda la información y llegar a una conclusión lógica y correcta.

El cónyuge camarada actúa, más que nada, para evitar la soledad; por lo común, es capaz de aceptar el trato íntimo. No espera recibir amor, pero si busca bondad y cuidado creyéndose dispuesto a retribuirlos, quizá con el agregado de una seguridad económica. No aspira a un amor romántico (aunque puede desearlo profundamente). El matrimonio de cónyuges camaradas puede ser muy gratificante cuando satisface las necesidades principales de personas que han abandonado toda intransigencia con respecto a sus ideales. Ven su relación como un acuerdo realista entre personas que ya no tienen ilusiones, que saben cuáles son sus necesidades y cuanto están dispuestas a dar cambio de la satisfacción de estas últimas. Este cónyuge es una mezcla de independencia y dependencia, suele ser más activo y evita la intimidad y el distanciamiento. Ejerce el poder pero no es competitivo, prefiere vivir en pareja pero no necesita poseer ni ser poseído.

Los mecanismo de defensa que el cónyuge camarada utiliza son la sublimación, represión, formación reactiva, intelectualización, fantasías y defensa perceptual.

Cónyuge paralelo interactúa evitando una relación íntimamente compartida. Por más que asegure lo contrario, quiere que el compañero respete su distanciamiento emocional y su independencia. Desea todos los accesorios convencionales del matrimonio, prefiere rozarse con la punta de los dedos antes que estrecharse en un abrazo, lucha para no interesarse nunca demasiado por su compañero, pues entonces tomaría conciencia de su propia vulnerabilidad.

El cónyuge paralelo es independiente, pero no desea la dependencia de su esposo. Utiliza la represión formación reactiva, intelectualización, sublimación, inhibición de impulsos y desplazamiento como mecanismos de defensa.

La sexualidad en los perfiles de conducta: el <<cónyuge sexual>> con dos subtipos: El primero abarca a quienes parecen confundir una fuerte necesidad sexual con amor, sobrevalorando el

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (27 Kb)
Leer 17 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com