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Obesidad ¿Culpa del Marketing o Indiferencia del Consumidor?


Enviado por   •  14 de Diciembre de 2022  •  Ensayos  •  5.034 Palabras (21 Páginas)  •  50 Visitas

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César Fernando Muñoz Sambache

Germán Augusto Granda Angulo

Estrategia y Marketing Empresarial

2020

Obesidad ¿Culpa del Marketing o Indiferencia del Consumidor?

“Debido a que la obesidad va en aumento en el mundo entero, la OMS la ha calificado como la pandemia del siglo XXI” (Chávez 2013, loc. 12).

Imagen 1

Cifras sobre la obesidad en el Mundo

[pic 1]

Fuente: Ochoa Diana

Elaboración: Los Andes, 2017

Los datos son reveladores cada día más personas mueren a causa de enfermedades relacionadas a una mala nutrición (ver imagen 1), diagnósticos como diabetes tipo 2, hipertensión, hígado graso, colesterol, enfermedades coronarias, obesidad, etc., son el día a día para las casas de salud en el Ecuador y el mundo, y existe un problema aún mayor, el crecimiento de la obesidad infantil, niños con corta edad que sufren de sobre peso u obesidad, problemas que se agudizan día a día. En la publicación realizada en la revista científica de investigación actualización del mundo de las ciencias, la autora Ochoa (et al. 2019, 28), pone en evidencia esta realidad citando a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) que se publicó entre 2014 y 2015, en la que se informa que en Ecuador el 29,9% de niños entre 5 a 11 años tienen sobrepeso y obesidad.  Este dato incrementa al 62,8% en adultos (de  19  a  59  años).

Imagen 2

Prevalencia de obesidad en países de América en niños menores de 5 años

[pic 2]

Fuente: Ochoa Diana

Elaboración: Garcia Vera, 2014

        En la imagen anterior podemos evidenciar como el país con mayor prevalencia de obesidad en niños es chile, seguido de Argentina y Costa Rica y el país con el índice más bajo se encuentra honduras.

Si miramos a nuestros pares latinoamericanos observamos una similar tendencia de crecimiento de poblaciones obesas, “para el año 2020, la OMS pronostica que seis de los países con mayor obesidad en el mundo, entre la población mayor de 15 años, serán latinoamericanos: Venezuela, Guatemala, Uruguay, Costa Rica, República Dominicana y México” (Chávez 2013, loc. 15).

Es un mal que nos aqueja a todos grandes y chicos sin importar etnia, raza, nación, condición social, sin embargo, este último factor afecta en mayor medida a países pobres en vía de desarrollo y en especial a personas de bajos recursos económicos “es lógico, ya que en los países desarrollados hay disponibilidad de alimentos para la población, y programas adecuados para una buena alimentación desde temprana edad. No es así, en muchos casos en los países en vías de desarrollo, en donde existen profundas desigualdades sociales, ocasionados por múltiples factores políticos y sociales.” (Ochoa et al. 2019, 28).

        Sin lugar a duda podemos evidenciar esta realidad en nuestra sociedad en donde el rico se alimenta mejor y el pobre trata de alimentarse de los productos más económicos que no son sinónimo de la mejor calidad.

        Hemos puesto en evidencia una realidad que afecta a todo el planeta, pero mi deseo es que conozcamos a profundidad los problemas relacionados a la obesidad y el sobrepeso y no solo hablo de las enfermedades que se derivan de la misma, sino también, a los efectos sociales que se enfrentan aquellas personas que padecen de esta condición.

        “Siendo honestos, en la vida real a la persona con sobrepeso se le llama “gordo”. Cada uno de estos términos conlleva una carga emocional particular muy distinta, pretendo con este término conectar con la realidad de quien como niño vivió esta situación y que tal vez como adulto la sigue viviendo” (Chávez 2013, loc. 4). La autora en términos coloquiales evidencia una realidad que vivimos a diario y que dispara otras problemáticas como el bullying, discriminación, suicidio, etc. La obesidad es para la persona una gran carga social que tiene que enfrentar día a día, no solo se trata de salud, ahora tenemos que cumplir con estándares de belleza, impuestos por actrices, actores, modelos, y ahora redes sociales, y si no te ajustas a los esquemas simplemente eres rechazado. “Yo no quería ser gorda; no por mi salud, ni porque deseara tener mayor movilidad, sino porque “aprendí” que ser gorda era poco atractivo, causa de rechazo y disminuye la autoestima femenina”(Esteva 2013,  loc. 9).

La autora de la cita anterior, en su libro Cuando la comida calla mis sentimientos, pone en perspectiva lo que ella en un momento de su vida sintió y que seguramente muchas personas sienten con el peso social que tienen sobre sus hombros, como podemos demostrar las personas con sobrepeso no solo se enfrentan a problemas de salud sino también a problemas psicológicos que tienen que enfrentar día a día como el rechazo y burlas.

Todos estos problemas sociales agravan la situación de la obesidad, pues generan cuadros de depresión y ansiedad que desembocan en una ingesta mayor de alimentos no nutritivos, o a la privación de estos, al realizar dietas absurdas, que tiene a las personas en un sube y baja, entre anorexia y obesidad.

Planteada esta problemática me surgen las siguientes inquietudes, ¿Cuáles son los factores que han desencadenado esta crisis de salud mundial? ¿Quiénes se han beneficiado de esta problemática?, y hasta ¿Qué punto es parte del problema el consumidor?

Los factores que han desencadenado en los problemas de obesidad, se han acabado centrando en tres ingredientes, la sal, el azúcar, la grasa y las calorías de los alimentos procesados (Moss 2016, loc. 29). No es coincidencia que los productos contengan el semáforo nutricional en los tres factores antes mencionados, el exceso en el consumo de estos ingredientes que se encuentran también en la comida chatarra y bebidas azucaradas, junto con malos hábitos, como la falta de actividad física y desordenes psicológicos como la ansiedad que mencionamos en párrafos anteriores son los causantes de todas las enfermedades asociadas a la obesidad.

Los mayores patrocinadores de este mal son las grandes corporaciones de la industria alimentaria que alienta el consumo de productos chatarra. ¿Dónde ha quedado la ética del marketing empresarial?, en un mercado feroz en el que los “monstruos” empresariales, luchan entre sí por posicionarse y captar a toda costa, una mayor cuota del mercado, “como incluso el que no es experto en este sector puede intuir, el cinismo de los intereses económicos, basados en el puro beneficio, centrado perversamente en los resultados a corto plazo y, por lo tanto, incapaz de ver el efecto boomerang de estas estrategias de mercado, domina la producción y distribución de alimentos.”(Milanese y Milanese 2018, loc. 3).

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