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Retención Del Talento En La Economía Del Conocimiento


Enviado por   •  7 de Mayo de 2013  •  1.716 Palabras (7 Páginas)  •  375 Visitas

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LA RETENCIÓN DEL TALENTO EN LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento hoy por hoy es considerado el activo más valioso de cualquier compañía, es un valor que logra una perfecta armonía y sinergia de la Sociedad del Conocimiento y de la Economía del Conocimiento. Es el valor de la organizaciones que genera una diferencia en su competitividad, depende de que este conocimiento pueda mantenerse, desarrollarse, evolucionar y utilizarse de forma eficiente.

Sveiby (1998) menciona que no existe aprobación ni unidad en la definición de la palabra conocimiento y aporta los múltiples significados de acuerdo al idioma y al contexto donde se aplica. Sin embargo expresa 4 características que rescato como parte de éste escrito. Afirma que el conocimiento es tácito: los conceptos cambian o se adaptan a la luz de las experiencias de los individuos. Es orientado a la acción: posee la cualidad dinámica de generar nuevos conocimientos y superar los antiguos. Está sustentado por reglas: la creación de patrones en el cerebro, con el paso del tiempo, permiten actuar con rapidez y eficacia, de forma automática, en situaciones inconcebibles. Está en constante cambio: el conocimiento puede ser distribuido, criticado y aumentado.

El conocimiento como capacidad humana, carece de valor si se mantiene estático, sólo puede llegar a generar valor si es dinámico, es decir, cuando se transforma.

El conocimiento puede ser explícito (cuando se puede recoger, manipular y transferir con facilidad). Este es el caso del conocimiento heurístico resultado de la experiencia acumulada por individuos. Además, puede estar formalizado en diversos grados, pudiendo ser también informal. La mayor parte del conocimiento transferido verbalmente es informal.

En el siglo pasado, gran parte de las organizaciones, refiere Toffler (2007), fueron fundamentadas en sistemas agrarios o industriales; no debe ser extraño que muchos economistas en su momento hayan dedicado sus vidas y sus carreras consolidando datos, analizando y creando teorías sobre creación de riqueza a partir de lo tangible. Hasta que en algún momento de la historia aparece un sistema de riqueza diferente, impulsado no solamente por cambios en las relaciones temporo-espaciales, sino con un tercer pilar profundo: el conocimiento.

El conocimiento en el mundo de la economía, es una herramienta para generar riqueza y valor a partir de la transformación; el conocimiento es mucho más de lo que se puede crear con información, en él se debe considerar la forma, la inspiración, el método y las maneras para tomar decisiones acertadas y resolver conflictos. Es por esto que en el día a día de las compañías se habla de la construcción del "Know-how", "Know Who".

Éste gran valor es de relevante importancia en las compañías que hoy por hoy demuestran que sus capitales intangibles logran mayor valor que los tangibles.

Es de reconocer que el conocimiento es poder, pero como lo afirma Nonaka (1999), la importancia del conocimiento en las organizaciones depende de lo que se pueda hacer con él dentro de un ámbito de negocios. Es decir, el conocimiento por sí mismo no es relevante, en tanto no pueda ser utilizado para dar origen a acciones de creación de valor.

La economía del conocimiento recibe por consiguiente un gran valor en la capitalización de las compañías y en la búsqueda de éstas por la agrupación del capital humano (Talento). Ésta actividad económica se convierte en un potencial de generación de riqueza, que además genera otros valores como el desarrollo de la diversidad cultural, la cohesión social, la integración sostenible e inteligente.

La Economía del Conocimiento trasciende el producto y nos lleva a pensar en el servicio detrás del primero, es decir, de la calidad, la experiencia al utilizar el producto, la satisfacción del cliente y la resolución de nuevas necesidades a partir de la sensación percibida con la primera experiencia, el talento de personas que le dan mayor valor al producto.

Pensar de ésta manera, implica un cambio de paradigma, en la forma de concebir el qué hacer de las empresas y el rol que cada uno de los individuos que las componen debe asumir para lograr el aporte que la compañía espera y que proyecta en sus megas corporativas.

La responsabilidad de los individuos en una compañía puede entenderse como la apropiación de los mismos del conocimiento organizacional. Sánchez G (2005), lo define como la capacidad que tienen las empresas para generar nuevo conocimiento, materializar las acciones de desarrollo del conocimiento de sus empleados, de manera que se pueda hacer tangible en nuevos productos, servicios o sistemas de producción mejorados.

En la edad media, de acuerdo a lo afirmado por Castell, (2005), los trabajadores de mayor confianza del soberano, garantizaban el control de la riqueza a partir de la apropiación de tierras y el mantenimiento de las mismas. En la edad industrial el rol se enfocaba a garantizar, de manera mecánica, que cada funcionario tuviera claridad en el rol por procesos y la función correspondiente en una línea de producción. En la actualidad los empleados que trabajan a partir de la economía del conocimiento trascienden y sustituyen la materia prima de la compañía. Asumir un rol innovador, creativo, de desarrollo de conocimiento con ciencia, teoría, y planeación estratégica, hacen que emerja un rol más talentoso y alineado a una economía fundamentada en el servicio, que es incluyente con los temas sociales, multiculturales, políticos, éticos y de sostenibilidad dialogados en el presente.

Las compañías de hoy, están constituidas por personas, que en un momento y unas circunstancias determinadas por un contrato de relación laboral, comparten la misión de la empresa. Son personas que

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