Caso de psicopatologia

CASO JIMMY

Jimmy de 17 años al terminar la secundaria se propuso no depender de la medicación para controlar sus tics. Él había leído en varias páginas de internet que, con la práctica de técnicas de respiración y relajación, así como cuidando su dieta y evitando las grasas y los azucares podía eliminarlos por completo. Es por eso que a escondidas de sus padres decidió botar sus pastillas. Los tics no mejoraron, por el contrario, se hicieron más frecuentes. Cuando el neurólogo le preguntó el porqué de lo que hizo, Jimmy señaló “quería que todo fuera diferente en la universidad, que nadie se diera cuenta de mi problema”. Todo esto acompañado de muecas que parecían guiños extraños y también por esporádicos carraspeos, los cuales se observaban aproximadamente unas 10 veces por minuto.

Frente a los reclamos de su madre, Jimmy trataba de defenderse, pero cuando se enojaba aún más, los tics aumentaban y no lograba responderle como hubiera esperado, e incluso sin motivo aparente mascullaba lisuras, frente a esto, tanto la madre como el médico no se inmutaban y simplemente seguían con la conversación, ya lo conocían. El neurólogo preguntó a Jimmy si consumía alcohol o alguna otra droga, lo cual él negó rotundamente, a lo que la madre añadió “él sabe que eso empeoraría sus tics, por eso se cuida mucho”. También negó presentar ideas obsesivas que lo indujeran a realizar los tics.

Jimmy recuerda haber tenido una infancia feliz, durante toda la primaria tuvo muchos amigos. Fue a sus doce años en la secundaria cuando todo empezó. Su madre había observado que solía mover levemente el hombro hacia atrás, pero no le tomó importancia. Tiempo después la profesora de Jimmy le sugirió a la madre que lo llevará al médico puesto que constantemente carraspeaba y posiblemente tenía algún problema en la garganta. El médico descartó este tipo de afección, pero les recomendó ir al neurólogo. A esto el padre se negó “mi hijo no es ningún retardado” y cerró la conversación con la madre. No pasó mucho tiempo que fue suspendido del colegio porque distraía a sus compañeros con los carraspeos, los cuales eran cada vez más fuertes y frecuentes, pero todo llegó a un límite cuando empezó con “unos sonidos raros, entre los cuales se podía entender claramente una lisura”, frente a lo cual todo el salón reía. Además, Jimmy la estaba pasando mal, “poco a poco sus amigos se fueron alejando porque lo veían raro”. Incluso llegó a llorarle a su padre para que lo lleve a un médico y lo ayude. A lo que finalmente el padre accedió. El primer neurólogo que lo trató le prescribió haloperidol, medicamento que ha tomado hasta la actualidad, sin embargo, en estos años la dosis ha ido variando.

En la consulta con el primer neurólogo, la madre indicó que Jimmy fue concebido cuando ella tenía 39 años, por lo que fue un niño muy deseado. No se presentaron dificultades durante la gestación ni el parto. Tuvo una infancia sin mayores problemas, ni enfermedades relevantes, solamente gripe o problemas estomacales comunes, nunca tuvo que ser internado por algo más grave. Además, la madre recordó que su padre, el abuelo de Jimmy, quien murió cuando ella era adolescente, hacía el mismo carraspeó con frecuencia, pero nadie en la familia le tomaba importancia. Luego un tiempo la madre de Jimmy le preguntó a su madre sobre esto, a lo que la abuela de Jimmy respondió “sí, eso le pasaba a tu padre a cada rato y también le estaba empezando a aparecer a tu hermano José, pero como falleció en el mismo accidente en el bus interprovincial con tu padre, es algo que ya me había olvidado”.

Luego de poco tiempo de empezar el tratamiento los tics disminuyeron significativamente, Jimmy acudía muy feliz al colegio, sin embargo, era durante la época de exámenes que reaparecían, aunque en menos frecuencia que cuando no estaba medicado. También sucedía esto cuando empezaba algo nuevo como las clases de natación o cuando dio un simulacro de ingreso a la universidad. Frente a esto Jimmy concluía, “cuando estoy nervioso todo empeora”. Con el paso de los años fueron apareciendo otros tics, por ejemplo, el parpadeo constante y algunos gruñidos.

FICHA DIAGNÓSTICA DE CASO CLÍNICO EN PSICOPATOLOGÍA: TRASTORNOS DE TICS

Luego de revisado el caso, colocar debajo de la  columna correspondiente a la justificación, la parte de texto que se refiera a cada criterio.

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