LOS ADOLESCENTES Y LA REDEFINICIÓN DE SUS RELACIONES EN LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA

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Introducción

LOS ADOLESCENTES Y LA REDEFINICIÓN DE SUS RELACIONES EN LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA”.

 La familia es el principal núcleo de una persona, es la que aporta la mayor cantidad de su manera de ser y pensar; por edén la familia podría ser la culpable o la brillante en criar personas de esa manera, al igual que su autoestima es fomentadas por los padres que son autoritativos (cordiales, justos y firmes) y no autoritarios (excesivamente severos), indulgentes (excesivamente tolerantes) o indiferentes (excesivamente alejados hasta el punto del descuido).

Existen varios tipos de familia y de ahí procede el diferente estilo de carácter de cada adolescente, hay dos tipos de familias las que te escuchan, aconsejan y aquellas donde no toman tus opiniones de la manera que se te gustaría.

El desarrollo saludable de la identidad ocurre más probablemente en las familias en que los adolescentes son alentados para conectarse con sus padres y para expresar su propia individualidad (Cooper, Grotevant y Condon, 1983; Grotevant y Cooper, 1986).

Unas relaciones familiares tensas durante la adolescencia indican dificultades y no un desarrollo positivo. Por eso se difiere que en la adolescencia es cuando la persona ocupa más tiempo de sus familiares, que lo guíen, que le pongan atención, ya que si tienen familias tensas no se podrán desenvolver igual que otras personas ante la sociedad.

La rebelión, el negativismo y la excesiva participación en el grupo de compañeros son más comunes entre los adolescentes psicológicamente inmaduros que entre los maduros y esto se debe a la falta de comunicación entre familias o también a la falta de confianza de ellos mismos.

En las familias autoritativas, se establecen lineamientos para la conducta del adolescente y se cumplen las normas pero son flexibles y abiertas a discusión. Además, estas normas y lineamientos son explicados y aplicados en una atmósfera de cercanía, interés y franqueza.

La conducta facilitadora y la conducta limitadora. Los padres que emplean mucha conducta facilitadora aceptan a su adolescente mientras al mismo tiempo lo ayudan a desarrollar y consolidar sus propias ideas por medio de preguntas.

Los padres que aplican una conducta limitadora tienen dificultades para aceptar la individualidad de su hijo y reaccionan a las expresiones de pensamiento independiente con observaciones que confunden, discriminan o devalúan.

Los adolescentes que crecen en familias que inhiben la individuación más probablemente hablarán de sentirse angustiados y deprimidos, mientras que los adolescentes de familias con bajos niveles de intimidad más probablemente mostraran problemas de conducta, como el mal control de sus impulsos (Allen et al., 1994b; Pavlidis y McCauley, 1995).

Los adolescentes cuyos padres se niegan a otorgarles una hora de llegada razonable son los que, típicamente, llegan más tarde. Esa rebelión no indica, empero, una autentica autonomía emocional; antes bien, es como una muestra de la frustración del adolescente contra la rigidez y la incomprensión de sus padres.

En esta edad se propicia mucho para dar nuevos saberes o nuevas costumbres a los jóvenes por eso es importante estar en su formación de identidad; a esta edad aspiran muchísimas cosas, y no es bueno que los adultos les bajen el autoestima, hay que apoyarlos sobre todo, tratar de que logren sus deseos más añorados y así que vayan creando una identidad integra y no se encaminen por malos caminos como drogas, alcoholismo, etc…

En la historia del hombre, los grupos humanos o sociales han significado la oportunidad de compartir actividades con personas que tengan los mismos gustos y que de forma individual no se podría lograr, es por ellos que siempre los adolescentes están en busca de grupos sociales al cual se adecuen más.

Contribuye a que su desarrollo personal se enfoque hacia determinadas características con respecto a su persona, a la idea sobre si y a la manera en que interpreta la realidad que le rodea. Y esto es señal de que el joven adolescente esta en busca de su identidad.

Los objetivos del grupo pueden ser diversos y ello marcara el grado de solidaridad que se desarrolle en su seno, así como las formas de organización, jerarquización y liderazgo internos.

Es así la manera de encaminar a un grupo social por determinado fin, con la capacidad de sobresalir o dejar alguna marca especial sobre la sociedad que ellos fueron.

En la adolescencia el primer factor de unión en los grupos de pares son los lazos de amistad que se presentan entre los jóvenes. Esta unión de pares se da mucho en secundaria, cuando ya se comienza a mezclar mujeres y varones, muchos de estos lazos inician por amistades de infancia o las más obvias son por el tipo de estilo que utiliza cada joven.

Las distintas etapas por las que pasan los adolescentes hasta llegar a su madurez son las que van guiando sus distintos grupos donde se identifica; es muy raro que algún adolescente siga con el mismo grupo de pares de la adolescencia hasta la etapa adulta.

11-13 años: los lazos de amistad se encuentran más centrados en las actividades en común que en la interacción misma.

14-16 años: la confianza recíproca es la exigencia en las relaciones de amistad, el aspecto de seguridad toma importancia.

17 años: las relaciones amistosas se tornan menos pasionales, se busca un énfasis en la diferencia personal y la posibilidad de la interacción interpersonal

Estas diferentes amistades se dan por los intereses de los adolescentes y a cómo van creciendo sus intereses van cambiando. Muchas veces se conservan solo ciertas amistades de la infancia o la adolescencia y esto se debe a que hicieron lazos afectivos muy fuertes.

También dichos lazos afectivos se dan por la confianza que se logra tener a los pares, ya que muchos adolescentes a esa edad en los que más confían son en los de su misma edad, ya que ellos logran entenderlos mejor, porque de igual manera ellos también están pasando por lo mismo y por lo regular ninguno se siente seguro de hablarlo con sus padres.

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