Psicología del desarrollo

CURSO ACADÉMICO  2021-2022

Psicología del desarrollo

NOMBRE: Irene López Soler

DNI: 79020654Z

Centro asociado: Málaga

Correo electrónico: ilopez1424@alumno.uned.es

INTRODUCCIÓN

        J. Marcia (1966), a partir de un estudio mediante encuestas, sugirió cuatro estatus o niveles de identidad, los cuales surgieron de la combinación de dos aspectos: uno, haber pasado o no por una crisis de identidad;  y dos, haber adoptado ciertos compromisos vocacionales, ideológicos o personales.

        La adolescencia es una etapa del ser humano llena de cambios, donde el individuo pasa de niño a adulto. En este período de transición, cuyas características son muy peculiares, se da el descubrimiento de la propia identidad, entendida como el conjunto de valores, pensamiento y emociones que conforman la personalidad, el carácter de un individuo, su forma de comportarse, de actuar y su modo de vida.

        Con frecuencia, el inicio de la adolescencia suele situar al individuo en el estatus de la identidad difusa (donde ni se han adoptado compromisos ni se han explorado alternativas a lo planteado), luego suelen pasar al estatus de la moratoria (donde el adolescente busca y explora diferentes opciones sin llegar a tomar decisiones concretas),  u obviar este nivel pasando directamente a al estatus de identidad hipotecada (donde el adolescente adopta compromisos sugeridos por adulto). Por último, el adolescente llegará a la identidad de logro, estatus donde el adolescente, tras buscar y explorar diferentes opciones, se compromete con aquellas alternativas acordes a sus propios gustos o personalidad. No obstante, la adquisición de estas etapas no tienen por qué darse en la dirección establecida, si no que puede darse, por ejemplo, el estatus de la identidad hipotecada para, posteriormente, llegar a una crisis, es decir, entrar la identidad moratoria hasta que finalmente logre su identidad.

DESCRIPCIÓN DE LA PEC

        Para llevar a cabo esta práctica voy a seleccionar una serie de preguntas que han de ser respondidas por dos adolescentes a modo de cuestionario cuyas respuestas serán “si” o “no”, a partir de los cuales podré deducir la situación en la que se encuentran con respecto a la crisis de identidad.

        He seleccionado dos adolescentes  y hermanos  de diferente sexo y edad. El adolescente (A) es un varón de 18 años, que ha iniciado sus estudios de biología en la facultad de ciencias de la Universidad de Málaga. La adolescente (B), es una mujer que cursa 6º de primaria. Ambos adolescentes viven en una unidad familiar grande, compuesta de 8 miembros entre los que se incluyen los progenitores, hermanos y abuelos maternos

        Los ítems seleccionados son 24 ítems de los 64 dados, 6 de cada uno de los estatus de la identidad. Tras leerlos varias veces, mi selección se ha basado en que,  a mi parecer, son más sencillos de comprender y dan menor lugar a dudas por parte de los adolescentes elegidos.

        Cada adolescente cumplimentó su cuestionario aproximadamente en 10 minutos. Tras ello llegó el momento de analizar sus respuestas. En aquel cuestionario en el que primaba las respuestas pertenecientes a un tipo de identidad quedó claro cuál era la situación en la que se encontraba, sin embargo, en el otro cuestionario donde hubo un empate de respuestas entre dos estatus de la crisis de identidad, tuve que profundizar en sus pensamientos mediante algunas preguntas. A continuación dejo detallado el cuestionario que pasé a los dos individuos y sus resultados.

1. No siento ninguna necesidad de ocuparme de temas religiosos.
2. Mis actividades preferidas son heredadas de mis padres, no he buscado otras.
3. Hay diferentes partidos e ideas políticas. No puedo decidirme por ninguno hasta que no los conozca todos.
4. No tengo una actividad de ocio con la que esté comprometido, pero intento buscar una que me satisfaga.
5. Mis ideas acerca de las funciones de los varones y las mujeres coinciden con las de mis padres. Si a ellos les ha ido bien a mí también me irá bien.
6. Después de ensayar distintos actividades de ocio, he encontrado una que realmente me gusta practicar.
7. Si me solicitan participar en actividades de ocio lo hago, pero raramente sale de mí mismo.
8. Estoy intentando analizar mis capacidades para ver qué trabajo me puede ir bien.
9. Hay muchas formas de amistad, pero elijo los amigos en función de valores y similitudes que he decidido previamente.
10. Nunca me he interesado en la política.
11. La fe es distinta para cada persona. Después de pensar sobre mí mismo ya sé en lo que creo.
12. Sobre temas como el aborto y la pena de muerte acepto las creencias morales mayoritarias de mi tradición.
13. Yo nunca me he parado a pensar en las funciones de los varones y de las mujeres dentro del matrimonio. No me parece un asunto que me incumba.
14. Mis propuestas sobre el tipo de citas que me gustan no están cerradas.
15. Mis padres saben mejor que yo los amigos que me convienen.
16. No sé a lo que me dedicaré en el futuro. Hay muchas posibilidades.
17. Me llevo tiempo decidirme, pero ahora sé lo que quiero hacer.
18. No sé qué tipo de amigos es mejor para mí. Estoy intentando saber qué significa la amistad para mí.
19. He pensado en diferentes trabajos, pero en este tema hago lo que mis padres quieran.
20. No tengo unas ideas políticas firmes.
21. Después de un cuidadoso autoanálisis he establecido un estilo de vida propio.
22. Solo quedo con el tipo de personas que mis padres esperan que quede.
23. A partir de mis experiencias pasadas elijo el tipo de citas que quiero.
24. Estoy buscando un estilo de vida adecuado para mí, pero todavía no lo he encontrado.

        .

RESULTADOS

        Tras pasar el cuestionario a los adolescentes (incluidos en el Anexo) he podido deducir lo siguiente:

ADOLESCENTE (A):

        De las respuestas afirmativas, el adolescente (A) ha seleccionado respuestas de los estatus de identidad difusa y logro en las mismas proporciones. Las respuestas afirmativas relacionadas con la identidad difusa son, principalmente, de temas relacionados con la religión y la política. El hecho de que la familia en la que el adolescente está inmerso sea ajena a temas religiosos y políticos pone de manifiesto su identidad difusa en relación a tales aspectos, pues se puede observar que ni ha explorado alternativas ni ha adoptado ningún compromiso con tales temas.

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