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TERAPIA ROGERIANA O HUMANISTA.


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2016  •  Tareas  •  2.485 Palabras (10 Páginas)  •  639 Visitas

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 TERAPIA ROGERIANA O HUMANISTA

Historia  y Principios Teóricos

Carl Rogers, es una de las figuras que se yergue como uno de los principales promotores del enfoque humanista en la psicología, enfoque que plantea que el hombre es un ser esencialmente bueno y que busca su felicidad y su autorrealización. El humanismo responde así, a una concepción, que postula una forma de nativismo semejante al de Descartes o al de Sócrates, pero que queda mejor definido con la frase de Jean Jacques Rousseau: “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Podemos decir por tanto, que el humanismo es una concepción que se opone al determinismo del psicoanálisis, al objetivismo conductual y al racionalismo de los trabajos cognitivos; y desarrolla una visión más positiva del hombre.

El humanismo como corriente puede rastrearse en fechas y tiempos determinados, pero, dentro de un contexto histórico, sería mejor considerar que el humanismo como tal; ha actuado a manera de oleadas cíclicas que nos han dejado pequeñas dosis de sus ideas y pensamientos en diferentes épocas históricas. En la antigua Grecia, por ejemplo, filósofos como Protágoras y Sócrates pusieron énfasis en la realidad interior del hombre como una esencia subjetiva, y con ello dejaron a la luz el lado humanista de su filosofía. Luego, durante el renacimiento, el humanismo sustituye el pensamiento teocéntrico de la escolástica por una visión más antropocéntrica. El movimiento liberal que iniciaron filósofos de la talla de Rousseau, Montesquieu y Voltaire entre otros; también puso su cuota de humanismo, al exaltar los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad durante la ilustración. Pero ¿cómo llega este humanismo a la psicología? Las raíces del humanismo psicológico se encuentran en la fenomenología y junto con las nociones existencialistas que cobran fuerza con los trabajos de Soren Kierkegaard (1813-1855), Martin Heidegger (1889-1976), Jean Paul Sartre (1905-1855) y Albert Camus (1913-1960); se alzan en un movimiento que pretende estudiar la conciencia humana como esencia.

Por otro lado, filósofos como Edmund Husserl (1859-1938) y Maurice Merleau-Ponty (1909-1961); estaban convencidos que la psicología debe ocuparse de estudiar la relación íntima y fundamental entre “el sujeto pensante y el objeto pensado”, es decir que la psicología debe llegar a la esencia misma de las cosas, por ello es que el término fenomenología significa ciencia del fenómeno (Amar, 1971). Los representantes de esta corriente fenomenológica criticaron duramente los métodos experimentalistas de Wundt, porque defienden la idea que el hombre es una totalidad y como tal no está sujeto al escudriñamiento del científico, sino al de su propia reflexión.

Si queremos fundar una psicología, debemos ir más allá de lo psíquico, más allá de la situación del hombre en el mundo y del psiquismo… Nos hallamos pues, en una situación inversa a la de los psicólogos, puesto que partimos de la totalidad sintética que es el hombre y establecemos la esencia del hombre antes de iniciar la psicología. (Sartre, citado por Amar, 1971, p. 217)

Tanto los filósofos como los psicólogos han seguido los enfoques fenomenológicos, con perspectivas muy diversas como la gestalt, el existencialismo y el humanismo; pero en todas ellas, la filosofía y la psicología se confunden en el famoso dilema plantado por Heidegger: de que “la existencia precede a la esencia”. De este modo, tanto los filósofos como los psicólogos encuentran en el existencialismo y el humanismo puntos comunes que desembocan en la consideración de que la preocupación básica de la psicología debe ser la existencia humana y que esta se desenvuelve en el presente, no en el pasado ni en el futuro. Consecuentemente, entienden que la realidad humana es siempre el producto de las percepciones únicas del mundo de una persona particular, y que los hombres tienen la capacidad de hacer sus propias elecciones en función de la construcción de ese mundo íntimo y único para cada persona.

Ahora bien, el humanismo formaliza su llegada a la psicología en 1930, cuando Gordon W. Allport (1897-1967) sienta las bases del humanismo psicológico al utilizar por primera vez, el término de “psicología humanista”, llegando a conocerse como la “tercera fuerza” en Estados Unidos (Baron, 1997). Psicólogos como Carl Rogers (1902-1987) y Abraham Maslow (1908-1970) han hecho posible que los planteamientos de la psicología humanista sean aplicados en distintos campos como la educación, los ambientes laborales, y por supuesto, en la psicología clínica y la psicoterapia.

APORTACIONES DE CARL ROGERS (1902-1987)

  1. PUNTO DE VISTA TEÓRICO: Elaboración de su teoría de la personalidad basada en el self. pone las bases de las teorías actuales sobre los esquemas cognitivos del self
  2. PUNTO DE VISTA TERAPEÚTICO: El método inicial de la no directividad evolucionó posteriormente hacía el fenomenológico o centrado en el cliente y, finalmente, asumió planteamientos más existencialistas
  3. PUNTO DE VSITA DE INVESTIGACIÓN: Investiga el proceso terapéutico, en concreto las condiciones necesarias y suficientes para el cambio terapéutico y los cambios realizados tras el proceso

 ASPECTOS FUNDAMENTALES CON RESPECTO AL PROCESO TERAPÉUTICO

  • NO DIRECTIVIDAD: Actitud del terapeuta reducida al máximo. Confianza en la persona para desarrollarse y crecer (autorrealización) y decidir el curso de la acción en la terapia. La responsabilidad del proceso no radica en el terapeuta sino en el cliente

es el paciente quien sabe qué es lo que le afecta, hacia donde dirigirse, cuáles son sus problemas fundamentales y cuáles sus experiencias olvidadas. Comprendí que, a menos que yo necesitara demostrar mi propia inteligencia y mis conocimientos, lo mejor sería confiar en la dirección que el paciente mismo imprime al proceso

(C. Rogers, “El proceso de convertirse en persona”)

CONDICIONES NECESARÍAS PARA EL CAMBIO TERAPÉUTICO: El terapeuta debe establecer el clima o las condiciones necesarias para que se facilite el cambio terapéutico: empatía, consideración positiva incondicional y congruencia o autenticidad

  • EMPATÍA: Capacidad de percibir el marco de referencia interno de la otra persona (percibir las experiencias del cliente y sus significados). Se rechaza cualquier elemento evaluador o valorativo sobre ello. La empatía favorece la autoexploración del cliente ya que el sujeto puede ir incluyendo sus experiencias en el campo de la conciencia, en un clima no amenazante. La comprensión del marco interno del sujeto se realiza mediante la técnica del reflejo 
  • CONGRUENCIA O AUTENTICIDAD: El terapeuta debe ser básicamente consciente de su propia vivencia interior, de sus sentimientos y actitudes y así pueda comunicarlo si lo considera apropiado.
  • ACEPTACIÓN POSITIVA INCONDICIONAL: Esta condición se cumple cuando el facilitador estima y aprecia al cliente en tanto que persona independientemente de los criterios que se podrían aplicar a su comportamiento.

Esta condición facilita la creación de un clima no amenazante y propicio para la autoexploración.

  • TÉCNICAS DESARROLLADAS: el terapeuta debe comunicar dichas actitudes mediante la técnica del reflejo, que tiene varios tipos:

 Reiteración o reformulación simple

 Clarificación o elucidación

 El reflejo del sentimiento

TÉCNICA DEL REFLEJO EN GENERAL: Consiste en la reformulación de forma más clara de aquello que el cliente intenta comunicar, excluyendo cualquier elemento interpretativo por parte del terapeuta.

Ventajas:

  • El terapeuta muestra al cliente que le ha escuchado de manera atenta e interesada y que le ha comprendido
  • El reflejo ayuda al cliente a centrarse en su propia experiencia y a recoger aspectos nunca percibidos hasta ahora
  • La respuesta-reflejo evita que el terapeuta emita juicios sobre el cliente y le hace sentir a éste aceptado sin reservas
  • La reformulación hace la función de espejo, que permite a la persona verse a sí misma y controlar la objetividad de las propias percepciones
  • La reformulación permite al terapeuta verificar que sus intervenciones reflejan fielmente el estado de ánimo y el pensamiento del cliente
  • La reformulación puede tratar de hacer explícito un contenido confuso, ofreciendo al cliente la posibilidad de clarificación

TÉCNICA DEL REFLEJO: TIPOS

  1. LA REITERACIÓN

Se usa para volver a proponer los contenidos expresados por el cliente, sin añadir nada nuevo con la intención de significar lo expresado. (Resumir, repetir las últimas palabras, asentir con la cabeza….)

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