Trabajo final de Historia de Salvación

Seminario Mayor  Interdiocesano

“Cristo Rey”

Introductorio

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                               Trabajo final de Historia de Salvación

Gedeón

Nicolás Varela

Docente: Daniel Martínez

Montevideo, Noviembre 2013

El tema que voy a desarrollar es sobre un personaje bíblico llamado Gedeón. Un personaje “nuevo” para mí, que he descubierto este año y que, sin dudas, ha despertado en mí admiración por él. Su vida, fidelidad y Fe están “resumidas” en tan solo dos capítulos de la Biblia  en el Antiguo Testamento, en el libro de los Jueces.

Este libro nos comenta sobre la llegada del pueblo de Israel a la tierra de Canaán, donde se le presentan diversas dificultades en su asentamiento en cada zona y también  experimenta  en diversas situaciones difíciles. la protección divina. En esas situaciones difíciles, Dios les fue dando grandes líderes llamados “Jueces”, quienes fueron los encargados de resolver esas situaciones por las que pasaba el pueblo de Israel.

En el libro después de un prólogo más bien doctrinal, surgen las narraciones de las hazañas realizadas por diversos jueces. Estas narraciones son cada vez más extensas.

El prólogo, va a consistir en dos partes: la primera habla de la llegada de las tribus israelitas a la tierra de Canaán y del asentamiento en sus territorios. La segunda expresa una enseñanza más teológica del libro: Israel permanecerá en esa tierra mientras sea fiel al Señor, pero en la medida en que se  aparte de Dios dejará de contar con el favor divino.

El Señor ha dado muchas muestras de su fidelidad pero Israel todo lo contrario.

1. Un salvador de la familia de Caleb: Otniel^[1] (3, 7-11).
2. Un salvador de la tribu de Benjamín: Ehud^[2] (3, 12-30). Ehud venció a Eglón rey de Moab. Se añade una breve noticia acerca de Samgar, un juez menor.
3. Una salvadora de la tribu de Efraím: Débora ^[3] (4, 1-5, 32). Dios suscitó la necesidad en Débora para que con la ayuda de  Barac le hiciera frente a Yabín rey de Jasor. Se añade además el Canto con el que Débora y Barac festejan el triunfo.
4. Un salvador de la tribu de Manasés: Gedeón (de quien hablaré más adelante). Una vez terminada su historia  se comenta de un intento fallido  de instaurar una monarquía en Israel por parte de Abimélec. Para terminar, se añade unas breves noticias sobre dos jueces menores: Tolá y Yair.
5. Un salvador de Galaad: Jefté (10,6-12,15)^[4].La infidelidad de Israel hace que los ammonitas avancen contra ellos, pero al ver Dios que reconocieron su pecado las amenazas de los ammonitas desaparecieron. Esto sucedió  gracias a Jefté que antes de la batalla hizo un voto temerario a Dios, pagando caro su imprudencia en el voto con el sacrificio de su propia hija. También en esta ocasión se añade  a la historia principal algunas noticias sobre tres jueces menores: Ibsán, Elón y Abdón.
6. Un salvador  de la tribu de Dan: Sansón (13, 1-21,25) los israelitas volvieron hacer el mal ante los ojos del Señor y el Señor los entregó en manos de los filisteos. Pero el Señor les dio a Sansón quien se destacó por su gran fuerza. Finalmente  fue seducido por una mujer quien le ha relatado a los filisteos el secreto de su fuerza y será detenido por ellos. Pero una vez recuperada su fuerza el mismo pierde la vida al derribar la casa en la que estaban muchos de los filisteos.

Al final de esta historia se añaden dos historias distintas, pero relacionadas entre sí. El primer relato está relacionado con la migración de la tribu de Dan. El protagonista del mismo es un levita^[5] que es bien acogido, primero por un hombre de Efraím y después por los hombres de Dan (17, 1-18,31). El segundo relato tiene como protagonista a otro levita que no encuentra hospitalidad por parte de los benjaministas de Guibeá^[6], que quieren abusar de él y maltratan hasta la muerte a su concubina. Esto origina una lucha entre las tribus  israelitas, de todos contra Benjamín. De este modo, viendo el desorden y la corrupción de costumbres a la que se había llegado entre las tribus debido a su infidelidad a Dios se termina el libro.

El libro de los Jueces produce en el lector una impresión real de la situación de la época en donde se presentan grandes carencias en las tribus de Israel en la unidad Política.

Encontramos  al leer el libro de los Jueces un cierto esquema que parece repetirse de la siguiente manera: pecaba Israel Dios los castigaba, Israel se arrepentía y Dios le perdonaba levantando el castigo. El pecado era la idolatría y el castigo era la opresión de Israel por las gentes de Canaán y sus alrededores.  Pero el Señor les daba libertadores llamados jueces para que le sacasen de las manos de sus opresores y le librasen de tan dura opresión.

Uno de los tales libertadores fue Gedeón, hijo de Joás, de la tribu de Manasés. Situada en la región de Galaad (hoy reino hachemita de Jordania) al otro lado del Jordán, emigró después a Eufra u Ofra (hoy Et-Taiyibe), a uno doce kilómetros de Beisán. Su nombre significa “guerrero poderoso”, fue un juez y guerrero del Antiguo Israel. Fue el quinto de los jueces del pueblo judío y es considerado como uno de los más sobresalientes por la magnitud de su “obra guerrera” contra uno de los pueblos enemigos de Israel: los madianitas^[7].

Tras los cultos idolátricos, Dios los  había castigado enviando tribus nómadas y grupos de amalecitas y madianitas a hacerles la guerra. En esos combates, dos hermanos de Gedeón habrían sido asesinados. Los israelitas se arrepintieron y pidieron perdón. Dios envió un ángel a hablar con Gedeón para anunciarle que sería el libertador de su pueblo. Éste pidió una prueba, tras un diálogo con el ángel quien le dio la prueba que pedía abrasando un sacrificio con fuego milagroso. Al día siguiente Gedeón destruyó el altar de Baal^[8] (al ver que contaba con el favor de Dios) y ante la indignación del pueblo, Joás, su padre, le defendió diciendo que si Baal era dios, se encargaría de castigar el sacrilegio. Desde ese día fue conocido como Gedeón Jerobaal “combatiente contra Baal”, se lo menciona en  Jueces 6:32^[9]; 7:1^[10]; 8:29^[11].

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