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EDUCACIÓN INICIAL Y PRIMERA INFANCIA


Enviado por   •  18 de Abril de 2014  •  2.165 Palabras (9 Páginas)  •  291 Visitas

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EDUCACIÓN INICIAL Y PRIMERA INFANCIA - COHORTE SEMIPRESENCIAL. FLACSO VIRTUAL 2012

Autora: Carmen Belén Godino. belen_godino@yahoo.com.ar

Introducción

Para armar un documento que nos invite a realizar un análisis sobre las “prioridades de la educación inicial hoy” es necesario conocer algunos rasgos estructurantes de la historia del campo de la educación infantil en nuestro país. Un recorrido por sus orígenes, sus rumbos, las iniciativas de sus fundadores, nos permitirán visualizar con mayor alcance las perspectivas que sostuvieron la educación infantil a lo largo del tiempo, así como también sus cambios, sus innovaciones. En definitiva nos interesa mostrar las tensiones que se produjeron (y se producen) a partir de la incorporación de nuevas miradas al campo educativo.

Para alcanzar tal finalidad, en el siguiente documento realizamos un breve recorrido por la historia del nivel inicial en nuestro territorio, analizando sus rupturas y continuidades. También el fundamental lugar de la mujer en la escuela de principios del siglo XIX y las características del oficio docente. Analizaremos además los principales debates políticos que se desarrollan en relación a la educación inicial: la infancia y la escolarización; la infancia y la garantía del goce pleno de sus derechos;

Para finalizar, en base a lo desarrollado en el trabajo, nos interesa marcar algunas de las problemáticas que atraviesan al campo de la educación inicial.

Los inicios de la Educación Inicial

Desde mucho antes que se produjera el proceso de universalización (extensión y alcance de la escolarización a la mayoría de la población) de la escuela primaria en nuestro territorio nacional, hubo iniciativas provenientes de sectores políticos y sociales que promovieron la gestación de instituciones educativas que atendieron a la infancia.

Varias son las acciones llevadas a cabo a fines del siglo XVIII en Buenos Aires que marcaron el paso de la atención de la infancia a un ámbito público. Por ejemplo, en 1779 se crea la Casa de los Niños Expósitos, encargada de cuidar a los niños abandonados. En 1823 se funda la Sociedad de Damas de Beneficencia para poner bajo su custodia varias instituciones encargadas de la niñez y la mujer. Años más tarde, bajo la influencia de Sarmiento (1870) se crea el primer jardín de infantes en Buenos Aires. Este antecedente sentó las bases acerca “del rol primordial que ocuparía la mujer en estas instituciones de homogeneización social, argumentando la importancia que ellas tienen en la vida de los/as niños/as, siendo incluso capaces de modificar las pautas culturales de sus familias” (Fernández, Pineau, 2011: 5).

Estos antecedentes nos permiten visualizar cierta responsabilidad por parte del Estado en materia de educación infantil. Por supuesto, que el alcance de la educación infantil en un principio fue más limitado porque los primeros jardines se fueron creando en las ciudades, acudiendo a ellos la población de las zonas urbanas. Se marca así una de las tantas limitaciones que hasta el día de hoy siguen vigentes, la escasez (o en algunos casos ausencia) de la educación inicial en las zonas rurales. Este tema lo retomaremos más adelante para analizar con mayor precisión.

Ya la Ley 1420 (1884) establecía en su art. 11 la creación de jardines de infantes en las ciudades. También se crearon jardines en las escuelas Normales que funcionaban al mismo tiempo como escuelas de aplicación. Es decir, que durante fines del siglo XIX y principios del siglo XX la educación infantil adquirió una expansión considerablemente significativa.

Figuras destacadas que impulsaron la educación infantil

Varias fueron las personas que se destacaron en el proceso de organización de la educación inicial a principios del siglo XX. También fueron mujeres las propulsoras de la educación de la infancia. Fueron ellas las que sentaron las bases primordiales del llamado ‘jardín de infantes’ y dieron a conocer la relevancia de la educación temprana de la niñez.

Juana Manso, colaboradora de Sarmiento e impulsora de los jardines de infantes. Introduce el método froebeliano. Afirman Fernández y Pineau (2011) que “fue una mujer de fuertes convicciones que planteó a sus contemporáneos la relevancia de temas como la co-educación entre hombres y mujeres”. (Ibíd.: 6).

Otra de las mujeres destacadas fue Sara Eccleston. Al igual que Sara Manso propiciaba que el jardín de infantes adquiriera un carácter escolar basado en la idea de Froebel. Gracias a sus gestiones se crea el primer jardín de infantes en Buenos Aires.

También podemos nombra a Rosario Vera Peñaloza. Realizó las adaptaciones de lo conocidos ‘dones de Froebel’ a los jardines argentinos proponiendo para ello, el uso de materiales de desecho (Fernández, Pineau, 2011).

Podemos observar a partir de esta breve descripción de algunas de sus fundadoras, la vigencia del sello identitario de sus inicios. Es decir, forma parte de los discursos (y no tan así de las prácticas) que circulan en el campo de la educación infantil: la responsabilidad del Estado en materia de educación infantil, el lugar privilegiado de las instituciones como espacios de desarrollo de la creatividad, del juego, de las emociones. Identificar estas características nos permite afirmar con mayor precisión las limitaciones que aún presenta nuestro país en materia educativa. Retomando las palabras de Redondo (2009), podemos decir que “la infancia sigue siendo del orden de la deuda para la sociedad argentina”. (Fuente: Página 12, 6 de abril).

La pregunta que nos surge es, si es tan importante -para el futuro de un país- atender la educación infantil desarrollando sus potencialidades: ¿por qué entonces existen zonas sin cobertura educativa, zonas en donde la escuela se convierten sólo en lugar de asistencia de la primera infancia?

Deberían generarse “políticas que garanticen los derechos de los niños (…) las políticas tienen que tener como núcleo central la garantía de los derechos que están enunciados” (Redondo, 2009). Y como bien decíamos en párrafos anteriores, para garantizar el goce de los derechos del niño, los estados tiene la responsabilidad de aumentar la cobertura de la educación en todo el territorio, más aún en las zonas más desfavorecidas, tanto económicamente como geográficamente (en algunos casos estas dos están íntimamente asociadas).

Debates sobre las finalidades del “Jardín de Infantes”

Uno de los temas que se debaten en los diferentes encuentros

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