Educacion Para La Vida

El desafío del siglo XXI:

"Educación como preparación para la vida"

José Manuel Frías Figueroa

EDUCACIÓN Y CONCIENTIZACIÓN.

¿Qué significa la educación o educar, en medio de las agudas y dolorosas transformaciones que nuestra sociedad está viviendo en las vísperas del siglo XXI y sumida en fuerte crisis en todos los niveles e inmersa en un mundo en que la miseria y la opulencia se codean?

Con Freire decimos que la Educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo y transformarse a sí mismo, como sujeto colectivo y como individuo.

El fundamento de su praxis: la convicción de que el hombre fue creado para comunicarse con otros seres y Crecer, Ser con ellos.

Una implicación es romper con la educación monologal, que se practica como si nada sucediese a nuestro alrededor.

Romper con las palabras en tanto vehículo de ideologías alienantes, convertirlas en instrumentos de transformación auténtica del hombre, la mujer y de la sociedad.

La educación como un acto de amor, de coraje, como práctica de la libertad y dirigida hacia la realidad.

Freire cristiano militante al hablar de libertad, justicia, igualdad cree en estas palabras en tanto encarnan la realidad de quien las pronuncia.

Se trata de que toda persona, estudiante, obrero, campesino, oprimido o no, “escriba y diga su palabra”, sea “dueño de su propia voz”.

Considerar al ser humano, no más como objeto, sino como sujeto, participante de su realidad.

Romper con el método tradicional en tanto instrumento domesticador, alienado y alienante.

Educar es un acto humanista, en tanto se pierda el miedo a la libertad, a la autenticidad, es concientizar, despertar la conciencia, cambiar la mentalidad, comprender la ubicación de uno en la sociedad, en la vida humana y en la naturaleza.

Es la emergencia de la capacidad de analizar críticamente sus causas y consecuencias.

La conciencia no se logra, si no se comparte y comunica con los demás, “nadie es, si los demás no son”.

Decir la palabra es decirla con otros y para otros, significa encuentro de los hombres, la educación es diálogo o no es.

Un mundo sin conciencia no es mundo.

Lo percibido en sus implicaciones profundas, asume el carácter de problema y, por tanto, de desafío.

Lo percibido pasa a ser objeto de acción y de conocimiento por los hombres.

No es posible entender a los hombres fuera de sus relaciones dialécticas con el mundo.

Son estas relaciones las que explican cómo están siendo los hombres en el mundo, los desmistifica, da intencionalidad a la acción de los hombres con y sobre el mundo. Se restaura el carácter histórico y la historicidad de los hombres.

De aquí el reconocimiento de los hombres como seres inacabados, inconclusos y el reconocer a la educación como un quehacer permanente, crítico y con compromiso.

El hombre pasa a ser su propio proyecto: Ser Más, Humanizarse, Humanizando sus relaciones.

El punto de partida de la educación problematizadora es: el sujeto y su objetivo: las relaciones Hombre-Mundo.

Se trata de que todos, oprimidos y no oprimidos empecemos a decir, ¿Por qué?

LA EDUCACIÓN COMO PREPARACIÓN PARA LA VIDA.

Si concebimos a la educación y a la orientación como una preparación para la vida, sólo puede tratarse de como una didáctica o propedéutica para la vida, para vivir mejor, más plena y felizmente.

Así como la didáctica en materias como matemáticas, geografía o economía tratan de la enseñanza de las mismas, para aprenderlas mejor, igualmente una propedéutica para la vida humana, tiene como objetivo que las personas aprendan a vivir mejor, de modo más eficiente y satisfactorio para sí mismas y desde luego para con los demás.

Es muy probable que de continuar las tendencias de cambio que se presentan con la nueva era en la que estamos empezando a vivir, en el nuevo milenio, no se dé una real y puntual importancia a la didáctica de la preparación para la vida, que se la considere como la más fundamental enseñanza por encima de cualquier otra y se le ofrezca e instrumente en todos los niveles de acuerdo a la edad de las personas, considerando desde luego, que será un objetivo cardinal que las personas se autorealicen en plenitud y sean felices.

Debe recuperarse como una cuestión fundamental, que el aprendizaje más importante tiene lugar en la vida, fuera de las aulas, de ahí que se busquen experiencias vivas y directas, se anhela lo imaginativo y lo intuitivo, muchas veces por encima de lo racional, por ello se busca el contacto con otras personas y con la naturaleza, se buscan nuevos contenidos para el aprendizaje, aprender en los libros debe ser suplementario de los modos directos de aprender.

Seguir enseñando-aprendiendo álgebra, economía, geometría, un par de idiomas, literatura, ¿Representa a la vida?, ¿Prepara para la vida?.

¿Es exagerado decir, <<Sólo existe un tema para la educación y es la vida en todas sus manifestaciones>>? Las <<Lecciones>> de la vida, ¿No son más instructivas que las proporcionadas por los libros? ¿No despiertan mayor interés y preparan para encarar la vida?

De aceptarse una nueva educación y un cambio en cuanto a los contenidos, se dará un giro Copernicano, ya que además se acompañará de un cambio en la manera de enseñar-aprender, un cambio en la relación educativa, una nueva filosofía de la educación, una nueva comprensión de sus problemas, una nueva acción educativa, eso sería el aporte

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