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Etica En Las Empresas Y Negocios Internacionales


Enviado por   •  31 de Octubre de 2012  •  2.211 Palabras (9 Páginas)  •  772 Visitas

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ETICA EN LAS EMPRESAS Y EN LOS NEGOCIOS

Para el análisis de esta importante temática, debemos partir de la comprensión de que la Ética pertenece al nivel del deber ser, de la deontología. La orientación que la humanidad se da permanentemente frente a lo que deberían ser los comportamientos de los individuos en la sociedad, constituye una constante a través de los tiempos. Siempre lo ético tendrá que ver con el nivel de lo ideal, y, esta condición no invalida en nada su pertinencia como referente que conduce y orienta el quehacer social de los individuos en un grupo social.

Es importante la reflexión ética, que argumenta sobre la validez moral de los sistemas sociales. La teoría filosófica debe encontrar las condiciones reales de posibilidad de aplicación de sus reflexiones éticas. Si es que se prescinde del pensamiento, nos encontramos en el nivel de la validación “per se” de los sistemas, situación que no puede sostenerse. La búsqueda permanente que el hombre ha realizado, para encontrar argumentos que justifiquen y condicionen lo creado socialmente, es una constante que define a la naturaleza humana.

En el mundo contemporáneo los negocios o acciones que tienen como objetivo la generación de una rentabilidad o ganancia, se encuentran en el centro mismo, no solamente de la vida social, sino de la propia condición humana, que persigue este objetivo permanentemente. Podríamos afirmar que el hombre busca su beneficio personal, ejerciendo quizás, una variable constitutiva de su naturaleza humana. El desconocimiento de esta realidad podría llevarnos a la generación y creación de toda una teoría que al renegar de esta faceta, conduciría a los hombres por caminos que le son lejanos y cuyo seguimiento estaría condenado al fracaso por estas mismas razones. Es decir, que desconocer la búsqueda individual de beneficios económicos, sería desconocer una fundamental característica de la humanidad.

Es necesario que las reflexiones éticas conduzcan y determinen esta actividad, la de generación de beneficios económicos, para lograr que no se den niveles de acumulación de riqueza que conduzcan a la opresión y el minimiza miento de la condición humana, que exige teóricamente el reconocimiento de la igualdad de los hombres. Es preciso potenciar el respeto a la opinión del otro y la necesidad básica de considerar su criterio, para luego de un adecuado diálogo llegar a interpretaciones válidas en temas de valores o de principios morales.

Existe una comprensión negativa del negocio como actividad que genera rentabilidad y beneficios. Podría parecer una contradicción el que se teorice sobre los negocios y la Ética. Una explicación histórica de esta concepción se remonta al pensamiento de Aristóteles para quien el lucro personal era contrario a una buena moral. El Cristianismo de igual forma estigmatiza de alguna manera esta actividad. San Pablo habla en igual sentido y también lo hace Lutero.

Sin embargo existe un cambio en la conceptualización del negocio y de la actividad comercial y de intercambio a partir de Calvino. Adam Smith habla de la generación de la riqueza con un estricto respeto a valores y principios éticos. Max Weber escribe sobre la ética protestante y el capitalismo, validando comportamientos como el de la diligencia, la honradez y el trabajo esforzado.

Hoy en día la sociedad acepta de manera positiva la actividad de los negocios, persistiendo sin embargo una sensación de que en este ámbito el aprovechamiento a ultranza es el único objetivo. Al ser la actividad de la producción de bienes y servicios y su intercambio consustancial a la cultura contemporánea, debemos reflexionar éticamente sobre ella y profundizando la comprensión de las instancias valorativas en juego, impulsar el desarrollo simultáneo de la búsqueda del bien común y de la justa rentabilidad o beneficio.

Teóricamente, en una tentativa de esquematización, válida obviamente solamente para fines educativos y de explicación, existen tres niveles de análisis de la Ética en los Negocios y en las Empresas.

El primer nivel se refiere a la construcción filosófica, política, económica y jurídica del sistema imperante. El libre mercado tiene su teorización en los campos del conocimiento que mencionamos. Encontramos referentes en los conceptos del liberalismo, de la protección de la individualidad, de la necesaria libertad que debe darse para que las personas emprendan y generen riqueza. El sistema jurídico toma estas consideraciones y lleva a la condición de norma de derecho a todas estas ideas, y, al crearse un marco normativo con esas características, el sistema como tal tiene la posibilidad legal de funcionar. La reflexión en este nivel generalísimo es fundamental y debe permanentemente evolucionar. Una comprensión unilateral de todo lo dicho llevaría a situaciones de explotación inmisericorde de unos individuos sobre otros, de unos grupos sobre otros, de ciertas corporaciones sobre otras. Y, esa realidad no es la que se quiere. La reflexión ética atenúa ese tipo de radicalizaciones y orienta la praxis empresarial y comercial hacia la consideración de otros valores que no son exclusivamente los individuales y grupales.

El segundo nivel de análisis tiene que ver con la Ética de las empresas y corporaciones, consideradas como personas jurídicas que persiguen objetivos específicos. Los grupos de producción o de comercialización tienen responsabilidades al interior de sus organizaciones y también tienen obligaciones fuera de ellas, con el entorno en el que interactúan. Hacia el interior de las corporaciones encontramos situaciones relacionadas con los accionistas o inversionistas, con sus expectativas y objetivos que deben ser cumplidos y la Empresa debe responder ante ellos. También se encuentran los miembros de la Empresa, trabajadores o empleados, quienes deben satisfacer su necesidad de salarios adecuados, lugares de trabajo funcional y cómodo, así como sus expectativas de crecimiento y desarrollo a través de procesos internos apropiados y que apunten a la satisfacción de todo el personal que conforma la organización. Hacia el exterior o entorno social y natural, las responsabilidades de la organización son variadas e importantes. Por ejemplo el mantenimiento de una relación de honradez, honorabilidad y respeto a los contratos con sus proveedores. Los consumidores de los productos o usuarios de los servicios generados por la corporación deben ser tratados adecuadamente, generando bienes de calidad o servicios de excelencia. La comunidad en la que se desarrolla debe recibir un aporte positivo de la Empresa, que se traduce en el respeto de su cultura o idiosincrasia y el fortalecimiento de sus valores cívicos positivos.

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