Factores Involucrados En El Rendimiento Académico De Los Estudiantes De Medicina

Se pretende en este artículo determinar los factores, al menos los que más se asocian con los logros educativos, desde la perspectiva del estudiante, debido particularmente a que la calidad formativa en medicina de países en América Latina y el Caribe, según revelan los pocos estudios existentes, que permitan hacer comparaciones, se muestra baja al ser medida por pruebas de logro cognitivo, respecto a países mas desarrollados (1). Esta investigación reviste gran importancia, a pesar de que muchos investigadores arguyen que es un tema muy estudiado, porque la evidencia empírica, para Venezuela en general y en específico para los estudiantes de la Universidad de Carabobo, todavía es limitada, incluso muchas de las personas responsables de tomar decisiones al respecto desconocen los factores a controlar para mejorar la calidad de la educación médica.

Abordar el problema del rendimiento académico implica necesariamente tocar todos los problemas fundamentales de la pedagogía y didáctica, cientos, máxime porque cada interrogante planteada nuevas incertidumbres, particularmente sobre lo que es la universidad, la naturaleza del proceso enseñanza-aprendizaje, el papel del docente, la relación profesor-alumno, y otros, todos estos factores involucrados en la comprobación del aprendizaje de los estudiantes. Es aquí que cobra vital importancia el conocer de parte de los estudiantes los factores, que a su entender modulan su aprendizaje, mismo que pueden ser distintos, en presentación o intensidad, según la región o país. Entonces el objeto de la información obtenida es esbozar recomendaciones o avivar la reflexión para políticas educativas sobre los quehaceres a seguir, con base en el impacto empírico sobre el rendimiento académico de los estudiantes de la carrera de medicina, la de la Universidad de Carabobo.

Especialmente porque en la educación médica universitaria se tiene una docencia signada entre otros aspectos por: la filosofía de aprender para aprobar más que por el placer de aprender, como se evidencia en el incremento de tutorías en la vísperas de exámenes y fecha de entrega de calificaciones, una tutoría netamente vinculada a la evaluación, a la calificación; por alumnos que habrían sido considerados excelentes estudiantes en etapas anteriores, pero que muchos consiguen de malos a pésimos resultados en las etapas iniciales de la carrera universitaria; porque muchas escuelas de medicina aunque centran su aprendizaje en la teoría del proceso la evaluación se focaliza en los resultados; en que solo los estudiante son evaluados y el resto de los participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje no lo son; en que no se desarrolla el espíritu crítico pero si la repetición de ideas aprendidas del tutor; y en que las condiciones organizativas de la universidad (masificación, rutina, burocracia, entre otros) dificultan el proceso de formación (Santos 1999).

La simplificación de las explicaciones no sólo tergiversa la realidad, sino que pervierte la utilización del conocimiento, por ejemplo el atribuir solamente el fracaso universitario, en este caso del estudiante de medicina, a la mala preparación previa o a la falta de interés de este, niega la posibilidad de que los profesores revisen su pedagogía y didáctica, se tornan entonces en obstáculos de la organización y regulación del comportamiento del estudiante para alcanzar sus metas académicas por supuesto en estrecha relación con su motivación y con base en el desarrollo de la competencia y el dominio de la tarea. Sin duda esta manera simplista de enfocar la educación universitaria en general, sin duda también con proyección hacia la enseñanza de la medicina, implica una visión excesivamente estática e incluso individualista de los factores involucrados o que guían la conducta académica de los estudiantes (Valle 2009).

Esta manera de escudriñar

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