ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La gestión educativa como factor de desigualdad

jaime80Ensayo18 de Diciembre de 2015

3.608 Palabras (15 Páginas)243 Visitas

Página 1 de 15

[pic 1]

MAGISTER EN DIRECCIÓN Y LIDERAZGO PARA LA

 GESTIÓN EDUCACIONAL

ENSAYO

LA GESTION EDUCATIVA COMO FACTOR DE DESIGUALDAD

ASIGNATURA        :GESTIÓN ADMINISTRATIVA Y DE RECURSOS       FINANCIEROS                                                              

PROFESOR                :ADOLFO QUINTEROS CERPA

ALUMNO                :NAYADE FUENTES RODRIGUEZ

 

RANCAGUA, 21 DE OCTUBRE 2015

        

Introducción

        Cuando hablamos del paradigma de la gestión educativa en Chile debemos situarnos en  dos importantes frentes, el primero, cuando en nuestro país se encontraba en una época donde todas las decisiones se tomaban de manera autoritaria y el régimen militar era quien administraba los poderes del Estado; el segundo, cuando la democracia se hizo presente y tras un periodo de transición, nos enfrentamos con una reforma educacional en el periodo presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1998), reforma que en la última década, ha experimentado algunos cambios que han intentado dar un giro a la forma en que se piensa la educación en nuestro país.        

        Para entender un paradigma en la actualidad, éste no debe ser concebido solo desde su etimología, es decir, creer que solo basta con analizar el concepto desde su origen griego (Paradeima: modelo, tipo.), pues hoy un paradigma va más allá, ya que es una forma de ser y/o existir de una concepción o de una visión de un  modelo o patrón ejemplar  del cual otros objetos o concepciones se van a derivar. Por tanto, el paradigma de la gestión educativa en nuestro país corresponde a un modelo económico, inserto existencialmente en el modelo, el neoliberal.

        En Chile en los últimos años, la sociedad se hace cada vez más demandante, gritos y estallidos sociales se cruzan y surgen para reestructurar nuestra forma de educarnos como también, del acceso que tenemos a este “educarnos”. Desde la concepción “regimentalista” (régimen militar) de la educación en los años 70 y 80, entendida ésta como un bien de consumo y no como un derecho, los chilenos vemos como la sociedad no avanza en materias de igualdad, de aprendizajes, de oportunidades, de calidad y de acceso, pues es evidente como la división de clases conlleva la segmentación en la entrada a una educación de calidad y con ello, a una partición graduada de los aprendizajes obtenidos por los alumnos de los diferentes estratos socio-económicos como también, a una limitación profunda del avance individual que puede perpetrar un ciudadano dentro de la escala socio-cultural en la que pertenece en su sociedad.

        Las concepciones de la educación y la forma en que ésta se sitúa,  estructuran los cimientos con los cuales una sociedad se establece y conforma sus ciudadanos. Si analizamos esta premisa, nos encontraremos con la disyuntiva de cómo el manejo educacional incide directamente en: la formación ciudadana; en los resultados de aprendizaje reflejados en las diferentes pruebas estandarizadas que despliega nuestro estado; en el desarrollo tecnocrático y económico de un país; en la cultura y la necesidad evolutiva de una sociedad; entre otros aspectos. Si bien, cada arista de la concepción de la educación en Chile merece ser analizada por sí sola, es importante repensar una más que las demás, pues  el modelo de gestión con el cual se articula las directrices de aprendizajes, las del curriculum y las de formación ciudadana, ha estados lejos en términos de equidad y calidad en materias de enseñanza y acceso, debido a que actualmente es ésta quien se  encarga de reunir  y dirigir cualquier decisión y labor en términos de aprendizaje y desarrollo social de los estudiantes.

        Dado lo anterior, cabe señalar que la tesis de este ensayo es que el tipo de gestión educacional desplegada en un determinado momento, ya sea a nivel ministerial o a nivel de escuela, establece la calidad de educación y el acceso a ésta, pero algo más importante, decreta el nivel de aprendizaje y de herramientas adquiridas con las cuales un educando puede enfrentar su realidad. Entonces, cuando la gestión educacional no es eficiente y no se ajusta a las necesidades de la sociedad, se transforma en un ente reproductivo de las condiciones sociales basales de los estudiantes, ya que no está a la altura para entregar las herramientas necesarias para que cada individuo pueda desenvolverse y avanzar en su estrato socio-económico. Para aclarar esto, se debe considerar la existencia de distintos factores que inciden en esta proposición, como por ejemplo la distribución de los recursos educativos (profesores, bienes económicos, infraestructura, etc.) como las necesidades formativas de un país. Ahora bien, ¿es Chile un país que ha hecho un buen trabajo respecto a la gestión educacional?.  Para contestar a esta pregunta, debemos primeramente, entender de qué hablamos cuando nos referimos al concepto de gestión. Si nos acercamos al diccionario de la RAE encontraremos que gestión es: Acción o trámite que, junto con otros, se lleva a cabo para conseguir o resolver una cosa.[1]Si a partir de esta definición, se considerase  que la gestión en educación es un proceso donde se concentran decisiones que nacen desde lo político-económico hasta lo curricular y lo social, para posteriormente, crear educación  (con todo lo que implica esto), entenderíamos que en ella hay un factor financiero que controla y permite, toda acción relacionada con el desarrollo educacional y los resultados de éste. Por ende, existe una relación directa entre el manejo financiero de la educación con los resultados de aprendizaje de los educandos, como también, del desarrollo social que éstos alcanzan. Para superar cualquier ambigüedad que se pueda generar en este análisis, hablaremos que la gestión educativa es un proceso encaminado al fortalecimiento de los Proyectos Educativos de las Instituciones, que asiste a la mantención de la autonomía institucional, en el marco de las políticas públicas, y que enaltece los procesos pedagógicos con el fin de responder a las necesidades educativas locales y regionales, todo esto bajo las necesidades específicas que puedan aparecer a nivel micro o macro en un determinado sector educativo.

        Si bien la administración económica no es el único factor que se relaciona con los aprendizajes alcanzados por los estudiantes, este componente está inmiscuido en este proceso, pues otorga existencia a otros factores como lo curricular y lo pedagógico; pero además, derriba barreras como lo socio-económico y lo cultural que pueden ser propias de una zona geográfica o de un educando. Para sostener esta proposición, analicemos hitos importantes que han sucedidos en materia educacional en nuestro país.

Desarrollo

        Conociendo el contexto histórico en donde se enmarca este análisis se destaca que a principios de los años ochenta el Estado administraba cerca del 80% de las escuelas del país, pero el diagnóstico y evaluación de esta administración del sistema escolar era lapidario, ya que existía una mala calidad educativa, una alta deserción y repetición escolar, poca cobertura y nulos incentivos para las escuelas. Para solucionar estas problemáticas en la Educación se implementa una de las Reformas pioneras en el mundo por su naturaleza y profundidad. Uno de los primeros cambios realizados fue en materia de administración educacional, donde se traspasa esta labor asumida por el Estado a los Municipios cuyo financiamiento estaría a cargo de una subvención que no diferencia entre alumnos que asisten a escuelas municipales o privadas gratuitas. Esta reforma dio origen a la clasificación  en tres  tipos de establecimientos educacionales: en municipal, privado subsidiado y privado pagado. ¿Qué generó este modelo de gestión educativa?  Este modelo creó un paradigma nuevo hasta ese entonces, paradigma que hasta el día de hoy, aún le quedan tremendos vestigios de esos años. Hablamos aquí de una visión mercantil de la educación, cuyas reglas de participación nacen del neoliberalismo. Esto significa que toda escuela, todo colegio y liceo, compiten con las mismas reglas para poder atraer matrículas, para enseñar los contenidos y para poder sostenerse en el tiempo en términos económicos, no considerando en esto, las diferencias monetarias, sociales y culturales de base, que están insertas en los diversos estratos sociales existentes en Chile y con las cuales, cada establecimiento debe lidiar. Si bien, el modelo de gestión escolar actualmente no define un tipo ideal de establecimiento o un tipo de buena escuela, proporciona lineamientos estándar [2]que los establecimientos deben cumplir para su gestión particular, no importando las diferencias existenciales que están presentes entre éstos, como tampoco, el tipo de escolar que asiste a estas escuelas. En otras palabras, cada tipo de establecimiento debe subsistir como pueda.

        Toda gestión educacional debiese apuntar a la excelencia, esto significa que debe lograr sus objetivos de manera eficiente y eficaz. ¿Cómo entender esto? Una gestión educacional excelente dentro nuestro sistema educacional, se evidencia cuando se promueve de forma duradera el desarrollo integral de todos y cada uno de sus alumnos más allá de lo que sería previsible teniendo en cuenta su rendimiento inicial y su situación social, cultural y económica” (Murillo, 2003, p. 54). En términos prácticos, la manera en que se fundamenta el trabajo mismo de la gestión y cómo se consiguen las metas en coherencia con los objetivos planteados y además, cómo se superan los obstáculos considerando todos los agentes participantes en esta ecuación, será de excelencia cuando se obtengan estudiantes que concreten la evolución de sí mismo en términos socio-económico y de aprendizaje, avanzando a través de la fractura de sus condiciones iniciales con las cuales se presentan al inicio de su periodo formal de aprendizajes.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (22 Kb) pdf (286 Kb) docx (83 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com