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No A La Discriminacion


Enviado por   •  22 de Junio de 2014  •  3.351 Palabras (14 Páginas)  •  499 Visitas

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Cuadro comparativo de la discriminación según la ENADIS 2005 Y 2010

ENADIS 2005 ENADIS 2010

Fue el primer gran esfuerzo por dotar de datos y poner en un espejo la realidad de un país que, aún sin asumirlo, ha tenido y mantenido dinámicas en las cuales la desigualdad y la negación de derechos se sirven del silencio y de la invisibilidad. Sólo evidenciando y reconociendo esta realidad podremos, como personas y como sociedad, asumir el reto de enfrentar el flagelo de la discriminación, de comprenderla y de generar las acciones públicas, grupales y personales necesarias para eliminarla como forma de relación social entre la ciudadanía.

Ahora, la Enadis 2010, realizada por el conapred y el Instituto de Investigaciones jurídicas de la unam, nos da de nueva cuenta la posibilidad de mirarnos en un espejo, de conocer lo que opinan quienes sufren y han sufrido históricamente las consecuencias directas de la discriminación y que han permanecido invisibles ante las autoridades y la sociedad. Asimismo recoge la percepción sobre la discriminación en todo el país, explora las opiniones de las personas en su doble papel de discriminadas o discriminadoras y ofrece una visión amplia acerca de las percepciones sobre el tema entre la población en general y desde distintos grupos sociales.

Manifestaciones de la discriminación por grupo social

Como se mencionó anteriormente, la discriminación es un fenómeno que padecen en mayor medida y de manera sistemática ciertos sectores de la sociedad que, históricamente, no encuadran con la ideología dominante. Cada uno de los grupos que abordaremos a continuación, representan una o varias características que se salen del statu quo y que los colocan en una situación de vulnerabilidad.

• Mujeres

La cultura dominante, a lo largo de la historia, ha dado a las mujeres un papel de subordinación en una visión masculina que las deja sin derechos, poder y prestigio. Se les ha conferido la responsabilidad única de la reproducción y el cuidado familiar.

Es claro que las mujeres no se han limitado a ser víctimas. Han logrado resistirse y rebelarse, pero desgraciadamente las consecuencias de estas prácticas conducen a una discriminación que se manifiesta en todos los ámbitos de la vida. Se les agrede de forma física, verbal, emocional, sexual o económica. Se les siguen negando derechos económicos y laborales al recibir sueldos inferiores a los de sus pares hombres, al no tener acceso a todos los puestos de trabajo y al ser sometidas a pruebas de embarazo para su contratación. Padecen maltrato, agresiones sexuales, humillación, marginación y/o educación interrumpida.

• Personas con discapacidad (PCD)

Durante años, la discapacidad se ha visto a la luz de dos paradigmas o modelos que han marcado un trato discriminatorio hacia las personas con discapacidad:

a) Modelo Tradicional o de Prescindencia: Bajo este paradigma y como su nombre lo indica, las PCD son concebidas como prescindibles pues no aportan nada a la sociedad; algunas sociedades conciben a la discapacidad como una forma de castigo divino y una vergüenza que hay esconder o erradicar del todo. Desafortunadamente, estas creencias siguen vigentes y hoy por hoy, podemos encontrar casos de bebés, niños y adultos que fueron abandonados por sus familiares en basureros o en instituciones psiquiátricas. Estas acciones tienen como base el prejuicio de que la PCD es incapaz de socializar, realizar actividades intelectuales o físicas, tener una familia, etc.

b) Modelo Médico-Asistencialista: la discapacidad es vista como una enfermedad que hay que curar para que las personas se integren, en la medida de sus posibilidades, a la sociedad. Toda la responsabilidad está puesta en las PCD, ellas, a su vez, deberán realizar esfuerzos heroicos para integrarse a un mundo y una sociedad que no está dispuesta a modificar en nada su cotidianidad.

• Preferencia u orientación sexual e identidad de género

Las personas que tienen una preferencia u orientación sexual diferente de la heterosexual sufren discriminación porque existe una creencia generalizada que defiende la heterosexualidad como sexualidad dominante y, a partir de ella, se califican todas las demás preferencias sexuales como incompletas, perversas y, en algunos casos, como patológicas, criminales e inmorales. Lo anterior provoca una respuesta de temor, que en última instancia se traduce en desprecio, odio y rechazo.

La discriminación contra las personas que tienen una preferencia u orientación sexual diferente a la heterosexual se manifiesta como homofobia que es la aversión contra las orientaciones, preferencias sexuales, identidades o expresiones de género, contrarias al arquetipo de la heterosexualidad lo que incluye la lesbofobia y la transfobia.

A pesar de que las personas homosexuales viven hoy de manera más visible y con un mayor goce de derechos, siguen experimentando discriminación en varios sectores como el educativo, el religioso, escolar, de salud y familiar, entre otros. La homofobia, alimentada de prejuicios que deshumanizan y degradan la dignidad de las personas lesbianas y homosexuales, conduce a la violencia, a la negación de derechos y, en muchos casos, a los crímenes de odio. Una buena parte de la sociedad sigue pensando que la homosexualidad es una mala maña que se aprende o se practica por la influencia de malas compañías y que, por tanto, puede evitarse.

• Motivos raciales, color, linaje u origen nacional u étnico

En este sector se ubica la discriminación de las personas afrodescendientes, indígenas, migrantes y refugiadas.

a) Personas afrodescendientes

Uno de los principales problemas de la población afrodescendiente en nuestro país es que existe poca información respecto a este grupo y a sus necesidades específicas. La escasez de datos estadísticos, información sobre su situación económica y social indican, por una parte, el poco avance que hay en términos de inclusión de este grupo y, por otra, impide tener un diagnóstico confiable sobre los niveles de exclusión que padecen en cuanto al acceso a derechos y oportunidades.

La invisibilidad por otra parte, facilita la violación de derechos y libertades, aun cuando sean reconocidas de manera igualitaria para todas las personas. De este modo aumenta la vulnerabilidad, se fomenta la repetición de la exclusión y la discriminación en el acceso a derechos y oportunidades.

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