Vicios del consentimiento y sus efectos juridicos

Vicios del consentimiento y sus efectos en los negocios jurídicos (error-fuerza-dolo)

      En este trabajo se abordan los vicios del consentimiento, se definirán y se hablará de cómo afecta en los negocios jurídicos, se inicia por hablar del error, la fuerza y finalmente con el dolo; es importante empezar por entender la definición de un negocio jurídico, por lo que se toma el argumento según (Olvidares, 2009) es una declaración o acuerdo de voluntades con que las partes se buscan alcanzar un efecto, consistente en la adquisición, modificación o extinción de un derecho subjetivo. Así, la declaración de voluntad se erige como el fundamento del negocio jurídico, englobando figuras como los contratos, testamentos, las renuncias de derechos, aceptación de herencias, etc. Ahora bien, existen factores que pueden hacer anulable un negocio jurídico, estos son en la inexistencia de plena capacidad de obrar en alguno de los sujetos del negocio y los vicios de la voluntad; en esta ocasión la causa de anulabilidad a abordar es la segunda mencionada, así pues es necesario definir qué son los vicios del consentimiento y cuáles son; ya que es conveniente un acuerdo previo entre las partes por el que se determine que sus futuras relaciones comerciales se perfeccionarán a través de medios electrónicos o informáticos.

     El consentimiento es la representación de la voluntad contractual debiendo ser esta voluntad (fruto de voluntades singulares de cada contratante) consciente y libre. Pero no basta que los contratantes estén de acuerdo en el negocio concreto, sino que se necesita que ese consentimiento sea manifiesto, dicho de otro modo, es imprescindible que, de una forma expresa o tácita, se declare el consentimiento, para que el contrato quede perfeccionado. Existen factores que tienen que ver con el consentimiento, el primero es el ERROR, que según CASTAN TOBEÑAS, es el conocimiento falso de una cosa o de un hecho; por otro lado; el autor, TOMAS GUERRA, entiende el error como vicio, no solamente es fácil de imaginar, sino que incluso, en la contratación, puede presentarse con mayor facilidad, tanto en el acuerdo previo en que las partes deciden que su contratación revista esa modalidad, como en la formación del programa y en la ejecución del mismo. Teóricamente, el error resalta en la formación de la voluntad, es decir, es visto como un vicio del consentimiento, como se menciona antes, pues puede suponer una divergencia entre la voluntad real y la declarada.

      En segundo lugar, La fuerza, la cual se ha definido como los apremios, físicos o morales, que se ejercen sobre una persona destinados a que preste su consentimiento para la celebración de un acto jurídico, es por esto que se abre el lugar histórico para contextualizar este término en el objetivo de este escrito; desde el tiempo del Derecho Romano (Arias Ramos), la fuerza  o violencia (vis) autorizaba la invalidación del negocio jurídico cuando esta fuerza era corporal o absoluta como se le conoce ahora en nuestro Derecho, es decir, el sujeto que aparentemente manifestaba su voluntad (víctima), no era más que un títere del otro contratante (que ejercía la fuerza), es términos tales, que en realidad no había voluntad jurídica. Sólo en estos casos (vis absoluta), se anulaba un negocio jurídico.

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