INFLUENCIA DEL DESAYUNO EN EL RENDIMIENTO ACADEMICO DE LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO DE EDUCACION MEDIA GENERAL DEL COLEGIO DOMINGO SAVIO

INFLUENCIA DEL DESAYUNO EN EL RENDIMIENTO ACADEMICO DE LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO DE EDUCACION MEDIA GENERAL DEL COLEGIO DOMINGO SAVIO.

Mata Rodríguez, Luis A.

INFLUENCIA DEL DESAYUNO EN EL RENDIMIENTO ACADÉMICO DE LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO DE EDUCACIÓN MEDIA GENERAL DEL COLEGIO DOMINGO SAVIO.

Trabajo científico presentado como requisito parcial para optar

 al título de  Educación Media  General

Mata Rodríguez, Luis A.

INTRODUCCIÓN

El desayuno proporciona entre el 20% y el 35% del total de las necesidades de energía diaria. Desayunar se ha asociado a un mejor aprendizaje y un mejor rendimiento escolar en los niños, por el contrario, saltárselo afecta de forma negativa a la capacidad de resolver problemas, a la memoria reciente y a la atención (Galiano, 2010).

 Ese consejo que se escucha en algunos hogares de “no te vayas sin desayunar” tiene mucha validez, ya que el desayuno ayuda a que el cuerpo se mantenga lleno de energía y saludable, dado que se ingiere después de un largo periodo de ayuno durante la noche.

Durante el período de la adolescencia,- de cambios hormonales, físicos y psicológicos importantes-, el desayuno es un hábito que debe formar parte de su rutina diaria ya que requieren mantener su mente despierta para aprender y desarrollar diversas actividades.

Los padres transmiten explícitamente o mediante el ejemplo, sus propios hábitos alimentarios. Frecuentemente permiten a sus hijos los errores en los hábitos de alimentación que ellos mismos tienen. Si hay alimentos que el niño no consume porque “no le gustan”, es muy probable que se deba a que los padres tampoco los consumen. Si los niños comen generalmente viendo la televisión, es porque sus papás lo hacen también, o bien, porque a los padres les resulta más fácil que coman viendo la televisión ya que les demanda una atención menor. Así mismo, si los padres no desayunan, tampoco enseñarán a sus hijos a hacerlo.

La diferencia está en que las demandas de nutrientes y consumo calórico de los papás y los adolescentes son totalmente diferentes. Esta es una etapa crítica, decisiva de formación en salud y mental. La importancia de recibir estos nutrientes es garantizar al niño una buena salud y que reciba una alimentación completa, equilibrada, variada, limpia y suficiente, si no se cumple con estos cinco conceptos no se podría corroborar la completa ingesta de nutrientes. Una deficiencia de éstos podría causar retardo en el crecimiento, baja estatura, pérdida o aumento de peso de manera rápida.

Se han hecho estudios en los cuales se ha comprobado que el desayuno ayuda a los estudiantes a mantener la debida atención en la escuela y a retener más información para su aprendizaje, además de mejorar el desarrollo en el lenguaje, lectura y matemáticas, y evitar la ausencia por alguna enfermedad.

Esta investigación busca conocer en un grupo de estudiantes de primer año de Media General si la ingesta de desayuno influencia su rendimiento académico. Para ello, se dividió el trabajo en cinco capítulos:

Capítulo I: El Problema, que consiste en describir de manera amplia la situación objeto de estudio, ubicándola en un contexto que permita comprender su origen y relaciones.

Capitulo II: Marco Teórico  registra los elementos conceptuales  que sustenta la investigación.

Capitulo III: Marco Metodológico  describe el tipo de investigación realizada, así como las técnicas y los procedimientos utilizados para llevar a cabo la indagación.

Capitulo IV: Análisis De Resultados, presenta y discute los datos obtenidos en la investigación

Capítulo V : Conclusiones Y Recomendaciones   contiene los aportes del proyecto realizado.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

El desayuno es la primera comida del día e implica la ruptura del ayuno. Se considera la más importante ya que otorga al cuerpo la energía necesaria para activar las funciones metabólicas imprescindibles para que el cuerpo funcione de manera adecuada las siguientes horas en que estará despierto y en actividad. El mismo debe proporcionar los nutrientes necesarios para optimizar las capacidades de los escolares, en unos momentos en los que las actividades intelectuales y físicas suelen ser particularmente intensas (de aprendizaje, deportivas, juegos…). Por tanto, tiene que ser suficiente desde el punto de vista energético, ya que ha pasado mucho tiempo desde la cena anterior (10-12 horas), durante el cual el organismo sigue consumiendo energía (Banet, 2009).

El cuerpo está gastando calorías permanentemente porque siempre está trabajando, aun cuando la persona esté dormida. Suele creerse, que mientras se duerme el cuerpo no “hace nada”, sin embargo nada más alejado de la realidad. Durante el sueño, el cuerpo realiza funciones vitales tales como: liberación de hormonas, regeneración de  tejidos, entre otras, las cuales implican un gasto energético. Estas calorías que se usan durante la noche no se reponen ya que son horas donde no se consumen alimentos. Este ayuno se considera normal, pero no debe prolongarse ya que de hacerlo el organismo recurre a las reservas de energías que posee y esto afecta el rendimiento normal al momento de realizar cualquier actividad.

No desayunar conlleva muchos riesgos de salud y psicológicos tales como una menor capacidad de concentración y rendimiento intelectual, mal humor, sensación de cansancio, estreñimiento y aumento del riesgo de obesidad, diabetes e infartos.

Un estudio publicado en febrero de 2014 en la revista «Public Health Nutrition» muestra que los adolescentes que desayunan poco o nada, tienen un 68% más de posibilidades de desarrollar síndrome metabólico (obesidad abdominal, altos niveles de triglicéridos, niveles bajos de colesterol bueno, hipertensión y altos niveles de glucosa en sangre), lo que incrementa el riesgo de trastornos cardiovasculares.

Los especialistas en dietética y nutrición indican que la primera comida del día guarda una estrecha relación con la capacidad de aprendizaje y rendimiento escolar de los niños. Según Rivera (s/a) diversos estudios confirman que la omisión del desayuno o el consumo de un desayuno nutricionalmente incorrecto pueden contribuir a aumentar los desajustes o desequilibrios en la dieta. De hecho, los niños que no desayunan tienen una mayor dificultad para alcanzar las cantidades recomendadas de energía y nutrientes.

Así mismo, de acuerdo a estudios realizados por  Arroyo, Hernández y Pérez, (2008)

En Venezuela, las distintas regiones muestran ligeras diferencias en relación a los hábitos alimentarios y los existentes, dependiendo éstas en gran medida del tipo de población (rural o urbana), o de la posibilidad de alimentarse en el hogar o en establecimientos que expenden comida preparada.

Actualmente, por la crisis alimentaria en el país, estas diferencias se estrechan por cuanto en las familias es común realizar una sola comida.

De lo planteado, se desprende la necesidad de llevar a cabo un estudio con todos los pasos pertinentes que reflejará la influencia que tiene el desayuno en un grupo de estudiantes de primer año de  Educación Media General.

En esta investigación, se plantean las siguientes interrogantes ¿Cómo influye la ingesta u omisión del desayuno en el rendimiento escolar de los alumnos?¿Cuántos alumnos de primer año desayuna antes de ir al colegio? ¿Existen diferencias en el rendimiento académico de los alumnos que desayunan y los que no lo hacen?

Objetivos

Objetivo general:

Identificar la influencia del desayuno en el rendimiento académico de los alumnos de primer año de Educación Media General del Colegio Domingo Savio.

Objetivos específicos:

• Conocer el porcentaje de estudiantes que desayunan en sus hogares antes de llegar a la institución.
• Establecer cómo influye el desayuno en el rendimiento académico de los estudiantes.
• Comparar el rendimiento académico de los alumnos que desayunan, con relación a los que no lo hacen.

Justificación

La alimentación es uno de los elementos de mayor relevancia en el proceso de crecimiento y desarrollo del individuo, durante la niñez y la adolescencia. Los hábitos alimenticios y los estilos de vida se adquieren en los primeros años de vida y perduran a lo largo de esta, influyendo de forma notable en las prácticas alimentarias que se siguen en la edad adulta.

Con relación a los hábitos alimenticios Terán (2003) señala:

Los hábitos alimenticios de los adolescentes se ven influenciados por diferentes factores, entre ellos los psicológicos asociados con la imagen corporal; los socioculturales relacionados con la publicidad y modas que promueven tendencias alimentarias no siempre saludables, tabúes, creencias, formas de preparación, entre otros.

En la edad infantil, el desayuno se considera una de las comidas más importantes del día, con repercusiones sobre el estado de salud, pero también sobre el rendimiento escolar. Sin embargo, muchos niños asisten al colegio con un desayuno insuficiente e incluso en ayunas. Las costumbres en el desayuno también varían según las regiones y sociedades así como de acuerdo a las posibilidades de recursos de cada ámbito.

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