Formación del espiritu cientifico

La ciencia, es el punto de partida, desde su comienzo como en su necesidad de ampliarse ha rechazado la validez de la opinión, la idea, el conocimiento no formulado, la experiencia básica, entre otros que no son más que problemas que distorsionan el conocimiento científico, denominados “obstáculos epistemológicos” los cuales suelen causar entorpecimientos, confusiones, estancamiento del conocimiento y hasta retroceso ya que mantienen un tipo de conocimiento vulgar provisorio, mientras que a diferencia de estos, la ciencia busca comprobar la verdad siempre desde razones distintas de las que suelen fundamentar los obstáculos, es por ello que se basa en métodos sistemáticos estrictos, permitiendo al espíritu científico rejuvenecer de manera que este acepte un cambio, el cual ha de contradecir a un pasado.

En este contexto, se considera a la opinión como uno de los primeros obstáculos epistemológicos. La opinión interpreta necesidades en conocimientos y al estimar a los objetos únicamente por su utilidad, erróneamente se prohíbe el conocerlos. De acuerdo con Gastón Bachelard: “nada puede fundarse sobre la opinión: ante todo es necesario destruirla” es por ello que para la formación del espíritu científico el primer obstáculo que se debe superar es la opinión, pues el propio espíritu científico nos prohíbe tener opinión sobre aquellos aspectos que no logramos comprender y acerca de las cuestiones que no sabemos formular de manera adecuada, nos exhorta a saber plantear problemas y preguntas, porque para el espíritu científico todo conocimiento es generado a partir de una pregunta cuya respuesta concreta permanece, si no hay preguntas no hay conocimiento científico pues nada espontaneo, tal conocimiento se construye. Nuestro espíritu de manera frecuente tiende a considerar más claras aquellas ideas que le son útiles a menudo; ya lo dice Bachelard: "la idea conquista así una claridad intrínseca abusiva” y con su uso, se les asigna un valor incorrecto e inmerecido, un valor que muchas veces contradice los valores, polariza el espíritu y lo pone inactivo, de esta manera, la idea es el segundo obstáculo epistemológico a superar, pues de lo contrario llega un momento en el que el espíritu prefiere lo que sostiene su saber en vez de lo que lo lleva a cuestionarse o a contradecirse, es decir, opta por las respuestas y no por las preguntas, es ahí cuando el crecimiento espiritual se detiene. La noción de otro obstáculo epistemológico puede explicarse a partir del desarrollo histórico del pensamiento científico, la práctica de la educación o la propagación de conocimiento a través del tiempo, en cualquiera de los casos es necesario interpretar correcta y racionalmente los

hechos en su lugar exacto, utilizando y estableciendo los conceptos apropiados, mostrando la forma en que un concepto produce otro y como se vinculan entre sí, conceptos suficientemente claros que permitan cambiar la cultura experimental que el individuo ha adquirido con el paso de los años por una cultura científica, que derribe las barreras y supere los obstáculos acumulados por la vida cotidiana, que reemplace el saber cerrado por uno que abierto y en movilización permanente, dando a la razón motivos para querer evolucionar; así el tercer obstáculo: un hecho mal interpretado por una época será superado y la historia del pensamiento científico mantendrá el valor que

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