Secuencia Didáctica de ciencias sociales
giuliana07Ensayo1 de Octubre de 2015
6.407 Palabras (26 Páginas)1.635 Visitas
Secuencia Didactica de ciencias sociales
Area: ciencias sociales Grado: 6° Dias: 2
Tema: “Los problemas ambientales” EJE N° 1: El conocimiento de las principales condiciones ambientales de la Argentina y el establecimiento de relaciones entre los principales usos y funciones de losrecursos naturales con la produccion de materia prima y energia.
Proposito: que el alumno logre reconocer las problematicas ambientales que afectan a Argentina y concientizarlos sobre las consecuencias de estos
PRIMER DIA
INICIO
Motivacion
Antes de realizar el recorrido la docente presenta el tema a trabajar “Problemas ambientales”
Luego los niños junto con la docente realizaran un recorrido por el exterior de la institucion para que puedan observar los problemas ambientales que los rodean.
Al comenzar el recorrido la docente va a ir realizando preguntas orales como:
-¿Qué observan en las asequias?
-¿Que observan en los autos?
-¿Que observan en las construcciones?
-¿Creen que esto afecta a la sociedad todas estas observaciones?
Conflicto cognitivo
Luego del recorrido la docente les dara la definición de Problematicas Ambientales
“Un problema es un trastorno o un inconveniente que aparece en un cierto ámbito de la vida y que debe solucionarse para que se recupere la normalidad. Los problemas, por lo tanto, son dificultades o barreras que surgen en el camino hacia una meta.”ACTIVIDAD
DESARROLLO
- En grupo de cuatro alumnos deberas elegir una de las problematicas observadas y de esta seleccionar imagenes proporcionadas por la docente y busca una posible solución.
[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]
[pic 5]
2) En el pizarron entre todos escribiran palabras claves de los observado para arma una posible definicion ; luego la docente les proporcionará una definicion para compararlas.
SEGUNDO DIA
Rescate de conocimientos previos
La docente le va a realizar preguntas de forma oral:
-¿Que tema trabajamos la clase anterior?
-¿Que problemas ambientales observaron?
-¿Estos problemas afectaban a la sociedad?
CIERRE
La docente les pide para la próxima clase que elaboren un informe para luego exponer lo investigado delante de sus compañeros.
INTRODUCCIÓN:
El agua es un bien de todos, pero es un recurso finito. Los múltiples usos que ofrece demuestran su valor estratégico. No es posible advertir ninguna actividad humana en donde no esté presente el agua
El medio ambiente hacia el siglo XVI.
Cuando los primeros españoles llegaron al actual territorio mendocino, a mediados del siglo XVI, encontraron pobladores nativos con diversos niveles culturales. En aquel momento, el paisaje mendocino era muy diferente al que hoy podemos apreciar, muy en especial el norte lavallino. Por ejemplo, el río Mendoza que ahora corre hacia el norte, dirigía su curso hacia el este y formaba unas inmensas lagunas a lo largo del río Desaguadero. El río San Juan alimentaba las lagunas de Guanacache y del Rosario. Todas estas lagunas estaban unidas por una serie de bañados donde crecían espesos totorales y bosques de Algarrobo.
Aquellos ambientes ofrecían diferentes recursos a los pueblos originarios: alimento, vestido, material para construir sus viviendas, herramientas, armas y adornos. En la Precordillera encontraban agua, animales y plantas silvestres. En el piedemonte un suelo fértil apto para la agricultura y suficiente agua para el riego de sus plantaciones. Por su parte, la llanura, les brindaba abundantes recursos alimenticios: peces, patos y la fauna propia del ambiente. Como ya dijimos, grandes bosques de algarrobo, chañar, piquillín y otras especies ocupaban gran parte de la planicie oriental.
Un poco de historia…
En un ambiente natural signado por la aridez, la historia de la provincia está unida indefectiblemente al uso y manejo del agua. Al arribo de los conquistadores, Mendoza ya contaba con acequias o canales que permitían el riego de incipientes productos agrícolas, siendo además el centro de asentamiento humano. La población Huarpe derivaba agua a los distintos sectores, desde una acequia o canal principal (actual canal Guaymallén),que salía del río Mendoza.
Las técnicas de cultivo y manejo del agua, utilizadas por los primeros pobladores, eran herencia de la tradición inca. Estas formaban parte de la “cultura del agua” que aún hoy acompaña al habitante mendocino. Bajo el dominio español las zonas regadas se ampliaron y posteriores desarrollos condujeron a su expansión y perfeccionamiento tecnológico.
Muchos años han pasado desde los primeros manejos del recurso hídrico de la provincia. En la actualidad, Mendoza cuenta con obras hidráulicas como diques de embalse al pie de la montaña, que son utilizadas para la generación de energía eléctrica y la regulación de los caudales. En el llano, el agua es conducida por un sistema de canales y acequias para el riego de cultivos, el abastecimiento de agua para consumo humano y aprovechamiento industrial. Los oasis son zonas irrigadas artificialmente que ocupan algo menos del 4% del espacio provincial y donde se concentra casi la totalidad de la población. En ellos se combinan condiciones ambientales favorables (suelos fértiles, terreno llano, insolación adecuada) con el esfuerzo humano. En efecto, el habitante mendocino empeñosamente y con su trabajo diario, ha sabido transformar un desierto en cultivos aprovechando el caudal de los ríos de montaña y en menor medida el agua subterránea.
Tres son los principales oasis de Mendoza:
- El del Norte: es el más extenso; alimentado por las aguas de los ríos Mendoza y Tunuyán.
- El del centro: regado por el río Tunuyán.
- El del Sur: regado por los ríos Diamante y Atuel.
En estas pequeñas porciones del territorio, se generan las principales actividades vinculadas al desarrollo productivo, industrial, económico, comercial, urbano, político, cultural, educativo y social de Mendoza. Y a pesar de ser justamente el espacio donde el agua se presenta como dadora de vida, es donde ella sufre más por la acción antrópica y por los impactos negativos de las graves alteraciones.
El paisaje aledaño a los oasis nos acerca a una realidad muy diferente: “hostiles espacios secos, ajenos a los procesos de desarrollo, con escasas y raleadas minizonas de avara humedad” (Luis Triviño, 2004). Esta dimensión desértica de la cual también formamos parte los mendocinos, nos recuerda por un lado la larga lucha por agregarle una hectárea cultivada más al oasis, y por otro, la necesidad de preservar y hacer un uso equilibrado y sustentable del recurso hídrico. El agua es de todos y su cuidado también corresponde a todos. Es una tarea que nos atañe como sociedad y a cada uno como persona. Como habitantes de un territorio donde el agua es un recurso escaso, es imprescindible no olvidar que la disponibilidad y calidad del agua es el origen de nuestro bienestar, salud y crecimiento.
No sólo es imposible sino absurdo pretender dar marcha atrás en el progreso humano donde uno de los principales logros de la evolución cultural es la tecnología con la que el hombre ha modificado sus condiciones de vida. Sin embargo, urge evaluar minuciosamente los efectos ecológicos de tales desarrollos para prevenir la destrucción de los recursos que sostienen la vida en el planeta
Huarpes
Ubicación
Los Mansos, humildes, pacíficos son algunos de los atributos mencionados a la llegada españoles para referirse a los Huarpes.
Los Huarpes o Wuarpes eran una etnia del kuyún o Cuyo. Ubicación geográfica para mediados del siglo XVI era las grandes regiones de las provincias argentinas de: Norte de San Juan (Huarpes Allentiac Sur). En San Luis (Huarpes Puntanos) y en Mendoza (Huarpes Milcayac del Este) e incluso el norte de la provincia de Neuquén.
Es interesante no dejar de mencionar que los asentamientos más importantes fueron los de Caria y Guentota, donde debido a la gran extensión de los valles y la posibilidad del regadío de las tierras los dos mayores ríos Zanjón - Jáchal en el centro de la actual provincia de San Juan y el Diamante en la de Mendoza se encontraba la mayor densidad de población aborigen. Por eso tiempo después los españoles fundaron las ciudades de Mendoza y San Juan en eso asientos.
Cada tribu estaba formada por unas 30 personas distribuidas en 6 o7 viviendas que eran comandadas por un cacique.
Esto nos muestra que desde tiempo remoto este espacio, nuestro espacio, el argentino ofreció las posibilidades necesarias para la adaptación, desde suelos, climas, vegetación y relieve. Facilitándoles la vinculación profunda con sus territorio una relación de ida y vuelta hombre-paisaje alimentando su tan singular cultural.
...