Como es la evaluacion didactica
male1980Monografía20 de Octubre de 2015
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MANUAL DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA
MARIA ANTONIA CASANOVA
CAP 3-5-6
INDICE pag.
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………..............................................3
EVALUACIÓN: CONCEPTO, TIPOLOGÍA Y OBJETIVOS………………...............................3
Concepto como base de la estrategia de actuación. ……………………………………………3
Tipología de la evaluación……………………………………………………………………………….....6
La evaluación según su funcionalidad………………………………………………………………….6
La evaluación según su normotipo………………………………………………………………………6
La evaluación según su temporalización……………………………………………………………..7
La evaluación según sus agentes…………………………………………………………………………7
Objetivos de la evaluación…………………………………………………………………………………..8
UN MODELO EVALUADOR…………………………………………………………………………………..9
El camino para llegar a la meta………………………………………………………………………….9
Técnicas para la recogida de datos……………………………………………………………………..10
Técnicas para el análisis de datos………………………………………………………………..........13
Instrumentos para la recogida y el análisis de datos……………………………………………13
El informe de evaluación…………………………………………………………………………..………..15
EVALAUCIÓN DEL PROCESO DE ENSEÑANZA……………………………………….……………..16
Como realizar la evaluación de los procesos de enseñanza………………………………..16
Evaluar la enseñanza a través de la evaluación de unidades didácticas……..........17
Elementos de la unidad didáctica………………………………………………….…………………..17
Evaluación de las unidades didácticas………………………………...…………………………….19
Bibliografía. ………………………………………………………….………………………………………….19
Evaluación.
“El problema más importante de la evaluación no es demostrar, sino perfeccionar…”
(Stufflebeam, D.L. y Shinkfield, A. J.: 1987.175)
Introducción.
El siguiente texto dará cuenta del tema Evaluación, su concepto, tipologías y objetivos. El fin será entender su importancia en el proceso de enseñanza y aprendizaje, no solo del alumno, sino también del docente. Las metodologías que se tendrán que aplicar para llevar cabo el proceso evaluador y la evaluación de los procesos de enseñanza, que aplicará el docente al alumnado.
Evaluación: concepto, tipología y objetivos
El concepto como base de la estrategia de actuación.
Según M. Antonia Casanova, “la evaluación aplicada a la enseñanza y el aprendizaje consiste en un proceso sistemático y riguroso de recogida de datos, incorporado al proceso educativo desde su comienzo, de manera que sea posible disponer de información continua y significativa para conocer la situación, formar juicios de valor con respecto a ella y tomar las decisiones adecuadas para proseguir la actividad educativa mejorándola progresivamente.”
Desde sus comienzos, la evaluación aparece influida por su procedencia del campo empresarial. De la misma manera que los empresarios, miden de forma cuantitativa los resultados de la producción de sus empresas, así también, lo realiza la educación. Se pretendió medir el progreso del alumno cuantificando lo aprendido. Ello hace que lo que se intente al evaluar es medir la cantidad de conocimientos dominados por los alumnos.
Otros sistemas de control también equívocos son las puntuaciones y los exámenes. Hay que tener presente que la base de cálculo de las puntuaciones son las notas dadas por los maestros de una manera fundamentalmente arbitraria. Los exámenes, aún más que las puntuaciones pueden dar una errónea sensación de subjetividad.
La evaluación ha sido interpretada como sinónimo de medida durante el más largo período de la historia pedagógica, y es en los tiempos actuales cuando está variando su concepción, en función de los avances que experimentan las ciencias humanas.
En la actualidad se hace patente una divergencia entre los conceptos de evaluación que se manejan a nivel teórico y la práctica real en las aulas. Una buena parte de profesionales que se dedican a la educación, están de acuerdo con la necesidad de incorporar un modelo de evaluación cualitativo, que sea capaz de ofrecer datos fidedignos, acerca del desarrollo del alumnado. Parece complicado llevar a cabo la práctica de ese modelo de evaluación, las dificultades que se presentan pueden ser la exigencia de cambio de mentalidad que implica, la presión que el modelo social ejerce sobre el educativo o por la necesidad de otras modificaciones estructurales y organizativas del sistema escolar que no se producen y que favorecería su adecuada aplicación.
El problema de su incorporación al quehacer en el aula, implica cambiar las prácticas que se llevan a cabo en las aulas e invertir, en muchos casos, sus valores. Los alumnos estudian para aprobar y los profesores enseñan para que sus alumnos superen las evaluaciones. Lo que tiene valor real en la enseñanza es lo que se evalúa, de lo contrario, nadie lo tiene en cuenta.
La evaluación es importante pero no como elemento de poder o de mantenimiento de la disciplina, no como instrumento para la promoción u obtención de un título, no como exclusivo factor de comprobación de lo que se aprende, nunca como fin de la educación (que es lo que resulta ser en muchos casos para demasiados alumnos, padres, profesores o directivos). No se enseña para aprobar. Se enseña y se aprende para alcanzar una plena e integral formación como persona. Conceptualizando la educación de un modo más general, se podría definir como una recogida de información rigurosa y sistemática para obtener datos válidos y fiables acerca de una situación con objeto de formar y emitir juicio de valor con respecto a ella. Estas valoraciones permitirán tomar las decisiones consecuentes en orden a corregir o mejorar la situación evaluada.
En este segundo planteamiento, la evaluación aplicada puede ser puntual y sumativa, con la finalidad de comprobar lo conseguido o su mayor o menor merito ante lo que se pretendía en el proyecto inicial. Si la finalidad de la evaluación es sumativa, tanto el planteamiento inicial como las técnicas e instrumentos deberán ser válidos y útiles para permitir valorar los productos o resultados que se evalúan.
El modelo de evaluación que considera válido M. Antonia Casanova, es fundamentalmente cualitativo y formativo, que es adecuado para evaluar los procesos de formación humana y de cualquier situación en la que lo humano sea prioritario. Es el modelo que ofrece mayor riqueza de datos útiles para comprender en toda su amplitud y profundidad el proceder de las personas y que permite por lo tanto, la posibilidad de intervenir y perfeccionar su desenvolvimiento o actuación.
Para que cambie la imagen y el sentido de la evaluación, la clave está en descartar el error de aprendizaje en el momento en que se produce, de manera que surta efectos para la aclaración de determinadas cuestiones no comprendidas adecuadamente y el alumno pueda continuar avanzando en su formación. En consecuencia ese error detectado no tiene efectos sancionadores, puesto que de él no se deriva una “clasificación” negativa, cosa que si ocurriría si se comprobara en un examen.
El cambio de imagen de la evaluación debe ser la consecuencia de su cambio de contenido y funcionalidad con la que se aplica. Si se lograr modificar el concepto y los efectos que la evaluación ha venido teniendo hasta tiempos tan recientes como hasta ahora mismo, ésta debería no solo generalizarse en los centros en un plazo de tiempo razonable, sino que debería incluso ser exigida.
Todo proceso evaluador debe seguir unas fases que lo caracterizan, como ser, la recogida de datos el análisis de la información obtenida, la formulación de conclusiones, el establecimiento de un juicio de valor acerca del objeto evaluado y la adopción de mediada para continuar la actuación correctamente. Si se evalúa el funcionamiento de un departamento didáctico, será preciso un plazo al menos de tres meses para observar su proceso y desarrollo y los resultados que se van obteniendo. Si lo que se evalúa es el proceso del alumno, estos pasos pueden darse durante un periodo de clase.
La evaluación, por su parte, no arranca de una hipótesis previa, sino de la decisión de evaluar unos determinados objetos, procesos, situaciones, etc. Sigue un camino similar y parecido a una investigación y no finaliza hasta valorar lo evaluado y proponer o tomar las medidas necesarias para corregir o reforzar las líneas de actuación evaluada.
Tipología de la evaluación.
La evaluación según su funcionalidad puede ser sumativa o formativa.
La función sumativa
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