Resumen martes con mi viejo profesor

DATOS GENERALES.

La novela llamada “martes con mi viejo profesor” del autor Mitch Albom publicada en el año de 1997 en Estados Unidos. Este libro tiene una película adaptada por Thomas Rickman presentada en 1999.

COMENTARIO DE CAPÍTULOS.

El capítulo del aula es uno de los que más me impacto porque queramos o no hay veces que todos nos sentimos como Mitch, atrapados o como si hubiéramos perdido el contacto con nosotros mismos y los ideales que teníamos, como si aquella persona que alguna vez existió se hubiera desvanecido nada más, dejando solo rastros de su existencia por los recuerdos. Nos percatamos de como todas aquellas convicciones que creímos que siempre estarían ahí firmes simplemente de la nada se van y llegan aquellas que prometimos en las cuales nunca nos convertiríamos y descuidamos lo que importa con tal de ganar más plata o más fama, llegando hasta ese punto en el que creemos que ya no hay vuelta atrás que hemos perdido conexión con nosotros y que eso en lo que nos convertimos seremos para siempre, alcanzando así ese punto en el que simplemente esto ya no es suficiente y nos sentimos insatisfechos y miserables, aun cuando esto se supone que era todo lo que queríamos no nos hace felices, pero aunque lo sepamos lo seguimos haciendo porque pensamos que es lo mejor que a no tener nada (según nuestro punto de vista).

El tema del arrepentimiento que habla en el tercer martes creo que es uno de los más complicados a tratar porque no conozco a ningún ser humano en el planeta que no esté arrepentido de haber o no hecho alguna cosa, es uno de los temas más complejos que podemos tratar, incluso cuando Morrie habla de este es sumamente delicado porque no sabemos hasta qué punto nos afectó el no haber hecho las cosas hasta que tenemos la muerte cerca, si aprendemos de las cosas malas que nos pasan, pero realmente no sabemos que tanto nos lastima el cómo reaccionamos a estas, podemos vivir una vida plena aun tenido arrepentimiento, pero la factura la pasa al final cuando estamos cerca de nuestra muerte es cuando realmente empezamos a recapacitar y analizar detalladamente lo que realizamos y lo que nos hubiera gustado hacer. El arrepentimiento es uno de los sentimientos que te deja con un vacío en medio y que difícilmente se llena, es por esto que es importante hacer las cosas que queremos en el momento (siempre midiendo nuestras consecuencias) para que el día de mañana digamos que no nos quedamos con las ganas de nada.

El siguiente capitulo que llamo mi atención es el séptimo martes, hablamos de miedo a la vejez. Este sin duda alguna es algo que todos tenemos en menor o mayor medida porque como comenta Morrie nos da miedo depender de otras personas ya siendo adultos, sin embargo ya una vez fuimos dependientes necesitábamos de ayuda para alimentarnos, bañarnos, cambiarnos e inclusive el limpiarnos nuestro trasero después de hacer nuestras necesidades, todo esto en gran media debido a que la sociedad nos enseño que depender de los demás eta mal que no debemos de esperar que otros nos ayuden a hacer cosas que son básicas, aunque esto ya lo hacían nuestras madres cuando éramos pequeños no nos queda mucho que hacer más que disfrutar de este proceso por más incomodo que nos parezca por los estereotipos que hay arcado. Morrie nos enseña una manera de diferente de ver la vejez el dice “abrazar la vejez” porque entre más vas envejeciendo vas creciendo, es decir, adquieres mayor conocimiento sobre la vida al igual que entiendes que te vas a morir en un momento, por esto mismo empiezas a llevar una vida mejor, vives para recordar todo aquello que disfrutas y que sigues haciendo. Alguien que desea regresar a cuando era joven es porque no ha encontrado el significado de su vida y un motivo para seguir adelante.

El siguiente capitulo que me llamo la atención es el duodécimo martes “hablemos del perdón”. Desde mi punto de vista este tema para mi es algo complicado porque nos han educado en esta sociedad para vengarnos por así decirlo, de las personas que nos lastiman de alguna manera, creemos que hacerles pasar el mismo sufrimiento que nos hicieron a nosotros nos hará sentir mejor, pero la verdad es que no, no ganamos nada de esto ni si quiera satisfacción o puede que sí, pero es solo momentánea porque somo seres empáticos, es decir, sentimos de alguna manera lo que el otro siente ya sea su dolor o felicidad la hacemos propia para poder comprenderlos, el perdonar no solo implica a los demás sino que también a nosotros mismo de todo aquello que aquello que alguna vez hicimos y que nos causo un dolor inimaginable, si algo sabemos es que es más sencillo perdonar a alguien externo que a nosotros mismo porque nos culpamos una y otra vez del mismo error, ofrecemos compasión y apoyo a todos menos a nosotros mismos. Lo mejor que podemos hacer es arreglar las cosas porque eso nos brinda un sentido de paz, puesto que cuando llegas al punto de estar cerca de la muerte el resentimiento te consume y no te aporta nada.

El siguiente capítulo que llamo mi atención es el séptimo martes, hablamos de miedo a la vejez. Este sin duda alguna es algo que todos tenemos en menor o mayor medida porque como comenta Morrie nos da miedo depender de otras personas ya siendo adultos, sin embargo ya una vez fuimos dependientes necesitábamos de ayuda para alimentarnos, bañarnos, cambiarnos e inclusive el limpiarnos nuestro trasero después de hacer nuestras necesidades, todo esto en gran media debido a que la sociedad nos enseñó que depender de los demás eta mal que no debemos de esperar que otros nos ayuden a hacer cosas que son básicas, aunque esto ya lo hacían nuestras madres cuando éramos pequeños no nos queda mucho que hacer más que disfrutar de este proceso por más incómodo que nos parezca por los estereotipos que hay marcados. Morrie nos enseña una manera de diferente de ver la vejez él dice “abrazar la vejez” porque entre más vas envejeciendo vas creciendo, es decir, adquieres mayor conocimiento sobre la vida al igual que entiendes que te vas a morir en un momento, por esto mismo empiezas a llevar una vida mejor, vives para recordar todo aquello que disfrutas y que sigues haciendo. Alguien que desea regresar a cuando era joven es porque no ha encontrado el significado de su vida y un motivo para seguir adelante.

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