Terapia cognitiva conductual
Paulo ArieuEnsayo1 de Noviembre de 2016
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Ensayo: Terapia Cognitiva Conductual
Ricardo Paulo Javier Arieu
Universidad Del Este
Octubre 25, 2016
Terapia Cognitiva Conductual
Muchas veces los pensamientos desordenados vienen a la mente con rapidez ante determinada situación y las personas se sienten atormentadas. ¿Cómo controlarlos, como poner en orden la mente humana para poder analizar más fríamente los acontecimientos y poder elaborar una determinación que no sea nociva para la salud? ¿Cómo evitar las fobias o la ansiedad que atormentan la mente? Una adecuada terapia psicológica puede ayudar a resolver estas inquietudes y ser la respuesta a estos cuestionamientos. La Terapia Cognitiva Conductual (TCC) es una terapia psicoterapéutica práctica y objetiva muy común, surgida en la década del 50, con bases científicas, que ayuda a ordenar los pensamientos de una persona y también puede ayudarle a sentirse mejor o a aprender a controlar las situaciones estresantes. Este tratamiento es aplicable a diferentes problemas y entornos. Aunque esta terapia no es útil para todo tipo de pacientes, si se ha comprobado que en muchos casos de depresión es tan eficaz como lo puede ser un antidepresivo.
CIPSA (2016) explica cuales son los principales tratamientos psicológicos que se utilizan en la actualidad:
“ la terapia cognitivo-conductual (basada en el modo de aprender nuevas formas de pensar, actuar y sentir), las psicoterapias psicoanalíticas y dinámicas (centradas en el estudio introspectivo del ser humano), las terapias de corte existencial-humanista (basadas en gran parte en la relación terapeuta-paciente) y las terapias sistémicas (que consideran los problemas de una persona como la expresión de que algo funciona mal en su sistema familiar o de pareja, lo que implica hacer cambios en dicho sistema)”.
Estas terapias son las que comúnmente utilizan los psicólogos para tratar los problemas que acarrean alguna forma de sufrimiento psicológico en las personas. El Dr. Javier A. Molina López, en un artículo titulado “El sufrimiento humano como experiencia personal y profesional” reflexiona sobre la trascendencia bioética del sufrimiento humano y cita que "todo el proceso de atención médica en su enfoque bio-psico-social lleva implícito al individuo en todas sus dimensiones, incluyendo la esfera espiritual… “y como profesionales de la salud mental es importante comprender, como también dice López (2008), que “…nuestro primer deber ético, el respeto a la vida, toma de ordinario una forma especial, específica: el nuestro es un respeto a la vida debilitada”. Es entonces que, a través de alguno de esos tratamientos citados, un psicólogo clínico (que es un especialista en conductas humanas), puede ayudar a una persona a solucionar sus problemas o aliviar de alguna manera su sufrimiento humano mediante el uso de técnicas especializadas de evaluación y de tratamiento. Como afirma López (2008) “es entonces cuando cobra importancia el conocimiento y manejo adecuado del sufrimiento humano por el profesional sanitario que debe enfrentar ese proceso."
El modelo psicoterapéutico cognitivo, que es el tema de análisis de este ensayo, se inició hace casi 50 años con el Dr. Albert Ellis, quien en 1956 inició una nueva escuela de psicología con el nombre de Rational Therapy; pero este nombre luego se reemplazó con el nombre de Rational-Emotive Therapy (RET) o Terapia Racional-Emotiva (TRE). A partir de 1994 se le denominó Rational Emotive Behavior Therapy (REBT) o Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC). En esta corriente se destaca la Cognitive Therapy o Terapia Cognitiva del Dr. Aaron T. Beck (C.A.T.R.E.C, 2012). Un folleto producido por el Consejo Editorial de Educación Pública del Royal College of Psychiatrists (Timms, 2007) afirma que "la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) puede ayudar a cambiar la forma cómo piensa ("cognitivo") y cómo actúa ("conductual") y estos cambios le pueden ayudar a sentirse mejor". Además, la TCC busca maneras de mejorar su estado anímico actual en lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas en el pasado. Según Cetecic (2013) TCC “es una forma de tratamiento psicológico de orientación práctica, basada en el conocimiento científico y de amplio espectro de aplicación”. Su carácter netamente científico evitará que el paciente se exponga a alguna forma de manipulación psicológica pseudocientífica que agrave su sufrimiento humano o ponga en riesgo su situación económica al tener que afrontar el costo de terapias inefectivas. Esas clases de situaciones representan, sin dudas, “…un riesgo a la salud de los pacientes por los errores terapéuticos que sólo se pueden evitar con una formación sólida, una supervisión continua, y un estricto apego a las normas éticas y deontológicas de los profesionales sanitarios” (Actualidad clínica en psicología, s.f.). Es importante comprender que no todas las terapias que utilizan los psicólogos son científicas. Por ejemplo Karl R. Popper (1902-1994), el famoso filósofo de la ciencia, afirmó que el psicoanálisis era pseudocientífico (Clavel de Kruyff, 2004). El entendía que esta terapia no era científica “porque cualquier evento es interpretado como confirmatorio. En muchos casos, frente a un evento que parece refutar una hipótesis, se reinterpreta esta última para poder sostenerla“(ansiedadyvinculos, s.f.). Aunque Popper mismo declarara que el psicoanálisis “constituye una interesante metafísica psicológica (y no cabe duda de que hay alguna verdad en él, como sucede tan a menudo en las ideas metafísicas)” (Popper, 1983, p. 62). Pero los procedimientos de TCC han sido investigados con rigurosos métodos experimentales. Al respecto, Arturo Torres, Licenciado en Sociología y Psicología por la Universitat Autónoma de Barcelona, cita que “actualmente, se considera que la Terapia Cognitivo Conductual es el único tipo de psicoterapia cuyos resultados han sido validados a través del método científico.” (Torres, s.f.). Aunque estas validaciones no garantizan el éxito de una terapia en el individuo, si la hacen mucho más probable de obtener resultados positivos.
Según explica Cetecic (2013), la TCC tiene tres grandes etapas: evaluación, tratamiento y seguimiento.
a) Durante la primera etapa, la evaluación psicológica, se conoce al paciente y se procura entender los problemas que está atravesando. Lo que el terapeuta va descubriendo en esta etapa, se lo comunica al paciente. De esta manera, el paciente comienza a conocer su problema y puede compartir también cual es su punto de vista. Durante esta fase, paciente y terapeuta se pondrán de acuerdo en cuáles son los objetivos del tratamiento y cuáles son las prioridades del mismo. La evaluación psicológica dura entre 3 y 5 sesiones.
b) La segunda etapa es el tratamiento propiamente dicho. Aquí se utilizan las técnicas necesarias para lograr el cambio que el paciente necesita, teniendo en cuenta los logros que se plantearon en la primera etapa. Las técnicas pueden variar de acuerdo al problema, al paciente y su situación.
c) Durante la tercera etapa, el seguimiento, la intensidad de las consultas se va ampliando mientras se procuran mantener los cambios logrados y evitar recaídas. Si el terapeuta concuerda con el paciente que los objetivos ya se lograron, se le da de alta al paciente.
Un folleto on-line de Clínica PSINCO (s.f.), explica las características de la TCC:
- Es de corta duración.
- Los consultantes pueden ser una persona, una pareja, una familia o un grupo.
- Es activo-directiva, esto significa que los cambios requieren compromiso y un rol protagónico del paciente, quien no se limita a concurrir a las sesiones, sino que además va produciendo cambios graduales en su vida cotidiana.
- El terapeuta es más directivo: complementa la escucha con intervenciones que promueven no solo la reflexión sino además la acción.
- Se incluyen tareas para realizar entre las sesiones, como forma de poner en práctica los aspectos trabajados en la consulta.
- Se genera una relación colaboradora entre terapeuta y paciente, en la que el rol del terapeuta consiste en asesorar y acompañar en el camino hacia los cambios que se deseen promover.
- Está orientada al presente. La reflexión sobre el pasado tiene como finalidad generar cambios en el presente en pro de una vida más plena y gratificante.
- Se considera que la terapia fue efectiva en la medida que el paciente logre las metas que se propuso y mejore su calidad de vida.
La TCC es práctica y trabaja por objetivos. Se concentra en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir. No son charlas sin dirección concreta. R&A Psicólogos (2015) explica que la TCC “asume que los patrones de pensamiento mal adaptativos o erróneos causan un comportamiento desadaptativo (comportamiento contraproducente que interfiere con la vida diaria) y emociones “negativas”. Y solo se pregunta información sobre el pasado cuando es indispensable; pero “el foco del tratamiento está puesto en resolver las dificultades actuales” (Cetecic, 2013). También se enseñará al paciente un conjunto de ejercicios que lo van a ayudar a manejar y resolver los problemas. La TCC le puede ayudar a entender problemas complejos desglosándolos en partes más pequeñas. Esto le ayuda a ver cómo estas partes están conectadas entre sí y cómo le afectan. Estas partes pueden ser una situación, un problema, un hecho o situación difícil. De ella pueden derivarse: pensamientos, emociones, sensaciones físicas, comportamientos. Cada una de estas áreas puede afectar a las demás. Sus pensamientos sobre un problema pueden afectar a cómo se siente física y emocionalmente. También puede alterar lo que el paciente hace al respecto (Cetecic, 2013). R&A Psicólogos (2015), cita una larga lista de trastornos con los que la TCC puede tratar:
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