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CURRICULUM Y CULTURA


Enviado por   •  22 de Mayo de 2013  •  1.918 Palabras (8 Páginas)  •  669 Visitas

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El currículum educativo se haya convertido en el tema mayor debatido en los ambientes decisorios de la educación, por cuanto constituye el proyecto de vida institucional donde se materializa el deber ser de los modelos y proyectos educativos, del ser humano y de la sociedad que se aspira. Por consiguiente, no es ninguna coincidencia que el currículum educativo sea el objetivo de las reestructuraciones y reformas educativas que se están discutiendo en nombre de la eficiencia social y económica; ya que constituye el espacio dónde se concentran y desdoblan las luchas alrededor de los diferentes significados de lo social, lo educativo y lo político. Especialmente, sí se entiende como el lugar donde los grupos sociales dominantes expresan su visión del mundo, su proyecto social y su verdad respecto a la política educativa.

El currículum bien como texto o como discurso constituye un elemento simbólico primordial del proyecto social de los grupos de poder. Por tanto, es cada vez más urgente la discusión acerca de la concepción de cultura en la que se fundamenta la concepción dominante del currículum la cual constituye una vía para la producción de identidades como productos acabados y abstractos, representados en el ser humano “objeto”. Cuando en contraste, emergen perspectivas paradigmáticas que reclaman el retorno del sujeto y el entendimiento del currículum como una noción esencialmente dinámica de la cultura.

En este sentido, es necesario entender la cultura sin el velo del afán homogenizador de la sociedad y de la educación propia del sistema imperante que caracteriza un estilo predominante de educación en la cual la cultura es concebida como un producto de consumo pasivo que esconde las pistas del proceso de su construcción, por la imposición, internalización y uso de códigos y simbolismos preelaborados que se reproducen y justifican a través del currículum y su praxis. En el proyecto hegemónico se abstrae la cultura de su proceso de producción para convertirla simplemente en una cosa objetivada. Visión tradicional de la relación entre currículum y cultura que se asientan en una concepción estática de la cultura. Ésta es concebida como un producto finalizado, como resultado de la formación humana. De esta manera, el trabajo incierto e indeterminado de la cultura, el proceso abierto y vulnerable de la formación simbólica, tiende a quedar fijado, inmovilizado, la significación queda reducida al registro y la transmisión de significados fijos, inmóviles, intrascendentes. De esta manera, la concepción de cultura se legitima a través del currículum con el sello de una razón técnico- instrumentalista propio de la ideología empirista y positivista. De allí, el reclamo urgente para develar y enfrentar esta situación con la identificación de sus condicionantes y la toma de conciencia de la necesidad de transformación y recreación de lo ideológico epistemológico y doctrinario que avalan las políticas y proyectos educativos. Estas características de la cultura y del currículum proyectan una función educativa del Estado donde sólo existe lo planificado y lo previsto sometido a políticas concretas bajo el disfraz de la objetividad, la cientificidad y la neutralidad. Razones que impiden detectar el carácter problemático del núcleo principal del sistema educativo, representado por las intenciones o propósitos de la educación, y en el cual nunca aparece visible quién, cuándo y dónde se decide lo que debe enseñarse. Interrogantes que responden a la existencia de un currículum oculto que va implícito y contiene lo ideológico subyacente de los proyectos educativos. La política curricular del Estado se expresa y legitima por medio de los textos, las pautas, las guías, las normas, etc., lo que ha generado en la actualidad una “industria cultural” alrededor de la escuela y lo educativo, con razones que desplazan ciertos procedimientos y conceptos epistemológicos, para imponer un tipo de conocimiento y metodologías, ya predeterminadas como válidas. Tales declaraciones, revelan el ser del currículum y el significado que tiene como instrumento de poder, cultura e identidad, como proyecto en que lleva en sí, de manera implícita y explícita, la razón de la sociedad y la persona que se aspira alcanzar, con la educación oficial institucionalizada.

Por estas razones, el currículum es simplemente el reflejo, la reproducción condensada del conocimiento existente, que es a su vez, como ya vimos, es un reflejo de un tipo de realidad. Las concepciones estáticas de la cultura y las concepciones realistas del conocimiento que componen el entendimiento más difundido sobre el currículum se hayan estrechamente vinculadas a las relaciones de poder.

Puede decirse que la concepción actual de la cultura, en la que se basa la concepción dominante del currículum, es fundamentalmente estática. En esta concepción, la cultura es vista apenas a través de su aspecto como producto terminado. Como consecuencia de ello, la cultura sólo puede ser dada, transmitida, recibida.

Por otra parte, las perspectivas culturalistas emergentes con una visión transformadora y emancipadora del dominio de la razón instrumental, con otros modo de concebir al ser humano y las relaciones de la sociedad y de la educación, fuera de esa estructura de poder sometimiento, proponen la puesta en práctica de otros códigos de significación que restituyan la reflexión y la acción, con el propósito de que se origine la humanización de los espacios de realización humana y se restablezca la educación como espacio de construcción y recreación

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Para esta visión cualitativa, una concepción renovada del currículum debe basarse en una visión dinámica de la cultura como creación, como producción. En lugar de su carácter final; se trata de resaltar la capacidad que tiene la cultura para trabajar los materiales recibidos, mediante una actividad constante de deconstrucción y desmontaje por un lado, y de creación, construcción y recreación, por el otro. La cultura como proceso vivo en constante transformación vista menos como producto y más como producción, producción de sentido, como práctica significante de la diversidad humana en todas sus dimensiones y manifestaciones

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CURRÍCULUM COMO PROYECTO SOCIALIZADOR Y CULTURA

El individuo moderno homogeneizado, objetivado e identificado, representa la unicidad, el producto logrado por la educación recibida, en fin el producto concluido. En el proyecto positivista economicista, la educación se ha entendido como el vehículo instrumental

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